CAPÍTULO 67- Una cita con una Diosa.

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 67

—¡Maisha, ¿eres tú?!

—¡Sí, soy yo, Daniel!

—C-cambiaste mucho

—¡Es para que los humanos de este mundo no me vean raro!

... Bueno... Eso tiene sentido... Supongo.

—V-vaya, vaya... ¿Q-qué haces aquí?

Maisha deja de abrazarme y se aleja un poco de mí. Ella me está observando con una mirada seria.

Vaya, vaya. Supongo que se trata de un asunto serio.

—Daniel, pedí permiso para decirte algo muy importante.

—¿Q-qué sucede?- Digo nervioso.

Por favor, que no sea algo malo.

Me toma de la mano derecha y me sonríe.

—¡Te lo diré después de nuestra cita, vamos!

¡¿U-una cita?!

—¡¿Cita? P-pero debo regresar al mundo 1.

—¡Le dije a Daniela que les dijera a tus amigos que tardarías en volver, vamos!

Ah...

Quería seguir entrenando... Pero ella es una Diosa. No puedo desobedecer a una Diosa.

—No puedo rechazar a una Diosa... Vamos.

Espero que sea rápido.

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Infierno del mundo 1.

Izuke está leyendo un libro que tiene una portada algo peculiar. La portada es un dibujo de Izuke y Sinfer juntos.

Está sentado debajo de un árbol rosa, en medio de un bosque con árboles rosa.

—Sinfer parecía bueno... No parecía tan malvado... Se enamoró de una mujer humana... Realmente no lo comprendo.

Saito aparece al lado de él.

—No está, también ocultó su alma, no puedo encontrarlo.

—Ya lo derroté una vez... Y supongo que debo derrotarlo una vez más.

—Ahora eres un Dios, no puedes hacerlo.

—Sí, lo sé... Si soy un Dios no puedo, pero si no lo soy, puedo hacerlo.

Izuke se levanta y le extiende su puño derecho a Saito.

—Renuncio a ser un Dios.

Saito sonríe y le acaricia la cabeza con su mano derecha.

—No puedes renunciar, y si lo haces, el Dios supremo te eliminaría... Confía en Daniel, estoy seguro de que logrará derrotarlo.

Izuke baja el puño y cierra los ojos.

—Daniel es parecido a mí... Supongo que debo confiar más en él.

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(Mundo 35.)

El mundo 35, es un mundo donde las mujeres predominan. Hace cientos de años, inexplicablemente, dejaron de nacer bebés del género masculino. Nunca se supo la razón por la que pasaba eso. Una empresa llamada: "Bebés Artificiales", creó una pastilla que deja embarazadas a las mujeres.

Hoy en día, no existe ningún hombre, solo existen mujeres humanas, los animales no fueron afectados, siguen existiendo los machos.

El mundo de las mujeres es muy moderno, parecido al mundo 15.

Maisha y yo estamos escondidos en un callejón oscuro, estamos en una gran ciudad.

—I-increíble, un mundo en donde no existen los hombres... Genial.

—Los mundos alternos son siempre diferentes de alguna forma. En el mundo 1 no puede existir la electricidad, pero existe la magia en su lugar.

—¿No puede existir?

—Los cuerpos humanos tienen magia, todo lo que genera electricidad naturalmente en tu mundo, es reemplazado por la magia en el mundo 1. Por ejemplo, los rayos son de magia.

—¡Increíble!- Digo emocionado.

—También existen mundos muy parecidos, pero también son diferentes. El mundo 1 y el mundo 43 son parecidos, pero en el mundo 43, solo un pequeño porcentaje de la población puede usar magia.

—Vaya, vaya... Ya veo... ¿Y en el mundo 1 todos pueden usar magia?

—Casi todos, existen personas que no pueden usarla.

—Supongo que es al contrario del mundo 43, en el mundo 1, solo un pequeño porcentaje de la población no puede usar magia... Interesante.

Realmente me gustaría conocer más sobre los otros mundos existentes... Parecen interesantes.

—Vamos, veamos el lugar.

... ¿No será raro? Soy hombre. Se supone que los hombres se extinguieron.

—Espera, soy hombre, será muy raro que me vean por aquí.

—Es cierto... Como hace mucho tiempo dejaron de existir hombres, a las mujeres ya no les interesó saber de ellos... Ya no existen mujeres que quieran ser hombres.

—Supongo que aquí nadie se cambia de sexo.

—Hace mucho tiempo se dejó de hacer eso, pues las mujeres ya no se interesan por los hombres... Ya nadie sabe cómo son... Pero no te preocupes, no te reconocerán, pensarán que eres una mujer.

—Supongo que sí... Vamos.

Salimos del callejón y las mujeres que están alrededor de nosotros voltean a vernos.

Todas se sonrojan cuando me miran.

... E-estoy seguro de que me reconocieron.

—M-Maisha, ¿estás segura de que no sabrán que soy hombre?- Digo susurrando y nervioso.

—Se supone que las mujeres ya no se sienten atraídas por los hombres... Mejor nos vamos.

Me toma de la mano y comenzamos a correr.

Ah... Su mano es tan suave.

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(Pov- Maisha.)

El poder de atracción de Daniel es realmente increíble.

Logró llamar la atención de mujeres que nunca habían visto a un verdadero hombre en sus vidas.

... El alma de Daniel es realmente hermosa... Ah, debo darme prisa y enamorarlo. No quiero que Desmolfer me gane... El Dios supremo nunca se equivoca... Si dijo que Daniel es mi verdadero amor, él lo es... ¡No permitiré que Desmolfer me lo robe!

—M-Maisha... ¿P-por qué entramos aquí?

Entré con Daniel a un callejón y me acerqué demasiado a él.

—Fufu. ¿Estás nervioso?

Puse mi mano sobre la pared, al lado de él. Una clásica pose... Aunque se supone que Daniel debe estar en mi lugar.

—U-un poco... C-cualquiera lo estaría. E-eres muy hermosa y, aunque no lo parezca, soy muy tímido. Y estás demasiado cerca.

... ¡Uwaaaah! ¡S-se supone que debía actuar ruda, pero me terminé avergonzando!

—¡N-no digas cosas tan vergonzosas tan de repente!

—¡¿Eh?! ¡L-lo siento! N-no me atrevo a mentirle a una Diosa.

—Eres demasiado honesto... Eso me agrada.

... Ah... Mi rostro se puso rojo... Es la primera vez que me siento así... Definitivamente es el destino.

... Y estar tan cerca de él... Me dan ganas de... Ah... ¡No, debo esperar! D-Daniel no está interesado en el amor... Debo ser paciente. Si hago un movimiento, me podría considerar una pervertida y una acosadora... Debo ser paciente.

—M-mejor sigamos con nuestra cita.

—S-sí.