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EL LABERINTO MÁGICO SECCIÓN 13 - En la Torre Oscura (53)

En la Torre Oscura (53)

Por la mañana, se bañaron y se pusieron ropas limpias y luego acudieron a una habitación que era utilizada como comedor. Al pasar junto a la sala de control, vieron que el cuerpo de Croomes había sido retirado. No había manchas de sangre en el suelo, y todos los esqueletos habían desaparecido.

Robots dijo Loga. Envié uno también a ocuparse del cuerpo de Gilgamesh.

No he visto ningún robot dijo Frigate.

Sí los visteis, pero se parecen a armarios muy anchos, nuestras camas son también robots. Masajean suavemente nuestros músculos y manipulan vuestras espinas dorsales mientras dormís.

No he sentido nada ninguna de las veces que me he despertado durante la noche

dijo Burton.

Ni yo dijo Alice.

Son muy sutiles y sólo operan automáticamente mientras estáis durmiendo. Pero si deseáis un masaje mientras estáis ¡despiertos, lo único que tenéis que hacer es pedirlo. Os mostraré cómo.

Tras el delicioso desayuno, Alice contó a los demás sus pensamientos acerca de engañar a la computadora con la misma lógica que utilizaba ella.

Loga agitó la cabeza.

Suena muy bien, pero no funcionará.

Al menos podemos intentarlo dijo Alice.

Lo intentaremos todo, sea mental o físico dijo Loga. Pero creedme, he pensado en todo.

No dudo de tu inteligencia dijo ella. Pero nueve cabezas son mejor que una sola.

¡El dragón de nueve cabezas! gritó Tai-Peng. Su rostro estaba enrojecido; había estado bebiendo vino durante todo el desayuno.

Usaré una de las computadoras electrónicas de esta habitación para elaborar el sistema dijo Loga. Pero no creo que sea capaz de vencer su propia lógica. Una computadora puede calcular mucho más rápidamente que un ser humano, si posee todos los datos necesarios. Pero no tiene imaginación. No es creativa. Sin embargo, sus datos pueden contener algo que se me haya pasado por alto. Y puede ser preparada para elaborar combinaciones en un tiempo muy corto, combinaciones que yo necesitaría años para escribir. Además, tiene que existir un cierto grado de extrapolación.

Tras pasar por su apartamento, se dirigió a la sala de control y se sentó en la silla en el centro de la plataforma giratoria. Al cabo de muy poco tiempo llamó a los otros.

No he podido resistir el preguntarle a la computadora principal cuántos wathans hay ahora en el pozo.

¿Cuántos? dijo Nur.

Loga miró de nuevo a la pantalla.

Dieciocho mil millones, veintiocho. No. Añadid tres más.

Más de la mitad de la población del Valle dijo Frigate.

Sí. Añade otros dos. Loga apagó la pantalla.

A cada hora que pasa muere más gente, más wathans son atrapados. Cuando la computadora muera...

Su voz se desvaneció.

El Etico tenía que poseer una gran valor, resistencia, determinación, y un ingenio rápido para hacer todo lo que había hecho. Pero su sensación de culpabilidad era demasiado abrumadora incluso para él.

Quizá dijo Turpin deberías tirar la toalla. Quiero decir... ¡matar a la computadora ahora! De esta forma, no perderías a nadie más, y podrías continuar el proyecto.

¡No! dijo Loga, encendiéndose por primera vez desde que lo conocían. ¡No! ¡Eso sería monstruoso! ¡Tengo que salvarlos a todos! ¡A todos!

Sí, y quizá terminarás perdiendo a millones. O quizá a todo el mundo en este planeta.

¡No! ¡No puedo!

Bien dijo Turpin, no puedo pensar en nada que sirva de ayuda. Todo eso es demasiado profundo para mí. Se dirigió al salón contiguo para tocar en su piano.

Está disgustado conmigo dijo Loga. Pero no sabe el odio que yo siento hacia mí mismo.

