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Capítulo 1: "Demerits"

El sonar de la campana anunciaba el inicio de un nuevo día para los estudiantes de "Valitud", el principal instituto formado para aquellos jóvenes de la "Generación del Quiebre", aunque más que principal de momento era el único ya que aún no estaban del todo sentadas las leyes para esta nueva generación, debido a lo problemático que podían ser las habilidades de estos, por lo tanto aquel lugar a pesar de ser un espacio alegre donde los jóvenes con dones se reunían y podían convivir entre ellos teniendo vidas Normales, en realidad era una excusa para tener a la mayoría de estos chicos en un solo lugar, logrando así mantener un registro de ellos de manera más sencilla y efectiva.

Aunque si bien ese era el caso los estudiantes no estaban al tanto de tal cosa, siendo esta una historia para otro momento ya que esta historia inicia con la alegre vida diaria de un grupo especial incluso entre la "Generación Milagrosa", aunque no de la buena forma. Uno de los miembros de este grupo, Lyon Midori, se encontraba ya acomodado en su asiento designado, observando con una expresión adormilada por la ventana e incluso bostezando con descaro en medio del bullicio que era el salón de clases antes de que el maestro se presentara, aquel joven de cabellos castaño oscuros no parecía inquietarse por el ruido, las risas y charlas de su compañeros de alrededor, casi parecía que se iba a dormir en cualquier momento ya que incluso cabeceaba levemente mientras sus ojos se cerraban, lo único que lo mantenía despierto era el simple hecho de que pronto el maestro llegaría y tenía que recibirlo con los ojos abiertos ya que ya había sido regañado en una ocasión por estar dormido en clase, sin embargo pronto tendría una segunda razón para estar despierto ya que una suave y leve voz que reflejaba timidez sonaba a sus espaldas.

– Este... B-buenos días Lyo...

Casi como si despertara de repente, o quizás en verdad siendo despertado de estar apunto de dormirse, el joven abrió los ojos de golpe y volteó a ver a la dueña de esa voz, encontrándose con una chica que conocía muy bien desde hace tiempo e incluso solían caminar juntos para llegar a clases en ciertas ocasiones, una leve sonrisa se formó en los labios del muchacho mientras se acomodaba en la silla pasando su brazo por el espaldar de esta, todo para poder tener una charla más cómoda con ella, Cecile Castro, una pequeña chica que incluso de pie no sobrepasaba por mucho al chico sentado, siendo bastante pequeña con sus 1,63 de alto, lo que más destacaba de ella eran sus cabellos rojizos que caían por sus hombros, era un hermoso color, eso agregado a más facciones redondas pero "Pequeñas" del rostro de la chica la hacían bastante linda, sin duda sería popular entre los chicos si cuidara más de su apariencia, ya que vestía de manera algo desaliñada y su cabello parecía algo revoloteado, seguramente por el hecho de que o se había saltado el peinarse en la mañana, o lo había hecho mínimamente, aun con todo eso la tímida sonrisa que irradiaba alegría en su rostro le daba bastante puntos y algún que otro fan entre los chicos.

– Buenos días Cecile – Respondió al saludo el joven castaño para luego comenzar a hablar con un sarcasmo leve- ¿Hoy también te peleaste con tu peine?

– N-no fue así, de verdad intenté arreglarme el cabello esta vez – La chica jugueteaba con sus dedos y no podía evitar desviar la mirada, era muy mala mintiendo. – Más importante ¿Sabias que dicen que el maestro no vendrá a la primera clase?

– Oh, ¿Es así? De haberlo sabido hubiera estado durmiendo desde que llegué...

El muchacho suspiro volteándose hacia el frente y dejándose caer en su escritorio con los brazos caídos a ambos lados, como si hubiera "Muerto", sinceramente si quería dormir pero ya no podía hacerlo porque estaba charlando con ella, no sentía correcto ignorar a un amigo solo por su pereza. Aún con aquella actitud perezosa que demostraba, este tenía un tono de voz suave que aunque era muy "Neutral" sabía usar el sarcasmo bastante bien, viéndolo bien parecía un chico normal tanto en apariencia como en actitud, dejando de lado por supuesto su cansancio continuo, tenía el uniforme de manera correcta y sin ninguna arruga, muy en contraste con la chica parada a su lado la cual incluso tenía las mangas demasiado largas, haciendo que estas oculten parte de sus manos. Esta misma chica llevaba sus manos a sus espaldas mientras se inclinaba levemente hacia adelante sonriendo.

