Un paso.
Alice abrió una bolsa de papitas y observó al grupo de estudiantes.
"¿No nos ayudarás?" Preguntó Dalia con una expresión difícil.
Pasando de mirar a esa joven, Alice esta vez les dio un vistazo a los oponentes de hoy.
Estaban en una batalla grupal y el equipo que le había tocado enfrentar era un grupo con un Rango A, cuyo nombre desconocía.
Un rango A y cuatro Rangos B.
Eran estudiantes de tercer año, así que era normal que Dalia se sintiera nerviosa y más cuando Alice había comentado que no participaría.
"No. Ustedes pueden encargarse de este trabajo." Respondió Alice sin cambiar de opinión.
Dalia abrió y cerró su boca ante su negativa y fue Clémentine que le puso una mano en el hombro para animarla.
"Ten un poco más de confianza en nuestro equipo. Incluso si no ganamos solo tenemos que esforzarnos para superar nuestros límites." Dijo Clémentine con un tono serio y una sonrisa animada.
"Únicamente podemos mejorar recibiendo una paliza." Señaló Nicole mientras se estiraba.
"Eso suena mal." Murmuró Leslie ajustando su rifle de francotirador.
El tono indiferente que usaban dio la impresión de que era arrogancia, no obstante, en realidad eran sinceros con el deseo de mejorar en la práctica y no ganar.
"Tch… ¿Nos están menospreciando?" Dudó unos de los estudiantes del otro lado.
Estaban en medio del campo de batalla y si bien no había dado inició el combate, ambos equipos podían escucharse.
Y para terceros que escuchaban el modo en el que el grupo conversaba, se sintió como menospreciar.
Un combate de cinco en contra cuatro usuarios de habilidades, eran ellos quienes tenían la ventaja numérica.
"Guarda silencio. Cada uno hace lo que desee." Respondió el líder de Rango A, comprendiendo la situación.
El líder era un arquero de Rango A y Alice podía ver que estaba respirando aliviado al darse cuenta de que ella no estaba participando.
Era cierto que los enfrentamientos grupales no tenían límites y había diferentes rangos conformando el equipo, pero su grupo tenía dos Rango A y estaba luchando contra un Rango A.
Era una desventaja que normalmente la experiencia de dos años equilibraría… Esa era la idea general y Alice suponía que si entraba le facilitaría demasiado el combate al grupo.
Si ellos deseaban aprender, ella no necesitaba estar involucrada y por tal razón se retiró dejando su equipo en desventaja numérica.
En parte tenía confianza en que los estudiantes de su grupo eran fuertes, así que prefirió mirar.
"¡Esta batalla será interesante!" Exclamó el anfitrión y mirando a los estudiantes, anunció. "Pueden prepararse."
Los dos grupos se fueron a sus rincones en la arena.
La arena de los combates grupales era un área de unos cien metros y gracias a que usaban una arena de entrenamiento de alta tecnológica, el escenario elegido para hoy fue una llanura con árboles.
Gracias a los efectos holográficos ellos eran capaces de ver un sol y las nubes a pesar de que estaban bajo tierra.
Tales efectos le daban realismo al escenario y emoción al combate.
"Seré francotirador." Aviso Leslie sacando su rifle de francotirador.
Era el mismo rifle que había utilizado durante las prácticas, ya que lamentablemente en este primer combate no tenía un arma nueva.
Sin embargo, estaba equipando su armadura y todo el equipo era de muy alta calidad.
Esa era otra ventaja por la cual Alice decidió retirarse.
Era cierto que la barrera de esta arena reduciría la eficacia de las armas y armaduras a un nivel general, pero tener buen equipo era una gran ventaja.
Dalia era la única con un equipo ligeramente inferior.
Los oponentes también tenían un equipo decente, aunque era solo eso, decente.
Limitar el torneo con armas y armamento básico solo sería una broma y una desventaja evidente para los mecánicos.
Por tal razón que las batallas grupales no había reglas con respecto al equipo, al menos no tanto como en los combates individuales.
La academia esperara que todos pudieran mostrar sus capacidades y dieran lo mejor de sí para ganar.
El mundo afuera era un lugar en donde era común encontrarse con oponentes con equipos superiores o que su fuerza dependía de su dinero, restringirlos el escenario en pos de la igualdad, llevaría a que terminaran muy mal cuando salieran a la realidad.
Ninguna persona que desee ganar actuaria de forma justa.
Ambos equipos se miraron desde lejos y el otro equipo se preparó.
El mago de tierra sacó su varita, el espadachín desenfundo su espada y los dos luchadores se pusieron en posición, mientras el arquero de rango A, preparaba su arco.
"Nicole resiste con los dos luchadores. Leslie trata de reducir a los enemigos mientras que Dalia se centrara en el mago. El arquero y el espadachín serán míos." Ordenó Clémentine con un tono serio.
Las líneas de su ajustado traje de combate empezaron a brillar dejando a la vista que estaba controlando su cuerpo con su habilidad.