¡Las recriminaciones no nos conducirán a ningún sitio!dijo Tai-Peng, agitando una botella en su mano. ¡Pero puede que Tom tenga razón! ¡Creo que yo también voy a ir al salón a divertirme un rato! ¡Me duele la cabeza de tanto pensar!

No es eso lo que hace que te duela dijo Alice suavemente.

Tai-Peng se limitó a sonreír y la besó rápidamente en la mejilla mientras pasaba por su lado.

Nur recordó al Etico que no había retirado las bombas en los armarios de la otra sala de control.

Simplemente cerré la puerta dijo Loga. Veamos ahora el programa lógica- versus-lógica. Aunque sea una pérdida de tiempo.

Los que quedaban se dirigieron al laboratorio de lenguaje. El Etico les había dado instrucciones para el uso del equipo que les enseñaría a hablar y leer el idioma del Mundo Jardín o ghuurrkh. Había también disponibles diccionarios y gramáticas esperanto- ghuurrkhianas. Alice se colgó del brazo de Burton.

Es horrible, ¿no? dijo, sus grandes ojos oscuros clavados en los de él. ¡Todas esas almas perdidas, y tenían una posibilidad de alcanzar la inmortalidad! ¡Es demasiado horrible para pensar en ello!

Entonces no pienses en ello dijo Burton. De todos modos, incluso las perdidas serán inmortales. Sólo que simplemente no lo sabrán, eso es todo.

Ella se estremeció y dijo:

Sí. Pero nosotros podríamos estar entre ellas. ¿Crees que vas a Seguir Adelante? Me gustaría creer que yo sí, ¡pero uno tiene que ser prácticamente un santo para Seguir Adelante!

Nadie me ha acusado de ser un santo excepto mi esposadijo Burton, sonriendo. Y ella me conocía bien.

Alice no se dejó engañar. Sabía que él estaba tan desesperado como ella.

Pasaron dos días. Loga hizo pasar los resultados por la pantalla de la consola mientras los otros miraban. Cuando el display hubo acabado, agitó la cabeza.

No sirve.

Conferenciaron de nuevo, una y otra vez, y trazaron más planes, pero todos eran desechados debido a fallos en su lógica o hechos insuperables.

Al cuarto día después de que llegaran a la Torre, Frigate entró sonriendo en la habitación.

¡Hey, somos unos magníficos estúpidos! ¡Tenemos la respuesta delante de nuestras narices! ¿Por qué no enviamos robots para que inserten el módulo?

Loga suspiró.

He pensado también en eso. Fue una de las primeras cosas que se me ocurrió. Pero aunque los robots están hechos de charruzz (el metal gris), los rayos de la computadora los harán igualmente rodajas.

Frigate pareció decepcionado y un poco ridículo.

Sí... pero... ¡si envías los suficientes, pueden inutilizar los lanzadores de rayos!

Ninguno de los robots posee una estructura funcional que le permita terminar con los lanzadores de rayos.

Bien, ¿por que no los modificas? ¿Y luego los programas?

Eso me tomaría diez días. Si hubiera empezado a hacerlo apenas llegué aquí, apenas hubiera podido alterar uno. Hizo una pausa, luego dijo tristemente:

Acabo de comprobar el tiempo que nos queda antes de que la computadora muera.

¡Cinco días!

Aunque habían estado esperando un anuncio como aquel, se sintieron impresionados. Tom Turpin dijo:

Al menos eso es algo de lo que ya no tenemos que preocuparnos. Las almas van a perderse, y no hay nada que podamos hacer al respecto. Pero puedes proporcionarles a los que aún quedan vivos un montón de tiempo más.

Loga giró algunos diales y pulsó un botón. Unos números en ghuurrkhiano brillaron en la pantalla. Los demás habían adelantado lo suficiente en sus estudios como para ser capaces de leerlos.

Dieciocho mil millones, ciento dos dijo Aphra.

