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CAPÍTULO 120- El inicio de la pelea.

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 120

(Mundo 1.)

Nirfa abre los ojos poco a poco y se da cuenta de que está sola en la habitación.

—¿Daniel?

Se levanta de la cama y sale de la habitación.

La abuela de Daniel está caminando por el pasillo, y Nirfa se acerca a ella. Rei está en la espalda de la abuela de Daniel.

—¡Abuela, ¿en dónde está Daniel?!

—No lo sé, no lo he visto en todo el día.

—¿Y por qué tienes su espada en tu espalda?

—No lo sé, cuando me levanté de la cama, la espada simplemente se me pegó en la espalda.

—Qué raro... Tal vez salió a entrenar.

—Es probable. ¿Quieres huevos o carne para desayunar?

—¡Quiero carne!- Dijo Nirfa con una gran sonrisa.

(Mundo 17.)

Es de noche, y todos estamos escondidos detrás de unos árboles, observando un enorme castillo, que está protegido por decenas, tal vez cientos de guardias. El castillo está protegido por enormes muros.

Por fin un castillo cliché de un Rey Demonio. Estaba cansado de ver castillos con casas alrededor.

—Mi padre se encuentra en el calabozo, siempre está ahí.- Dijo Charket.

—Siempre se encuentra ahí, torturando personas.- Dijo Dreiga.

Ah... Maldita sea... Espero no ver algo asqueroso.

—Vayan a sus posiciones, cuando pase un minuto, comienzan a atacar a los guardias. Sandro, confío en tu velocidad, así que, cuando pase el minuto, te diriges al calabozo, tal vez necesite tu ayuda.

—Confía en mí.- Dijo Sandro.

Tuve mis dudas al principio, pero te convertiste en la persona que más confianza le tengo... Bueno, la segunda. Nadie superará a mi abuela.

—Zei, hazlo.

Zei vuelve a su forma animal y de sus bocas salen espadas. Son dos espadas blancas.

Zei vuelve a su forma humana y bosteza.

—Usé toda mi energía mágica para crear espadas perfectas... Suerte, amo Daniel.

Se acuesta en el suelo y duerme.

—Es una pena que no puedas invocar tu espada, Daniel. Esa espada es muy poderosa.- Dijo Sandro.

—Sí, es una pena, pero estamos en otro mundo, creo que por eso no puedo.

Le doy una lamida a mis labios.

De que puedo invocarla, puedo, pero no quiero. El maestro debe proteger a mi abuela mientras no estoy.

Tomo una espada y Sandro toma la otra.

—Según Zei, su especie puede crear las mejores armas, que se alimentan de energía mágica, así que, entre más energía mágica usemos, más poderosas serán...

En todo mi cuerpo comienzan a salir rayos rosas.

—Aquí vamos... ¡Grein!

Me vuelvo invisible y me dirijo volando al castillo.

Todas se alejan corriendo y Sandro carga en sus brazos a Zei y se aleja corriendo.

—¿Qué tan poderoso será el Rey Demonio?- Dijo Sandro con curiosidad.

(Horas atrás.)

Sandro y Neka estaban sentados juntos, en una mesa... Hablando sobre algo importante.

—Ya veo... Es por eso que quieres matar a tu padre... Tu padre asesinó a tu hermano menor... Debió ser muy duro y doloroso para ti.- Dijo Sandro.

—Lo fue... Mi padre lo asesinó por simple diversión... Mi hermano quebró un jarrón antiguo, y como castigo, mi padre le quitó la piel, lo que provocó que su muerte fuera muy dolorosa... Él tenía 5 años... Mi padre es un demonio enfermo, que disfruta torturar a las personas... Aunque sea nuestro padre, mis hermanas y yo lo odiamos... Por eso queremos que muera... Es por eso que fui al mundo 1, pues existe un rumor entre los Dioses, dicen que en el mundo 1 existe un aventurero con un alma perfecta, un guerrero perfecto.

—Y ese es Daniel... Es guapo, tiene un alma perfecta y es un guerrero perfecto... Lo admiro, pero al mismo tiempo, lo envidio... Daniel lo tiene todo.

—Eres guapo, Sandro, no tanto como Daniel, pero lo eres... Daniel tiene un alma perfecta, lo que le permite aprender rápidamente, pero con esfuerzo, puedes alcanzarlo, Sandro.

—Esfuerzo... Mucho esfuerzo... Sabes, Neka, mi hermana también murió asesinada... Bueno, toda mi familia murió asesinada... Yo tenía solamente 10 años, pero logré derrotar a los asesinos... Me dejaron medio muerto, pero logré sobrevivir... Ahora tengo 23 años, y cada día entreno para volverme más fuerte... Pero desde que empecé a entrenar con Daniel, he mejorado demasiado en poco tiempo... Realmente estoy agradecido con él... Lo considero mi mejor amigo...

