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CAPÍTULO 62- El Rey de Soufla.

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 62

Me lavo la cara en un río… Ah… El sonido del agua me tranquiliza… Pero debo seguir entrenando.

—Ya estoy 100% despierto… Ah. Una ardilla.

Una linda ardilla está subiendo a un árbol… Y otra más pequeña la sigue… Aunque esas ardillas tienen enormes garras, ojos completamente rojos y colmillos enormes… Ah, eso les quita lo adorable y los hacen ver peligrosos.

—… Una hija…

Quería tratar a Nirfa como una hija, pero…

"Los Elfos dejan de envejecer temporalmente a los 10 años, y sufren una evolución a los 20 años. Después de los 20 años, parecen adultos y vivirán con esa apariencia hasta que mueran".

Esas fueron las palabras que Treis me dijo.

… Ah… Tengo miedo de preguntarle a Nirfa su edad... ¿Y si tiene la misma edad que yo? ¿Y si tiene más años que yo?

Eso sería incómodo... Prefiero seguir tratándola como una niña pequeña... No le preguntaré su edad.

—Este mundo es cada vez más raro.

Ah... Q-quiero descansar.

Estoy corriendo por un camino de tierra, que está en medio del valle verde.

Estoy demasiado cansado y estoy cubierto de sudor.

—L-llevo una hora corriendo… O eso creo… D-debo descansar…

Me detengo, tomo aire y exhalo.

—El descanso terminó.

Comienzo a correr de nuevo.

—Aún puedo seguir… Aún puedo…

A lo lejos veo a dos Orcos y me detengo. Los Orcos son algo raros… Creo que son Orcos mujeres, usan vestidos rojos y tienen el cabello largo y negro.

—¿Orcos femeninos? ¡Genial…! Espera… Si los Orcos hombres violan a las mujeres, las Orcos mujeres violan…

... Oh no.

No, no, no, no, no.

Definitivamente no.

Me alejo poco a poco y me doy la vuelta.

—Mejor me alejo de aquí.- Digo nervioso.

Comienzo a correr y las Orcos comienzan a seguirme.

Volteo a verlas y me asusto, pues están corriendo a una gran velocidad.

¡No me violarán!

¡Arches Nexus!

Salto y comienzo a volar a la misma velocidad que corriendo.

—¡Esto no funcionará!

Cierro los ojos y suspiro.

—Daniel, debes derrotar a esos Orcos… Hazlo.

Aterrizo y volteo a verlas.

—¡Si intentan violarme, las mataré!- Digo con un tono amenazante.

Las dos Orcos se paran frente a mí y se arrodillan.

... Oh, esto fue inesperado.

—¡Daniel, somos mensajeras enviadas por el Rey de Soufla!

—Soufla es el país que se encuentra al norte… ¿Me conocen?

Una de ellas mete su mano derecha entre sus pechos y saca un papel doblado.

... Ah... Eso fue incómodo... Sus pechos son exageradamente grandes.

Lo desdobla y me lo muestra. Es un dibujo de mi rostro y abajo hay un texto. El dibujo es realmente sorprendente, es como una fotografía.

—¡Claro que lo conocemos!

—Vaya, vaya… ¿Qué dice? Es que no sé leer.

—¡Dice que usted es el que salvó a nuestro mundo! ¡Dice que usted derrotó a todos los demonios del mundo y que también derrotó al Rey Demonio!

—Vaya, vaya… ¿Esos papeles están en su país?

—¡Están en todas partes, en todo el mundo!

...

...

...

¡¡¿Eh?!! ¡¡¿Qué?!! ¡¡¿En serio?!!

Me pongo completamente rojo y bajo la cabeza.

—T-todos están viéndome… E-es un poco incómodo…

Suspiro y levanto la cabeza.

Ah... M-mejor no pienso en eso.

—¿Qué mensaje tienen para mí?

—¡El Rey hará una gran fiesta en honor a usted! ¡Quiere que usted esté presente!

—¿Una fiesta…? Dicen que Soufla es un país que está rodeado de nieve… Suena interesante, iré. ¿Cuándo será la fiesta?

—¡En cinco días!

Mmm... Creo que tenemos tiempo para prepararnos.

—Está bien… ¿Será en su castillo?

—¡No, la fiesta será en la Capital!

Siendo sincero, me da un poco de vergüenza, pero realmente me interesa ir.

—Ahí estaré.

—¡Perfecto! ¡En dos días vendrá el barco por usted!

—¿Barco? ¿Un barco vendrá por mí?

—¡Sí!

... Seguramente así le llaman a un dragón o algo por el estilo.

—Vaya, vaya... Está bien… Supongo.- Digo confundido.

—¡Nos retiramos!

Las dos se alejan corriendo y me rasco la cabeza.

—¿A qué se refería con "barco"? No tenemos que cruzar el mar para ir a Soufla….. Bueno, supongo que lo averiguaré en dos días… A seguir entrenando.

Dos horas después.

Después de dos horas de correr y hacer abdominales, caigo al suelo, cansado y cubierto de sudor.

M-me duele el estómago... N-no puedo más.

—A-ahora sí… Y-ya no puedo más…

Cierro los ojos y respiro profundamente.

—Creo que me quedaré así por unos minutos.

Realmente necesito un descanso... ¿Qué desayunaré? Lo único que he comido son algunas frutas que encontré.

Quiero arroz... ¿Eh?

Esta sensación... ¡¿Eh?!

Después de estar acostado por unos segundos, siento que alguien me da un beso en los labios.

¡¿Eh?! ¡¿Quién me está besando?!

Abro los ojos.

...

...

...

Vaya, vaya... Está bien, lo admito... No me esperaba esto.

Pensé que era una chica cliché pervertida o algo así.

Veo a un chico con pupilas con forma de corazón frente a mí, dándome un beso en los labios.

Me sonrojo y observo nervioso al chico.

Él deja de besarme y me sonríe.

—Hola, mi nombre es Solmar.

... ¿P-por qué me besó?

—H-hola, m-me llamo D-Daniel.- Digo sonrojado y nervioso.

... Vaya, vaya... Ahora que me doy cuenta, sus labios saben a fresa... ¡Uwaaaah! ¡No es momento de pensar en eso!

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