Capítulo 706: Esclavo (1)

"Mi señor, hemos encontrado indicios de movimientos en el bosque junto a una pequeña concentración mágica" - dijo un elfo mientras miraba al líder Verbergen.

"¿Concentración mágica?" - repitió Ulfric mientras fruncía el ceño - "¿Desde qué dirección?"

El elfo sacó un mapa y apuntó a una zona al noreste de Verbergen, solo para notar como Ulfric fruncía el ceño - "¿Sucede algo, señor?"

"Esa zona da directamente con Raisen, o sea, no debería de haber una concentración mágica tan clara" - dijo Ulfric mientras le indicaba al elfo que llamara a los demás concejales porque tenía un mal presentimiento.

Cuando vio que estuvo solo, él rápidamente usó un encantamiento para intentar contactar con los espíritus del bosque, los cuales respondieron luego de unos pocos segundos - "Hermanos del bosque, quiero que me digan lo que saben"

Un briza delicada pasó por delante de la nariz del elfo, quien tenía los ojos cerrados, como si estuviera escuchando el sonido de la naturaleza.

"Ulfric, espero que esto sea serio porque estaba realizando los preparativos para el festival de los espíritus" - dijo una joven mujer con alas en vez de brazos y talones en vez de pies.

"Es obvio que es importante" - respondió Ulfric con seriedad mientras entrecerraba los ojos - "Mucho más importante que el festival, Mao"

"¿Qué es lo que sucede?" - preguntó Sif, el nuevo líder del clan de los tigres luego de que Zel fuera obligado a dejar su puesto por los constantes roces que había tenido contra los miembros del clan Haulia.

"Uno de mis subordinados encontró una concentración mágica cerca del área exterior del mar de árboles" - respondió Ulfric mientras fruncía el ceño - "Los espíritus del bosque me informaron que encontraron una presencia demoníaca"

La mirada de los líderes de los clanes más importantes de Verbergen abrieron los ojos, sorprendidos por esta noticia, después de todo, era conocimiento general que el mar de árboles tenía el extraño poder de alejar a los humanos y monstruos por partes iguales, a menos que tuvieran una forma concreta de poder pasar por las constantes ilusiones que podrían considerarse como la última línea de defensa de su reino.

"¿Lo que dices es cierto?" - preguntó Mao con el ceño fruncido - "Porque de ser así, entonces tenemos que prepararnos"

"¿Prepararnos?" - repitió Sif mientras fruncía el ceño - "¿Dices que nos van a atacar?"

"Es posible, incluso no me sorprendería de que fueran los demonios" - respondió Mao con seriedad - "Acabo de recibir la información de que el reino de los humanos fue atacado por ellos y terminaron siendo derrotados"

"Es bueno escucharlo, pero eso no explica por qué dices que ahora seguimos nosotros, esta puede ser una mera coincidencia" - respondió Sif con seriedad.

"¿Por qué estás tan reacio a la idea de que es posible que nos ataquen?" - preguntó Guze, u enano anciano y líder de su clan, así como el maestro forjador más grande de Verbergen.

"Es solo que no tiene sentido, o sea, los demonios acaban de sufrir una cruda derrota contra los humanos y nosotros somos superiores a ellos, así que es una ridiculez que ahora vengan a morder nuestras posaderas" - respondió Sif con seriedad mientras los líderes menores asentían a sus palabras - "Dime, líder Mao, ¿Cuáles fueron las pérdidas de los demonios?"

"Inconmensurables, perdieron gran parte de su ejército" - respondió Mao mientras fruncía el ceño.

"¿Lo ven? Es imposible que los demonios nos ataquen" - dijo Sif con orgullo - "¡E incluso si ese fuera el caso, los humanos lograron aniquilarnos, nosotros que somos seres superiores también lo haremos, y los daños serán mucho peores!"

Ulfric frunció el ceño mientras sentía que había algo raro en todo esto - "Quiero que inicien los preparativos para defender Verbergen lo antes posible"

"Entiendo, les diré a nuestras fuerzas que entraremos en nivel 2 de precaución contra enemigos" - dijo Guze con seriedad, después de todo, él era de las personas que no le gustaba arriesgarse.

"Mao, quiero que mantengas a un grupo de harpías en el cielo todo el tiempo en caso de movimientos extraños en el mar de árboles, los espíritus no me han mentido en toda mi vida, y esta no será la primera vez" - dijo Ulfric con seriedad.

Los ancianos se miraron entre ellos porque podían recordar todas las veces en la que Ulfric había salvado a algunos habitantes de Verbergen que habían sido secuestrados por humanos cerca del borde del mar de árboles.

"Ok, si esas son tus órdenes, las cumpliré sin problemas" - asintió Mao mientras se cruzaba de alas.

Sif se quedó en silencio mientras chasqueaba la lengua, sin notar cómo Ulfric lo estaba mirando con el ceño fruncido.

"Si eso es todo, supongo que voy a iniciar mis preparativos" - dijo Sif mientras se levantaba de su asiento.