Sandro sonrió y se rió un poco.

—Un mejor amigo que me mató una vez.- Dijo Sandro sonriendo.

(Presente.)

Estoy bajando unas escaleras, mientras escucho el llanto de una niña y la risa de un hombre. El lugar está iluminado por antorchas.

Este lugar da miedo... Por favor, que no la esté violando. No quiero ver eso.

—¡Llora más, llora!- Dijo un hombre.

Sostengo con fuerza la espada con mis dos manos.

Maldito...

Termino de bajar, y observo a un anciano golpeando con sus puños el estómago de una pequeña niña, que tiene cadenas en sus piernas.

El anciano es calvo, no usa camisa, solo usa un pantalón negro y está descalzo. Para ser un anciano, tiene un buen cuerpo, no parece el cuerpo de un anciano, es demasiado fuerte.

La pequeña niña tiene colmillos, tiene el cabello negro y largo, ojos rosas y está usando un vestido rojo y roto... No... No es rojo... Era un vestido blanco, pero parece rojo por toda la sangre que ha perdido... Maldita sea.

El anciano está distraído golpeando a la niña, que no se da cuenta de mi presencia.

La niña se da cuenta de que estoy ahí y se me queda viendo.

Pongo mi dedo índice en mis labios, para que no diga nada.

—¡Vamos, vampiro, llora más!

Me dirijo corriendo rápidamente a él, y en menos de un segundo, le corto la cabeza con la espada.

El cuerpo y la cabeza del anciano caen al suelo.

—Sencillo.- Digo sonriendo.

Me agacho, dejo la espada en el suelo y rompo las cadenas de la niña con mis manos.

—Bien. No te haré nada malo.

Los rayos dejan de salir de mi cuerpo.

Me quito la camisa y se la doy.

—Ponte esto por mientras. Ese vestido apesta demasiado a sangre y está muy roto.

El cuerpo del anciano salta y me toma de la nuca.

—¡Muere!- Dijo la cabeza del anciano, que está en el suelo.

Me azota la cabeza en el suelo con una gran fuerza.

—Vaya, tienes buenos reflejos, chico.

Activé mi modo rosa justo antes de que mi cabeza chocara en el suelo.

—Debí destruir su corazón.- Digo enojado.

Comienza a azotar mi cabeza en el suelo rápidamente.

—¡Vamos, muere, muere, muere!

Ya está aquí.

Sandro se dirige a él e intenta atacarlo.

El anciano detiene la espada con su mano derecha.

—¡Ahora!- Dijo Sandro.

Está distraído.

Me levanto del suelo rápidamente y atravieso su pecho con mi puño derecho, destruyendo su corazón.

Tengo el rostro cubierto de sangre y mi cabeza ahora es rosa. Recibí demasiado daño.

—L-lo logramos.- Digo cansado y agotado.

—Ese era una copia.- Dijo la niña.

Los dos volteamos a verla.

—¿Qué dijiste?- Dijo Sandro.

Escuchamos a alguien bajar por las escaleras.

—Vaya, vaya, vaya...- Dijo la misma voz del anciano.

Recojo la espada del suelo y nos ponemos en guardia.

La niña se esconde detrás de mí, está temblando de miedo.

—No te preocupes, niña, te protegeremos.

El mismo anciano baja por las escaleras y se para frente a nosotros. Está vestido igual.

—¡¿Qué tal si empezamos de nuevo?!- Dijo el anciano.

—Tu nombre es "Nermel", ¿no? ¿Tienes unas últimas palabras?- Digo enojado.

—¡Eso te lo debería preguntar yo!

Extiende sus manos y un portal negro aparece frente a mí.

Una espada blanca sale del portal rápidamente y atraviesa mi estómago.

La punta de la espada está a punto de tocar la frente de la niña, pero tomo el filo de la espada con mi mano izquierda, evitando que le haga daño a la niña. Sangre de mi mano izquierda comienza a salpicar el suelo.

—¡Niña, aléjate!

Del portal salen guerreros con armaduras blancas y comienzo a atacarlos.

—¡Sandro, ataca a Nermel!

Sandro se dirige a Nermel y él se aleja de Sandro rápidamente.

—¡Salgamos a jugar, chicos!- Dijo Nermel riendo.

El portal desaparece y termino de derrotar a los guerreros.

—Niña, quédate aquí, vendré por ti, lo prometo.

—S-sí.

Próximo capítulo