– Pero ahora que estoy aquí no dormirás ¿Verdad?

Lo decía con tanta naturalidad y alegría, como si fuera un hecho comprobado y en realidad lo conocía tanto que seguramente lo era, ya que el pelicastaño solo soltó un leve suspiro sin perder aquella sonrisa leve de su rostro, para acto seguido levantarse de su lugar, demostrando así por primera vez la diferencia de estatura entre ambos, midiendo el más de 10cm que ella, con un total de 1,74.

– ¿Quien diría que detrás de tu tímida apariencia hay una chica tan manipuladora? – Soltó aquello con sarcasmo para luego caminar hacia la salida del salón. Deteniéndose en la puerta para voltear a verla. – ¿Te quedarás?

Una leve risa escapó de la joven que a paso apresurado fue hasta él para que así ambos pudieran caminar lado a lado, al momento en el que pasaron la puerta justamente se encontraron de frente con otro grupo que a diferencia de ellos entraba al lugar, aunque este era un grupo algo más grande siendo tres personas, la que iba delante era una chica de baja estatura, no más de 1,50 , además de larga y ondulada cabellera castaña, su apariencia y movimientos eran bastante "Elegantes" los cuales junto a su rostro y cabellos bien cuidados le daban un aire de "Nobleza". Era seguida por dos chicos, uno de cabellos lacios y largos de color castaño, que junto a la chica parecía un titán debido a la diferencia de alturas, aunque solo media 1,72. Mientras que el otro chico a su lado era ligeramente más alto y su cabello negro estaba pulcramente cortado en un estilo corto.

Cuando estos dos grupos "chocaron" las miradas de los dos que lideraban estos se encontraron, Lyon y la chica del otro grupo, deteniéndose en seco ambos sin decir una palabra por varios segundos, hasta que una sonrisa que se veía ligeramente forzada o quizás "Incomoda", aparecía en el rostro de la chica a la vez que comenzaba a hablar.

– Buenos días Lyon, también tu Cecile. ¿Como están?

– Buenos días Eri, estamos bien. – Respondió casi de inmediato Lyon con un tono y expresión serias, además de que evitaba siquiera hacer contacto visual.

– Oh, ya veo, ¿Están yendo hacia algún lado? Escuche que las primeras clases se suspendieron hoy.

Aunque la joven se esforzaba por entablar una amable charla, Lyon mantenía aquella expresión seria y Cecile Básicamente se había ocultado detrás de él observando con timidez y ¿Miedo..? A los chicos frente a ellos, como si notara eso y dando por terminada la charla, Lyon ni siquiera contestó mientras tomaba de la muñeca a Cecile para comenzar a caminar pasando de largo a aquel grupo y dejando hablando sola a La chica llamada Eri, la cual no volteó a verles irse a diferencia de los dos chicos que estaban con ella.

– Que idiota, encima que le hablaste con amabilidad a pesar de... – El pelinegro junto a ella había comenzado a hablar mientras veía a Lyon y cecile Alejarse pero fue detenido de repente por la suave voz de Eri.

– Esta bien Jonas...no los puedo culpar. – Una sonrisa triste aparecía en el rostro de la chica al decir esto mientras bajaba la mirada.- después de todo...

Al escuchar eso incluso el pelinegro que al parecer se llamaba Jonas no pudo evitar mostrar una expresión de pena mezclada aún con lo molesto que estaba por ver a su amiga ser tratada así. Pero entonces el pelilargo comenzó a hablar con una amplia y gentil sonrisa intentando calmar aquel ambiente pesado generado por esa curiosa escena.

– Vamos vamos, ¿Por qué las caras largas? ¿No estábamos por ir a ver las nuevas cosas que Eri consiguió?

Una leve sonrisa apareció en la chica mencionada para que luego asintiera levemente.

– Si, tienes razón, si no nos apuramos no tendremos tiempo para terminar antes de que se nos acabe el tiempo libre.