Debería matar a la computadora ahora mismo dijo Loga. He aguardado demasiado tiempo. Por lo que sé, el alma de mi madre fue recogida hoy.

¡Espera! dijo Frigate. ¡Tengo una idea! Dijiste que habías reabierto tus cámaras de resurrección privadas cuando llegaste aquí. ¿Pueden ser adaptadas de modo que nosotros también podamos ser resucitados en ellas?

Oh, sí, Puede hacerse. El recogedor de resurrecciones opera en una frecuencia ligeramente distinta a la de la computadora. Tengo mi waíhan y el de Tringu sintonizados con ella. Puedo hacer lo mismo con vosotros. ¿Pero por qué?

Frigate empezó a explicarse, pero Loga, Burton y Nur comprendieron al mismo tiempo lo que quería decir.

Iban a entrar ahí abajo en tromba, dejando a alguien tras ellos para efectuar la necesaria supervisión. Entrarían en la habitación a la carga y, aunque resultaran muertos una y otra vez, finalmente podrían seguramente acabar con todos los lanzadores de la computadora.

¿Cómo se te ha ocurrido pensar en eso, Pete? dijo Tom Turpin.

Soy un escritor de ciencia ficción. Hubiera debido pensar en ello cuando supe cuál era la situación.

Yo también hubiera debido pensar en ello dijo Loga. Pero todos nos hallamos bajo una gran presión emocional.

¿Puedes duplicar eso? dijo Burton, tendiéndole el arma parecida a una pistola y con la esfera en su extremo.

Tantas como sean necesarias.

Al cabo de dos minutos, todo el mundo estaba armado con los lanzadores de rayos. Entonces el Etico hizo que su máquina imprimiera diagramas del camino hasta la habitación de la válvula, partiendo de la sala de control y de sus resurrectores privados. Estudiaron los diagramas, identificando cada corredor y cámara con las correspondientes imágenes en la pantalla.

Hay videocámaras en cada pared de esa zona, incluida la habitación de la válvula. Aquí hay una imagen de ella de los archivos.

Estudiaron las reproducciones proporcionadas por la máquina hasta que se supieron la habitación de memoria. Luego Loga ordenó que fuera duplicado un módulo en la cabina conversora e-m, y les dio las sencillas instrucciones para extraer el módulo viejo e insertar el nuevo.

Desgraciadamente, el Etico era incapaz de proporcionarles I diagramas mostrando dónde estaban localizadas las defensas de la computadora.

Esa información debe hallarse en los bancos de memoria de la propia computadora.

¿Por qué no se la pides a ella? dijo Nur.

Loga pareció sorprendido, luego se echó a reír suavemente.

Un momento más tarde tenía la información, aunque no era la que él había pedido. La computadora se negaba a divulgar dónde estaban sus armas.

Bueno, valía la pena intentarlo.

Subieron a sus sillones y siguieron al Etico hasta el pozo elevador. Descendieron por él mucho más rápido de lo que hasta entonces se habían atrevido a operar sus sillones. Cuando hubieron recorrido kilómetro y medio, se detuvieron y pasaron por una arcada a un corredor. Al cabo de unos minutos Burton, que tenía un excelente sentido de la orientación, se dio cuenta de que se estaban dirigiendo hacia la zona general de la habitación secreta en la base de la Torre. A aquella velocidad, llegaron rápidamente a ella.

El Etico miró a la puerta, aún sujeta por el cilindro que Burton había colocado allí. Su rostro se puso rojo.

¿Por qué no me dijisteis que las puertas estaban aún abiertas?

Pensé en ello, pero no me pareció importante dijo Burton.

¡Los agentes pueden haber entrado por aquí!

No. No es posible que nos hayan alcanzado en tan corto tiempo. Estaban utilizando botes de vela.

No podemos correr ningún riesgo.

Loga apartó el sillón de la puerta, luego le hizo dar la vuelta para enfrentarse a ellos.

