Atalanta va a hablar con Hércules y su grupo de mis especulaciones, y como preveía no la creen, salvo Anfiaro, que también tiene sospecha. Esto la pone de mal humor, por que la demuestro que tengo razón con mi predicción.
Llegamos a la aldea, como había dicho esta arrasada y se puede ver los horrores que han sufrido estas gentes. Antes de entrar hago desmontar a mis mujeres y establezco la formación.
"Preparaos para un ataque. Seguramente seremos atacados. Los hombres en el suelo no están muertos. No ataqueis a menos que nos ataquen directamente, nos vamos a mantener al margen y solamente nos defenderemos si es necesario, no le vamos a hacer el trabajo sucio a Cotys.
He fastidiado un poco la trama, ya que con mi posición estoy impidiendo el uso de los carros que les dan la mayor ventaja al final de la batalla. Esto va a aumentar el número de bajas del ejército de Cotys, con un poco de suerte me acusa de traición e intenta algo gracioso contra mi, así dándome una escusa para matarlo sin que todos me consideren un asesino de reyes.
Todo se desarrolla bien, los soldados hacen una formación en cuadrado y son rodeados por los habitantes del pueblo que estaban fingiendo estar muertos.
A nuestro grupo ni tan siquiera nos miran, como si no estuviéramos. Parecen tener un odio especial por el grupo de Kotys.
Atalanta está meditando mis palabras y cada vez tienen más sentido para ella. Cuando termine la batalla inminente, va a hablar seriamente con su grupo para reconsiderar sus acciones futuras.
Se inicia el combate y tras una ardua batalla, con muchas bajas más de las que deberían, entre los hombres de Kotys y todos los hombres salvajes muertos. Ninguno de los miembros del grupo de Hércules ha resultado herido.
Mi grupo ha sido un simple espectador que no ha participado, cuando terminan de recuperarse de la batalla, el rey y su guardia vienen a mi con claros signos de enojo.
"Podríais haber ayudado a defendernos." (yo)
"¿Eso es lo que ha pasado?, ¿Os estabais defendiendo? Por qué a mi punto de vista esto era una clara invasión y eran ellos los que defendían lo que quedaba de sus tierras y tenían un claro odio por tus tropas. A mi grupo y a mí, no nos han atacado y nos nos consideraban como enemigos." (yo)
El guardia, se adelanta enojado y levanta su látigo con intención de atacarme.
"Que insolencia, como te atreves a hablarle así al rey." (yo)
El rey le pone el brazo en el hombro al guardia y le detiene antes de que me ataque.
"Es un mercenario y no está contratado para prestarnos ayuda, no estaba en la obligación de ayudarnos." (Cotys)
Aunque sus palabras son tranquilas, tiene claros signos de odio en su tono y su mirada.
Al ver que el ataque que me habría dado una escusa es detenido, hago un sonido involuntario de frustración que es apreciado por el rey. Me doy la vuelta sin mostrar ningún tipo de cortesía y le digo a mis mujeres.
"Nos vamos de vuelta, aquí no hay nada que ver." (yo)
Acto seguido todas las chicas rompen la formación, montan en sus respectivos caballos y yo monto en mi unicornio. Sin esperar a nadie, nos vamos de regreso al campamento a las afueras de la ciudad.
Atalanta se ha reunido con su grupo y ha vuelto a explicar sus dudas y mis palabras, Anfiarao, cada vez está más convencido de esa posibilidad. Siente que las historias del rey son bastante contradictorias con la situación. El punto de vista y la información dada por mi encaja mucho más con los hechos y acontecimientos. Hércules aún cree en las palabras del rey. Autólico, aunque también ve lo que dice Atalanta, piensa que es sospechoso y le da un poco igual, ya que la recompensa es muy generosa. Tideo no dice nada pero tiene total lealtad a Hércules y lo que decida el le sigue. Iolaus, le gusta contar las gestas y adornarlas, así que cuanto más épico y fantasioso sea el combate mejor. Luchar contra un ejército de centauros para salvar a Tracia, es mucho mejor para las historias que haber ayudado a un rey tirano a someter una región.
Anfiaro sabe que el rey oculta algo y les está engañando pero decide seguir a Hércules.
Atalanta se enfada pero aún así se queda con ellos, mientras ve partir a mi grupo a caballo tras separarme del rey y su guardia.
"Sólo espero que no nos demos cuenta demasiado tarde para cambiar de bando." (Atalanta)
Vuelvo directamente con mis chicas al campamento, no voy al palacio ni espero a nadie, como sé lo que va a pasar, estos días ni siquiera presto mucha atención ni hablo mucho con nadie de fuera. Ni siquiera cuando Atalanta o la princesa venían a mi campamento para hablar, siempre encuentro una escusa para no estar mucho tiempo hablando con ellas. Esto las enfada y las avergüenza un poco por la culpa, ya que no han tomado partido a pesar de que les he dicho y ofrecido ayuda.
