Humanos contra demonios.
CAPÍTULO 225
-Tiempo atrás-
Sora (la guardaespaldas del rey Finder) está luchando contra el rey Finder en el jardín del castillo. No están entrenando, están luchando a muerte.
Él no es el verdadero rey, es un demonio.
—No sé por qué me tardé tanto en darme cuenta… ¡¿Qué hiciste con el verdadero rey?!
Sus espadas chocan y el demonio comienza a reír.
—¡Me lo comí!
—No quería usar esto… Jisas, hermano, lo siento…
Sus dientes se vuelven puntiagudos, sus ojos se vuelven completamente negros, sus brazos se transforman en patas de araña y le crecen cuatro pequeños ojos negros, dos en cada lado de sus ojos.
—Espera…
El demonio se aleja rápidamente de ella.
—¿Jisas? No… No eres Jisas… ¿Por qué tu poder mágico es idéntico?
Sora sonríe y se acerca a él.
—No nos parecemos, pero Jisas es mi… Era mi hermano mayor.
—¡¿Y por qué me atacas?! ¡Deberías de estar de nuestro lado!
—Mi hermano y yo somos demonios, pero somos buenos. No me interesa ayudarlos.
De su boca comienzan a salir cientos de pequeñas arañas rojas.
—¡Mierda!
Intenta escapar, pero Sora extiende sus brazos… O patas… Y comienza a dibujar una telaraña en el aire. Literalmente, dibuja una telaraña. Un brillo blanco sale de las puntas de sus patas, y con eso dibuja la telaraña.
—¡Magia de trampa: Telaraña!
Una enorme telaraña aparece frente al demonio y él impacta sobre la telaraña. Está atrapado, no puede escapar, lo intenta, pero la telaraña es muy pegajosa, es como un pegamento muy fuerte.
—Yo gané.
La telaraña se dirige a ella y se detiene frente a ella.
—Necesito información. ¿En dónde está Solfrar?
—No lo sé, y si lo supiera, no te lo diría.
Las pequeñas arañas suben a la telaraña y rodean al demonio.
—Sí, supongo que no eres un soplón… Eso me gusta… Sabes, mis hermosas arañas son especiales. ¿Sabes de qué se alimentan?
—No lo sé… ¿Insectos?
—Casi… Bueno, sí, pero también se alimentan de energía vital. Y también pueden alimentarse de la energía de las almas.
—Sufuco te encontrará y te matará.
—Sufuco… En la escuela me enseñaron sobre él… Sinceramente, no le tengo miedo.
Se aleja caminando y vuelve a su forma humana.
—Pueden comer. Buen provecho.
El demonio comienza a gritar del dolor y Sora observa sus manos.
—Daniel… Pronto volveré a verte.
-Presente-
Sora está colocando unas manzanas rojas sobre un pequeño altar. En el altar hay una foto de un hombre calvo y con lentes con forma de estrella (Jisas, personaje de "La dolorosa vida de Ángel".)
Está en una pequeña habitación vacía, y está arrodillada. Está usando un hermoso y cómodo vestido blanco, y su falda le llega a la rodilla.
—Hermano mayor, hace mucho que no hablamos… Siendo sincera, me arrepiento un poco de lo que hicimos… Creo que renunciar a nuestro destino celestial fue un error… Estarías vivo si no hubiéramos renunciado… Pero el hubiera no existe, lo hecho, hecho está… Ángel, el chico que te asesinó, murió… ¿Cómo lo sé? Un demonio me lo dijo… Tuve que torturarlo un poco, porque no quería hablar… Bueno... Sinceramente, yo no lo odiaba.... Golan me dijo que él pensaba que era el bueno… Era un chico con un destino complicado, pero al final, hizo lo correcto… Hermano mayor, no sé si decidiste reencarnar, pero si lo hiciste, espero que tu nueva vida sea divertida y alegre, como tú… Te extrañaré… Adiós.
Se levanta y cierra los ojos.
"¡Vamos, hermana, sonríe, no seas amargada!" "¿No quieres ir a la fiesta? ¡¿Estás loca?! ¿Nunca has ido a una fiesta en el mundo 15? ¡Son muy divertidas!"
Sonríe al recordar la voz de su hermano y abre los ojos.
—Cuando estaba triste, tú me hacías sentir mejor con tus chistes y tus abrazos… Cuando mi primer novio me engañó, tú lo golpeaste y me compraste un helado… Cuando nuestros padres murieron, tú me cuidaste… Estoy muy agradecida contigo…
Observa la foto por última vez y lágrimas comienzan a salir de sus ojos.
—Escuché rumores de que Daniel vive en un barco… Iré a visitarlo… Volveré y te traeré más manzanas… Adiós.