Quitad ese bote fuera de la entrada mientras voy y vuelvo.

¿A dónde vas? dijo Burton.

A la sala de control, para poder reactivar una nave operada automáticamente y enviarla a la cornisa. Voy a fundirla en toda su extensión, y luego cegaré la entrada de la cueva.

Id con él dijo Burton a Tai-Peng y de Marbot.

Loga le lanzó una furiosa mirada pero no dijo nada; dio la vuelta a su sillón, y se alejó flotando por el corredor.

Burton condujo a los demás a la habitación llena de bruma donde, con mucho esfuerzo, arrojaron el bote al mar. Luego regresaron al corredor, los más gruesos forcejeando para pasar por la estrecha abertura dejada por el cilindro.

Hubiéramos debido pedirle a Loga que la abriera del tododijo Frigate.

No creo que desee que nosotros sepamos cómo la abredijo Burton.

¿Sigue sin confiar en nosotros?

Con la vida que ha llevado, está condicionado a no confiar en nadie.

Eso, sin embargo, no era cierto. Loga, seguido por el chino y el francés, regresó al cabo de quince minutos. Saltó de su sillón y golpeó con el puño en la pared a unos pocos centímetros de la puerta. Al mismo tiempo dijo, claramente:

¡Ah Qaaq!

La puerta se metió en su alojamiento. Burton tomó nota mental del lugar exacto donde había golpeado.

¿Cómo sabes que no ha entrado nadie y está esperando para atraparle? dijo.

Esta puerta es una gran pantalla de video. Hay también otras pantallas que parecen simplemente parte de la pared. Están situadas de tal modo que puedo ver a lo largo de todo este corredor, más allá de las curvas, desde una cierta distancia.

Siguieron a Loga al interior de la habitación. A medio camino de ella, se detuvo, se volvió, haciendo frente a la pared, y pronunció de nuevo la palabra código. Una parte de la pared, aparentemente sin la menor fisura, se echó hacia atrás y se metió en un alojamiento. La habitación al otro lado estaba bien iluminada y contenía algo de equipo sobre mesas, un armario, y dos esqueletos. Estos estaban vueltos hacia la puerta, como si estuvieran a punto de abandonar la habitación. En el suelo, junto a los huesos de los dedos, había una caja metálica. Tenía un cierto número de diales, indicadores, bolones, y una pequeña pantalla video en un lado y varillas en el otro.

Si tan sólo hubiera enviado esa señal unos pocos segundos antes dijo Loga. Los hubiera atrapado antes de que extrajeran la caja de control.

Pero tú no lo sabías dijo Burton. Y no podías correr el riesgo de suicidarte. Incidentalmente, ¿por qué estaban cerradas las puertas? Esos dos tuvieron que abrirlas para entrar.

Al cabo de setenta y cinco segundos, las puertas se cierran automáticamente a menos que se dé contraorden. Lo que ocurrió fue que los investigadores localizaron esta habitación rastreando los circuitos. Tuvo que ser un trabajo lento y difícil porque no podían utilizar la computadora para efectuar el rastreo. Cuando localizaron esta habitación, tuvieron que utilizar magnetómetros también. Volvieron atrás hasta descubrir el origen de la derivación, y encontraron la caja de códigos de apertura y cierre. No debió tomarles mucho tiempo analizar el código.

¿Pero qué hay del golpe que acompaña al código? ¿Cómo...?

Lo imaginaron también, y no debió llevarles mucho. Señaló hacia el armario.

El resurrector.

Entró, con Frigate a sus talones. El americano dijo:

¿No podías utilizar tu propia fuente de energía?

Loga se inclinó y tomó la caja de control, y luego caminó hacia el lado del armario. Insertó las varillas en unos receptáculos en la parte lateral del armario.