Los demás líderes de clan y ancianos que estaban a cargo de Verbergen, se retiraron uno detrás de otro, dejando en la habitación solo a Ulfric y a Guze.

"¿Sabes por qué Lua no apareció para la reunión?" - preguntó Ulfric mientras miraba a su viejo amigo.

"No tengo idea" - respondió Guze mientras sacaba una pipa y empezaba a fumar - "También me confundió su ausencia, más cuando él es de los primeros en aparecer"

"Esto me trae muy mala espina" - dijo Ulfric con el ceño fruncido - "Necesito que me hagas un favor"

"Solo tienes que decirme qué es lo que quieres, y yo lo haré, viejo amigo, recuerda que tu has salvado mi vida más de una vez" - sonrió Guze mientras miraba al actual líder de los elfos de Verbergen.

"Gracias" - sonrió Ulfric, aunque su expresión rápidamente cambió a una seria - "Quiero que investigues todo lo que puedas sobre Sif, y si puedes, quiero que intentes contactar con Lua, su ausencia es preocupante"

"Lo haré de inmediato" - dijo Guze mientras salía de la habitación.

Ulfric se quedó en silencio mientras sentía como los espíritus empezaban a alborotarse por un motivo desconocido, como si una enorme sombre estuviera posándose sobre su hogar - "Les prometo que Verbergen no caerá, nosotros protegeremos nuestro hogar"

* * * * *

"¡Lo siento, mi señor!" - exclamó Sif mientras agachaba la cabeza ante la proyección que estaba delante de él. Por su expresión de terror, era obvio que este desconocido era alguien que lo había atormentado por días, incluso era posible que años.

El líder del clan de los leones había enviado a sus subordinados a otro lado y rápidamente contactó con su maestro.

[Tranquilo, este no fue un error tuyo...]

"¡No, fue mi error porque no logré que ellos desistieran con sus defensas!" - exclamó Sif mientras temblaba con un rostro pálido.

Su expresión de dominancia había desaparecido, el valiente león no estaba por ningún lado, ahora solo estaba un asustadizo gatito.

[Hmm... ¿En serio?]

Sif asintió con debilidad mientras se mordía el labio, solo para empezar a soltar gritos de dolor - "¡Argh!"

[Supongo que tendré que castigarte entonces]

"¡Lo siento, lo siento, maestro!" - exclamó Sif con lágrimas en los ojos mientras convulsionaba en el suelo.

[Bueno, al menos hiciste el trabajo a medias, lograste capturar a uno de los ancianos y retrasaste los preparativos para la guerra, eso es algo que tengo que apreciar]

"G-Gracias, maestro..." - murmuró Sif mientras se mordía el labio.

"Bueno, quiero que mates rápido al anciano y pongas a uno de sus leales subordinados en su lugar, con eso podremos entorpecer aún más los preparativos de Verbergen]

"Esta vez no fallaré, maestro" - respondió Sif mientras levantaba la mirada con dificultad.

[Espero que así sea, porque si me fallas de nuevo, no habrá nadie que salve a tu tribu de la crueldad de los demonios]

"¡H-Hai!" - exclamó Sif mientras golpeaba el suelo con su cabeza.

[Recuerda, esta es tu última oportunidad...]

Sif lentamente levantó la cabeza al ver que la proyección había desaparecido, posiblemente para prevenir que los elfos detectaran la distorsión mágica producida por la magia de comunicación de alta distancia que usaba como catalizador la marca de esclavitud que tenía en su espalda.

Sí, Sif, el actual líder del clan de los leones, no era más que un mísero esclavo de uno de los generales demoníacos, el cual había sido "liberado" para poder servir como espía entre los altos mandos de Verbergen.

Sif lentamente se levantó y caminó hacia una de las paredes de la habitación, solo para sacar un extraño libro, y en el proceso, abriendo un pasadizo secreto.

El líder de los leones rápidamente llegó a una nueva habitación, a la cual entró sin mucha complicación.

"Verbergen no caerá" - murmuró una voz masculina.

Sif entrecerró los ojos antes de apretar los dientes y caminar con fiereza contra el responsable de estas palabras, un herido hombre con orejas de zorro rotas y una larga cola esponjosa cubierta de sangre.

"Eso es lo que tú piensas, anciano Lua" - dijo Sif mientras gruñía con fiereza y tomaba la cabeza del líder del clan de los zorros.

Lua abrió los ojos con dificultad, solo para lanzarle una mirada de odio al traidor - "¡¿Cómo te atreves a traicionar a tu hogar?! ¡Ugh!"

"Te recomiendo que no enojes más a la persona que tiene tu vida en sus manos" - dijo Sif con neutralidad mientras le daba un firme golpe en el estómago que hizo vomitar al hombre zorro - "Volvamos al principio, quiero que me digas todo lo que sabes sobre la seguridad de Verbergen y prometo darte una muerte rápida e indolora"

"Jódete" - gruñó Lua con desdén, solo para soltar un agudo grito de dolor.