CAPÍTULO 282- Popularidad.
—¿E-era una Diosa?
Ah… Es difícil de creer que la vida pasada de Diana era una Diosa psicópata y acosadora, que se masturbaba observando a Kei, mi vida pasada.
Qué suerte que mi linda Diana no esté loca.
—Tu vida pasada era una Diosa… Vaya, vaya… Mmm… ¿Felicidades?
Regresamos a casa después de discutir un poco con Kei y sus novias.
—Mmm…
Drin, la novia de Kei, no deja de observarme… Qué incómodo.
—No… Podrás tener un alma más hermosa, pero mi cariño es más guapo que tú.
—N-no soy tan guapo, Drin. Daniel es muy guapo.
—Aunque creo que yo soy más guapo.- Dijo Dierk.
—¿S-ser guapo es importante?- Dijo Reikme.
—¡Podrán ser más guapos que yo, pero yo soy un Dios…! Bueno, lo era.- Dijo Crisfa.
Esto se puso incómodo… Ah… Nerka y Grisia, las novias de Kei, son Elfas… ¿Se molestarán si les pido permiso de tocar sus orejas puntiagudas?
—Entonces… ¿Planean quedarse aquí y esperar a Kei?- Dijo Diana.
—¡Sip! Esperaremos hasta que este idiota acepte regresar al mundo 1.
—¿A quién llamas idiota, asqueroso demonio?
—¡¿Asqueroso demonio?!
Ella me tomó del cuello.
—Kei me dijo que eras amable, pero creo que estaba equivocado.
—Tú comenzaste… Y perdón… No me gusta que me insulten.
—Drin, Daniel ha tenido experiencias perturbadoras con demonios. Tranquila.
Ella me soltó inmediatamente.
—¡Claro, cariño!
… Lame botas.
Me levanté de la mesa y estiré los brazos.
—Después de la paliza que me dio Kei, creo que merezco un descanso… Diana, ¿quieres ir al cine conmigo?
—¡Claro!
Diana y yo salimos del departamento.
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Después de que Daniel y Diana salieran, Reikme decidió hablar con Crisfa, sobre algo que se ha estado preguntando últimamente.
—Oye, Crisfa… ¿Por qué tus reencarnaciones siempre están destinadas a hacer algo importante? B-bueno, yo soy una excepción, pero Dierk, Kei y Daniel han hecho cosas increíbles… ¿Es una coincidencia o el destino?
—Mmm… No lo sé. Perdón por no saber la respuesta.
—N-no te preocupes.
Kei se sentó sobre la mesa y cruzó los brazos.
—Daniel no aceptará… La vida que tiene en este mundo es muy buena… Me gustaría que el Dios supremo escogiera a otra persona… Sandro podría hacer un gran trabajo. Nem era una chica increíble, estoy seguro que su reencarnación es igual de increíble.
—Pero el Dios supremo lo escogió específicamente a él. No hay nada que podamos hacer.- Dijo Dierk.
—… Ah… Qué complicado… Drin, Nerka, Grisia, ¿les gustaría escuchar la historia de Daniel? Es más corta que la nuestra, pero es menos cliché que la nuestra.
—¡Claro, cariño!
—Aunque ese tipo es molesto, es tu reencarnación. Estoy segura de que su aventura fue increíble.
—Por favor, cuenta su historia.
Dierk sonrió y abrazó a Kei.
—Vaya, vaya. Realmente eres mi reencarnación, Kei. Yo también era muy popular con las mujeres.
—Fufu. Y terminaste con un hombre. La vida es un misterio.
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Ha pasado más de una semana desde mi pelea con Kei. Sus novias usaron magia de transformación para no resaltar. Ahora parecen chicas humanas normales y viven en el mismo edificio de departamentos… Tuve que pagarles el alquiler, la comida, etcétera. Maldita sea, me quedé sin fondos… Pero gracias a eso, Kei siempre está con ellas y dejó de molestarme.
—¿No se nos olvidó comprar nada, Daniel?
—Mmm… Creo que no.
Tomé de la mano a Diana y le sonreí.
—Vamos a casa.
—S-sí.
Qué adorable se ve sonrojada.
—Eres muy adorable… Es difícil de creer que tu vida pasada haya sido una Diosa loca.
—Ah… Es difícil de creer… Mi vida pasada estaba loca… Pero ella estaba enamorada de Kei… Y sus reencarnaciones se enamoraron de nuevo… Eso es muy romántico, Daniel.
Diana puso su cabeza en mi hombro.
—Supongo que es el destino.
—… Aunque… Kei dijo que Nirfa, Lina, Sandra, Seiya y Sandro, son las reencarnaciones de sus novias... Me siento mal.
—¿Por qué?
—Yo... Yo quería compartirte con ellas... Me siento como una egoísta. Ellas estaban destinadas a estar contigo.
—... Oye, se supone que debes estar feliz... Yo no estoy de acuerdo con el harem... Yo te amo a ti, Diana. Quiero tener una vida normal contigo...