Tras un par de semanas, el ejército del rey Cotys, ahora entrenado por Hércules, parte hacia donde estiman que es la ubicación del ejército de "centauros" que está atacando la región de Tracia.
Tras varios días en la ciudad, en los que la princesa ha intentado ponerse en contacto conmigo, pero no ha podido lograrlo, vuelven las tropas, bastante reducidas del ejército, trayendo a un montón de prisioneros encadenados. Al líder de los prisioneros le están maltratando. Hércules intenta detener el maltrato, entonces el líder de los capturados le felicita por haber ayudado a un tirano a conquistar toda la región y ayudarlo a someter a toda la gente del pueblo.
Esto sumado a las continuas advertencias de Atalanta le hacen pensar que puede haber cometido un grave error. Las palabras de Atalanta empiezan a tener sentido, viendo las caras del pueblo y las diferencias entre la vida de la gente común y el rey y el palacio.
Hay un banquete al que por supuesto no he sido invitado. Después de nuestro encuentro cuando terminó la batalla, nuestra relación no ha sido armoniosa. Tras el banquete para Hércules las cosas son aún más claras y se reúne con Ergenia para que le explique la situación. Se entera que ha sido utilizado para conquistar toda la región, se enfurece y va a pedir explicaciones al rey Cotys.
El rey le paga el oro prometido y le dice a Hércules que ya no necesita sus servicios, con una clara amenaza implícita, de matarle a él y su grupo si intentan hacer algo en contra suya. Hércules y su grupo rodeados de soldados, cogen el oro entre todos y salen del palacio.
Hércules quiere volver a cambiar la situación.
Autólico quiere coger el dinero y salir de aquí.
Anfiarao, Tideo y Iolaus, van a seguir a Hércules sea cual sea su decisión. Atalanta quiere venir a pedirme ayuda, pero las últimas veces apenas ha podido hablar conmigo y tiene dudas de si la ayudaré.
Cuando va a ir en mi busca, Hércules la detiene y le dice.
No creo que te ayude, no se arriesgará a enfurecer al rey en su ciudad y poner a su grupo en peligro a cambio de nada.
Ella se enfada y contesta, que si la hubiera escuchado antes, cuando yo la avisé, esto no habría sucedido.
"El tenía razón, pero ahora es demasiado tarde y el ya no quiere hablarme." (Atalanta)
De mala gana va con el grupo de Hércules que ha decidido darse la vuelta y enfrentarse a Cotys. Tras una breve lucha son rodeados y detenidos para ser ejecutados, ya que son totalmente predecibles y les estaban esperando.
La princesa Ergenia y su hijo también son encarcelados. Los van a ejecutar por traición.
Yo conozco todos sus movimientos y acciones, ya que les estoy siguiendo con mis cuerpos invisibles. El rey Kotys se ha aliado con el rey Euristeo, viejo conocido de Hércules y el causante de la pérdida de su familia.
Los dos van a presenciar juntos las ejecuciones de todos en las mazmorras del palacio. Euristeo quiere que Hércules les vea morir y está viendo la ejecución, con los mismos lobos, que cree que mataron a la mujer de Hércules. Le cuenta a Hércules como el ordenó a sus hombres que lo drogaran, y que los guardias le digeron como moría su mujer devorada por los lobos junto con sus hijos y tu hija pequeña.
A la princesa la quieren ejecutar en primer lugar, y la colocan en el tajo del verdugo.
En una última llamada de auxilio, Ergenia que ve a Hércules derrumbado sin posibilidad de ayudar, grita mi nombre pidiendo ayuda llorando.
En ese momento. Hago una entrada épica, haciendo volar una puerta de metal de mazmorra, que aplasta a varios guardias en su trayectoria.
Veo que necesitas algo de ayuda princesa. He decidido no quedarme más tiempo al margen como me pediste, ahora haré las cosas a mi manera.
Todos se sorprenden de verme, varios de los soldados corren hacia mi. Los ignoro como si no estuvieran y avanzó hacia la plataforma de ejecución. De un manotazo, como si espantara una mosca, golpeo a los guardias que se acercan. Son golpeados, se estampan contra la pared y caen al suelo para ya no levantarse más.
"¿Qué estas dispuesta a dar por salvar tu vida y la de tu hijo? Te ofrecí una vez mi ayuda y la rechazaste. También te advertí que si te iba a ayudar en el futuro, sería un alto precio.
"Cualquier cosa, lo que sea que me pidas te lo daré, pero salvanos." (Ergenia)
En ese momento el verdugo deja de perder el tiempo y va a cortarle la cabeza antes de que pueda llegar a donde está. ¿Piensa que no se pueden arrojar las armas o algo asi?
Le arrojo una espada de los soldados que he matado hace unos momentos y muere momentos antes de terminar su tarea, con incredulidad.