Nadie se quejó de esas órdenes y la única que estuvo nerviosa fue Dalia.
Para los demás estudiantes que enfrentaron una situación cercana a la muerte, este enfrentamiento era un asunto menor.
"¡Que comience la batalla!"
Con la orden del anfitrión, el primero en moverse no fue Leslie, fue el arquero de Rango A.
Una poderosa flecha fue enviada a su grupo a una alta velocidad y quien la recibió fue Clémentine que, levitando en el aire, atrapó la flecha con su telequinesis.
Enviándola de vuelta a sus oponentes.
*Bang*
Al mismo momento, Leslie disparó su rifle de francotirador en dirección del grupo enemigo y en respuesta, el mago de tierra levantó un muro del suelo.
*BOOM*
La bala no era penetrante, sino que era una bala explosiva que destruyó la muralla y envió una nube de polvo al grupo enemigo.
Los luchadores y el espadachín empezaron a correr tratando de acortar distancia.
Su grupo en vez de quedarse en el mismo lugar también se adelantaron con Clémentine y Nicole al frente.
Dalia fue la siguiente en realizar un hechizo y conjuró una barrera de aire alrededor para tratar de interrumpir al arquero enemigo que trataba de rodearlo.
*Bang*
Leslie volvió a disparar al mago enemigo y este tuvo que defenderse, impidiendo que se moviera.
El mago que fue presionado, se concentró en protegerse, creyendo que su equipo ganaría la ventaja cuando acortaran distancia.
Lamentablemente, esa esperanza no duro demasiado.
"¡Voy!" Exclamó Nicole y arremetió en dirección de los luchadores.
Las flechas volaron para interponerse en su camino y Clémentine se encargó de atraparlas y lanzarla al espadachín para detenerlo.
Era una poderosa psiónica cuando era un simple rango B y ahora al ser un rango A era un más fuerte.
Nicole aprovechó la ventaja que le dio su compañera y chocó sus puños en contra de unos de los luchadores, entonces recibió el golpe del otro luchador en su hombro.
Ella retrocedió hacia atrás.
"Eso no fue tan doloroso." Murmuró Nicole al darse cuenta de que fue menos doloroso de lo que esperaba.
Siempre entrenaba con Aurora tratando de mejorar cada día más y aguantando palizas dolorosas.
Nicole ese día durante la misión Asalto, no pudo hacer nada para apoyar a sus compañeras y fue un día difícil para ella.
Como una luchadora Nicole tenía el deber de proteger a sus compañeros, y la falta de fuerza la hizo sentir impotente, por tal razón se esforzó.
Y como esa vez que saltó para proteger a sus compañeros, esta vez en este combate hizo lo mismo, sin importarle si tenía que recibir una paliza.
Sus puños empezaron a ser cubiertos por relámpagos cuando el encanto en sus guantes se activó y ella cargó contra esos dos luchadores.
Los luchadores trabajaban bien juntos y suprimieron a Nicole de inmediato y aunque el dúo se esforzó, no pudieron derrotarla.
Suprimir no significaba ganar y Nicole no era alguien tan débil como para rendirse ante algunos golpes.
Su barrera de vez en cuando se rompía y ella sin poder esquivar los ataques tenía que recibirlo con su cuerpo y aunque gruñía de dolor, se volvía a levantar.
Luchando sin rendirse, tomando el rol de luchadora de primera fila, sabiendo que sus compañeros dependían de ella para no verse desfavorecido.
Clémentine estaba luchando con el espadachín, esquivando los ataques mientras controlaba su cuerpo con telequinesis y a la vez protegía a sus compañeros de las flechas del arquero.
A veces la atrapaba y cuando a las flechas eran ataques poderosos creaba fuertes barreras.
Su capacidad mental, y control sobre su habilidad progresaba a una velocidad aterradora gracias a la presión y responsabilidad de sus tareas.
Era un genio talentoso y alguien que se esforzaba a cada momento, sin sentirse arrogante por su progreso.
Esa clase de persona era Clémentine y esa personalidad se demostraba con su esfuerzo.
Leslie por su parte disparaba al mago para contenerlo y cuando tenía un respiro disparaba al espadachín, reduciendo la presión de Clémentine, permitiendo que su compañera contraatacara.
Sin embargo, el ataque que liberaba Clémentine, era repelido por el arquero disparaba desde la distancia.
Ambos equipos estaban restringiéndose entre ellos y el problema era que hasta ahora tres miembros están soportando el ataque de cinco personas.
Dejando ver que su grupo seguía teniendo una ventaja frente a sus oponentes.
Esa era Dalia, que estaba lanzando hechizos rápidos con su varita.
Alice que estaba mirando la situación comprendió cuál era el plan.
Esos hechizos de Dalia, eran hechizos guardados en la varita que utilizaba.
Estaba tratando de engañar a su oponente mientras preparaba un hechizo más fuerte.