Sentí un escalofrío y me detuve.
—Ah... Sandro es la reencarnación de una de las novias de Kei... Qué asco. Por un momento me imaginé una escena algo perturbadora.
Comencé a caminar de nuevo.
—Diana, yo te amo solamente a ti... Amo a las otras chicas porque mi alma está destinada a estar con ellas, pero yo rechazo ese destino... Solo quiero estar contigo, Diana.
Le acaricié la cabeza y sonreí.
—Hasta que la muerte nos separe... O hasta que te enamores de otro hombre y me abandones.
—¡Y-yo nunca haría eso!
Le acaricié la mejilla y acerqué mi rostro al de ella.
—Lo sé... Por eso te amo.
Comencé a besarla... Esta es la vida que quiero tener... Una linda novia... Amigos normales... Un mundo normal... Quiero tener esta vida por siempre.
—Vamos a casa.
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Pasamos caminando al lado de una tienda... ¿Eh?
Me detuve y miré la tienda... Están vendiendo una revista con... ¡¿Tan rápido?!
—Diana, espérame.
Le di la bolsa que tenía en la mano y entré a la tienda.
Tomé la revista... Vaya, vaya... Salgo bien.
Las fotos que me tomaron están en la portada... ¡Salgo en la portada de una revista de moda! ¿Debería sentirme feliz o nervioso? Mmm... 50/50.
Me dirigí al mostrador, para comprar la revista.
—Quiero comprar esto.
—C-claro.
La empleada observó la revista.
—¿Eh?
Tomó la revista y nos comparó.
—¡Uwaaaah! ¡Eres el de la revista!
—B-bueno... S-sí.
... Sí, me puse nervioso.
—¡¿Eres modelo?! ¡¿Me puedes dar tu autógrafo?!
—No soy modelo, solo soy un chico que quería tener dinero para comprar comida y seguir vivo por al menos un poco de tiempo más.
—¿M-me puedes dar tu autógrafo?
—Pero no soy famoso.
—Por favor.
—... Ah... Está bien.
—¡Gracias!
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Salí de la tienda y suspiré.
—Es difícil decir no.
—¿P-por qué te estabas tomando una foto con ella?
—¿Me viste? Lo siento, pero no pude negarme... Mira.
Le mostré la revista.
—Salgo en la portada... Eso me generará problemas.
—¡Genial! ¡Felicidades, Daniel!
Diana me abrazó... Soy un pervertido. Estoy disfrutando sentir sus pechos en mi pecho.
—Gracias... Volvamos a casa.
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—¡Baja, idiota! ¡Estoy abajo! ¡Me están disparando!
—¡L-lo siento! ¡Y-ya voy!
—¡Reikme, Daniel, Kei, me están rodeando! ¡Ayuda!
—¡Estoy ocupado!
... Qué ruidosos.
—Ya traje la comida.
Reika salió de la cocina y me abrazó.
—¡Bienvenido, Daniel!
—Hola, Reika.
—¡En la escuela, una profesora estaba viendo una revista que tenía tu fotografía! ¡Te volviste popular con las chicas de mi escuela!
—... Me volví popular con niñas de menos de 10 años... Qué perturbador suena eso.
—¡Debemos festejar tu popularidad, Daniel!
—Eso no se celebra. Solo lo hice por el dinero. No lo volveré a hacer.
—¡Chinga a tu madre! ¡¿Cómo me pudo matar así?! ¡Estaba detrás de una pared!
Le tapé los oídos a Reika.
—¡Idiota, no digas groserías, hay una niña aquí!
—D-Daniel, ya te dije que yo tengo...
—Los años que estuviste dormida esperando a que alguien te invocara no cuentan.
—... Es cierto... ¡Pero tengo 14 años! ¡Soy lo suficientemente madura como para...!
Saqué una bolsa de dulces de una de las bolsas de compras.
—... Para...
Está salivando. Fufu. Qué adorable.
—Las personas maduras no comen dulces, comen vegetales. Es una lástima que tú seas madura, ¿no? Te iba a regalar esta bolsa de dulces.
—¡Soy inmadura! ¡Soy una niña pequeña! ¡Dame, dame!
Ahhhh. Qué adorable es.
Le entregué la bolsa y le acaricié la cabeza.
—Qué linda.
Tocaron la puerta... Espero que sea Cris, debe ayudarme con la tarea.
Abrí la puerta... Es una mujer que no conozco.
—¿Sí?
—Me presento, mi nombre es Felicia y trabajo para una de las marcas de ropa más...
La... La... Lalala... Sentado debajo de un árbol... Bro... Nah... Naranja... Ya terminó de hablar.
Al fin. Me cansé de pensar idioteces.
—No me interesa. No soy modelo. Lo siento.
Cerré la puerta y volvió a tocar.
Abrí de nuevo.
—Escuche, no me interesa trabajar.
—Por favor, piénsalo. Toma.
Me entregó un documento.
—Estaré esperando su respuesta.
Se alejó caminando y cerré la puerta.
—... No me interesa.