No, no podía. Me hubiera gustado poder utilizar mi propio convertidor atómico para que así no hubiera cables susceptibles de ser rastreados. Pero la conversión energía- materia y el proceso de atracción del wathan requieren una enorme cantidad de energía. La entrecara física-extrafísica sola utiliza la suficiente energía como para dejar a oscuras la mitad de las ciudades de la antigua Tierra a finales del siglo xx.

¿Cómo impedías que este drenaje de energía quedara registrado en los indicadores?

preguntó Frigate.

Hice los arreglos necesarios para ello. Pero volvamos a la cuestión original. Si los ingenieros hubieran retirado la caja de códigos, yo no hubiera sido capaz de salir de la habitación secreta al corredor. La puerta exterior de acceso es activada por una señal que va a otro codificador-decodificador. Tuve mucha suerte de que los ingenieros no hubieran trabajado en él antes de resultar muertos. Perdí el generador de señal cuando tuve que abandonar mi nave. Pero los botes en la cueva contienen generadores. Estos entran en acción automáticamente cuando los sensores detectan que la Torre está cerca.

Los mecanismos de la puerta no deben utilizar mucha energía. ¿Por qué no utilizaste generadores separados para ellas?

Hubiera debido hacerlo. Pero era más sencillo y más económico utilizar la fuente principal de energía. Sonrió ligeramente.

Me pregunto qué hicieron los ingenieros con el código. Ah Qaaq es maya. El Ah es el artículo que define el nombre como masculino. Qaaq significa fuego. Loga en ghuurrkh significa también fuego. Quizá fue eso lo que me identificó. Tal vez introdujeron el nombre

maya en la computadora para búsqueda. Si lo hicieron, debieron obtener una respuesta al cabo de un segundo de insertar la pregunta.

»Creo que me pasé de listo. Apoyó un dedo sobre un botón.

Acercaos. Explicaré dos veces la sencilla operación para que no haya ninguna confusión. Podéis leer las indicaciones. Guando oprima este botón, ese pequeño disco de color plata insertado se iluminará. Eso indica que la energía está conectada.

»Ese disco insertado más grande junto a la luz de ENCENDIDO es un lector métrico de frecuencia.

Pulsó un botón. El disco más pequeño brilló naranja.

Ahora...

La luz se apagó.

¡Khatuuch! ¿Qué demonios...?

Loga apoyó su mano en la caja por un segundo, luego se dirigió a la parte frontal del armario. Abrió la puerta y miró en su interior. Incluso a la distancia a la que se encontraban, los otros pudieron sentir el calor.

¡Corred! dijo Loga, y saltó tan rápido como pudo hacia la salida.

Cuando Burton hubo alcanzado la salida miró al armario. La caja de control estaba fundiéndose, y un gran cubo en el interior del armario resplandecía rojo.

Loga maldijo en ghuurrkh y luego dijo:

Esos... esos... ¡Lo arreglaron de modo que cuando se conectara la energía ésta fundiera el convertidor!

Excepto Loga y Burton, que habían muerto las veces suficientes como para no temer ya la perspectiva de la muerte, los demás se sintieron aliviados. Burton podía verlo en sus rostros. Sabían que habían resucitado con sus wathans unidos a ellos, pero aún seguían aborreciendo la idea de morir.

Tenemos el otro resurrector dijo Burton.

También estará cebado dijo Loga. Su rostro era ceniciento.

¿Puedes arreglarlo de modo que no se funda?

Lo intentaré. Pero fracasó.

Burton, mirando la fundida masa, pensó que era el momento de decirle a Loga algo que había dejado a un lado hasta entonces porque los resurrectores eran el asunto más urgente.

Loga dijo, cuando abandonamos tu habitación secreta para ir tras de ti, puse una bala junto a la puerta para señalar su localización. La bala no está.

Hubo un corto silencio. Frigate dijo:

Probablemente un robot de limpieza la recogió.

No dijo Loga. Si los robots estuvieran programados para hacer ese trabajo, entonces se hubieran encargado de los esqueletos.

¡Entonces alguien más ha entrado en la Torre!

Próximo capítulo