La batalla siguió de la misma forma mientras cada grupo esperaba su momento.
Tal vez si alguien se cansaba o cometían un error… Podían ganar.
Esos pensamientos atravesaban a cada uno de los presentes, pero ambos demostraron una alta experiencia y paciencia.
Los estudiantes habían pasado por una práctica difícil, mientras que el grupo de tercer año ya tenía experiencia en el mundo real.
Si bien ellos en su práctica no tomaron misiones como la que los estudiantes hicieron, en sus diversos años de la academia, obtuvieron experiencia de múltiples fuentes.
Lamentablemente, ninguno de los dos cometió errores decisivos y Dalia al darse cuenta de que el cansancio se acumulaba, actuó.
"Voy por el espadachín…"
Extendiendo un susurró con un hechizo de comunicación de magia de aire, Dalia observó al mago enemigo que estaba intentando atacar atrás de su domo de piedra.
"[Cañón de Aire]!" Exclamó Dalia lanzando su hechizo.
Desde su varita un poderoso hechizo fue lanzado directamente al domo.
Un gran número de flechas llegaron desde el arquero que trataba de generar presión para que el mago no cayera.
*BOOM*
El cañón de aire destruyó la muralla empujando al mago que aprovechó el apoyo del arquero para tirarse al suelo, queriendo esquivar los ataques posteriores.
Las flechas golpearon la barrera psiónica de Clémentine, sin embargo, Leslie no disparó al mago que estaba tirado en el suelo.
Apuntó directamente al espadachín que tenía como objetivo a Clémentine.
*BANG*
Con los módulos en su rifle de francotirador y usando una bala potente, Leslie apretó el gatillo.
No estaban tan lejos el uno del otro y su puntería fue excepcional a la vez que su disparo fue poderoso y rápido.
"Ugh…"
El disparo golpeó el hombro del espadachín y a pesar de que su cuerpo estaba reforzado con energía mágica, la barrera de la sala de entrenamiento tuvo que intervenir para reducir el daño de ese disparo mortal.
Aun así, el espadachín giró como un trompo por el aire y cayó al suelo inconsciente.
La expresión de los oponentes cambió ante ese ataque digno de pertenecer a un Rango A.
Leslie no dio una expresión orgullosa, sino que sostuvo el hombro con una expresión de dolor.
Ese ataque era una carta de triunfo y el problema era que el retroceso era lo suficiente fuerte como para que, si no era curada, su eficacia en combate se redujera.
Era difícil levantar y apuntar un arma con un brazo lesionado y si bien podía apoyar, no como antes.
"Mierda…" Uno de los luchadores maldijo en nombre de todo el grupo enemigo.
Clémentine en vez de presionar al grupo enemigo, dirigió su atención al arquero que estaba a lo lejos.
El peligro provenía desde lejos y no tardo en revelarse.
El arquero había enviado una poderosa flecha que estaba rompiendo la velocidad del sonido.
*BOOM*
La flecha golpeó la barrera psiónica de Clémentine y el impacto fue tan fuerte que su barrera se rompió y fue empujada hacia atrás, logrando que saliera un poco de sangre por su nariz.
Fue un ataque tan potente que para defenderse tuvo que superar sus límites llevando a que la nariz sangrara.
"Dalia ten un duelo con ese mago de tierra. Leslie no te exijas demasiado y solo apoya a Nicole." Ordenó Clémentine y volviendo a flotar en el aire, añadió. "Yo me encargaré del arquero."
Apenas sus palabras terminaron ella liberó toda su fuerza mental levantando parte del suelo destrozado en el aire junto a ella.
Entonces con una señal de su mano envió todos esos escombros y rocas al arquero cuya expresión tembló.
Deseosa de demostrar todo su potencial psiónico, Clémentine se adelantó con un vigor y entusiasmo único.
Mientras que Leslie y Dalia, que quedaron atrás cumplieron la orden.
Leslie usó una pistola y sus discos eléctricos para acosar a los luchadores y Dalia empezó un duelo mágico con el mago de tierra que no pudo ayudar a su compañero caído.
Alice asintió satisfecha ante el desarrollo del combate.
Hubo errores y si los oponentes no hubieran subestimado a Dalia, entonces podrían haber tenido una oportunidad de dar vuelta el combate.
Lamentablemente, los estudiantes eran fuertes y sabían cómo presionar su límite, pero sobre todo trataban este combate como un asunto de gravedad.
No dejándose llevar por estar en un torneo.
El trío en vez de querer la victoria para ganar el torneo y que sean reconocidas, tenían un objetivo más grande que eso.
Buscaban volverse más fuertes por razones superiores a simplemente el 'reconocimiento' o 'fama'.
Alice estaba seguro de que, para ellas este torneo era un paso hacia sus objetivos y tales ideas la hicieron sonreír.
Después de todo, darle un objetivo para volverse más fuerte era lo que se buscó en las prácticas.