"¿Atalanta, estarás dispuesta a seguirme si salvo a tus compañeros?" (yo)
"Ayudanos y te seguiré de ahora en adelante.
"Te lo aseguro, hoy ninguno de ellos morirá y serán libres de hacer lo que quieran en el futuro." (yo)
Libero del tajo del verdugo a Ergenia, la cargo como una princesa y le digo.
"No solamente os voy a salvar a ti y a tu hijo Arius. Tu hijo heredará el trono de Tracia que tenía su padre." (yo)
Saco a Enkidu de la puerta de babilonia de mi alma y controlo la punta afilada a gran velocidad. En un parpadeo atraviesa el corazón de todos los soldados del calabozo, sólo dejando al rey Cotys y el rey Euristeo vivos y temblando de miedo.
Recojo la cadena y los cuerpos inertes se desploman como marionetas sin cuerda. Con la misma cadena rompo las cadenas y puertas que retienen a todos los detenidos.
"Hércules, ahí tienes al asesino de tu mujer, que te drogó y la asesino con esos mismos lobos. Hércules con gran ira recuerda todo lo que pasó ese día. Como Euristeo mató a su mujer y a sus hijos. Carga contra el y lo mata allí mismo.
El rey Cotys sale huyendo de la prisión y va a reunir al ejército a las puertas del palacio. Le dejó huir, así puedo acabar con el delante de todos sus hombres.
Salgo con todos y en la plaza frente el palacio, está el rey con todos sus soldados en formación. El rey está sujetando por el cuello al hijo de Ergenia, Arius. Amenazando con matarlo si no nos rendimos y nos entregamos.
Ergenia me mira suplicante para que salve a su hijo. Siempre cumplo con mis promesas. Doy un paso adelante y grito.
"Suelta al niño y rindete Cotys, está es la única oportunidad que te doy de rendirte." (yo)
"Jajajaja estás rodeado y me pides que me rinda, debes estar loco." (Cotys)
Capturar.
Arius desaparece de las manos de Cotys misteriosamente. Acto seguido lo libero y el niño vuelve a aparecer justo delante de mí.
"Ahora pequeño, ve con tu madre y deja que yo me encargue del resto." (yo)
Los dos se abrazan y Ergenia me da las gracias llorando.
Grito en alto para que todos los soldados me escuchen, están en estado de sock por lo que acaban de ver.
"Aquellos que no se rindan morirán. Aquellos que juren lealtad al Rey Arius, hijo de Ergenia y el antiguo rey, se salvarán. Arrodillarse ante vuestro verdadero rey." (yo)
Con otro de mis cuerpos he guiado a mis mujeres en formación y hemos rodeado la plaza. Dan un golpe en el suelo con los escudos y asustan a los soldados. Muchos de ellos se arrodillan de inmediato como acto reflejo, y por efecto dominó, al ver a sus compañeros arrodillarse, todos menos la guardia personal de Kotys y el propio rey Kotys se postran en suelo jurando lealtad.
Mi cadena les atraviesa limpiamente el corazón en una fracción de segundo y caen al suelo cuando la retiro, como si hubiera cortado las cuerdas de una marioneta.
Los soldados están asustados y agradecidos de haberse arrodillado a tiempo.
Me vuelvo y me dirijo a la princesa Ergenia.
"Es hora de saldar nuestra deuda pendiente, Ergenia. Has dicho que me darías lo que te pidiera. Lo que quiero eres tú misma. Vendrás conmigo y con mi grupo." (yo)
Miro hacia el grupo de Hércules que no han tenido la oportunidad de reaccionar hasta ahora.
"Atalanta tu también vendrás conmigo. Os dejo tener algo de tiempo para despedirnos." (yo)
"Hércules y el resto del grupo, me gustaría que seáis los regentes y educadores del niño para que sea un buen rey en ausencia de su madre." (yo)
No acepto un no por respuesta. Reúno a mís mujeres que están aún en formación.
"Levantad el campamento, cuando terminéis de recoger volveremos a casa." (yo)
Rompen filas y se ponen a trabajar.
Le digo a las dos que tienen hasta que las demás desmonten el campamento para despedirse y les doy un poco de tiempo a solas.
Unas horas después. Vengo a buscar a las dos. Una esta en el palacio abrazando, animando a su hijo y animandose ella misma.
"No es tan trágico, aunque no es muy probable que os volváis a ver, podéis estar seguros que ambos vais a estar bien, aunque estéis separados. Lo siento niño pero tu destino es ser rey y el de tu madre es estar a mi lado." (yo)
Dejamos al niño que llora y vamos a a buscar a Atalanta. La encuentro con el mapa.
Esta reunida con su grupo. La intentan convencer, de huir o pelear para evitar que la lleve conmigo.
Atalanta se despide, deseando suerte a sus antiguos compañeros y viene a mi lado
Los tres llegamos al lugar donde están mis otras mujeres, que ya me están esperando.
Creo un portal y todas entran. Regresamos a casa.