Con el ambiente ligeramente mejorado los tres se dispusieron a ingresar del todo al salón puesto que se habían quedado en la entrada por aquel "Choque", dejando atrás lo vivido ese momento. Por otro lado los dos que habían Escapado, Lyon y Cecile, habían avanzado bastante por los pasillos, el aún tiraba de la muñeca de Ella y varios de los estudiantes a su alrededor al verlos se alejaban un poco como si no quisieran Chocarse con ellos, además de murmurar entre ellos mientras los veían, Lyon ya estaba acostumbrado a ello y Cecile había aprendido a soportarlo si se perdían en su conversación, pero por lo pasado en el salón de clases estaba algo afectada y no podía evitar ser consciente de todas las mirada de ¿Pena?, ¿Desprecio?, ¿Indiferencia? Miradas que hacían que se encogiera sobre si misma con la mirada clavada en el suelo mientras era llevada por Lyon, habiendo notado esto el chico comenzó a hablar.

– Eso fue inesperado ¿No?

– Si... – Cecile Soltó una respuesta apenas audible asintiendo con la cabeza pero sin levantar la mirada.

– De todos tenia que ser ese grupo, no se tratar con chicas como ella, en verdad intentó ser amable con nosotros -El siguió con la charla con tranquilidad sin darle importancia a la corta y desmotivada respuesta de la chica.

– Si...

– Pero, después de todo incluso ella no puede evitar vernos como "Algo mas".

– Si...

– Apuesto a que esta mañana perdiste tiempo viéndote al espejo y suspirando porque no habían crecido ¿Verdad?

– Si... ¿Espera que...? – Cayendo en cuenta de lo que le preguntaba por fin alzo la cabeza para mirar confundida al chico.

– Bueno ya sabes, leí que las chicas a esta edad se preocupan mucho por el tamaño. – Continuaba hablando totalmente despreocupado.

– ¿Tamaño?... – Empezando a entender poco a poco de que hablaban un leve color rojizo apareció en el rostro de la pelirroja mientras se soltaba del agarre para detenerse y abrazarse a si misma cubriendo sus pechos, los cuales como dato curioso no eran los más "destacables". – ¡¿Q-qué estas diciendo?!

– ¿Mm? ¿No es así? Pensé que las chicas preferían tener el cabello largo. – Lyon volteó a verla con una expresión de confusión, pero luego se volvería una leve sonrisa.

Habiendo caído en el juego del chico totalmente, La pelirroja no pudo más que fruncir sus ceños mientras aún se abrazaba a si misma totalmente avergonzada de haber caído directo en la trampa de este, pero esa expresión no pudo durar mucho ya que una pequeña sonrisa apareció en los labios de la chica, sabía que solo intentaba animarla y de cierta forma lo había logrado, por lo que volvió a caminar dando pequeños saltitos hasta sobrepasar al castaño y voltear a verlo con una sonrisa animada.

– Apresurate, que como castigo si te quedas atrás no te esperaré.

Aunque la sonrisa era leve, se podía notar la alegría que había vuelto en su expresión y palabras, era totalmente diferente a hace algunos momentos, le dedico una brillante sonrisa antes de darle la espalda y seguir caminando, ante lo que El chico solo pudo suspirar sonriendo el mismo ya más relajado.

– Vale, vale. – Soltando eso este comenzaría también a caminar nuevamente ya que se había detenido junto a ella.

Mientras seguía a la pequeña pero ahora alegre chica, el joven tenía una sonrisa leve en su rostro también, pero esta sonrisa estaba teñida con una leve tristeza que sabía ocultar perfectamente, después de todo en su mente no podía evitar pensar "Somos 'Demerits' después de todo..." con tristeza. "Demerits", los Inútiles de la sociedad, los jóvenes cuyos poderes no son tomados en cuenta, poderes que no afectan el mundo a su alrededor de ninguna manera y que solo los que los tienen pueden "Ver", muchos los tachan de locos inútiles que inventaban sus poderes por no tener ninguno, otros solo pasaban de ellos por ser catalogados por la misma sociedad como "Desperdicios". Aunque no importaba que pensaban de los Demerits, no importaba si se apiadaban de ellos, se burlaban o solo los ignoraban, nadie veía ser uno de ellos como algo Bueno...

O así debería ser. En el salón vacío más alejado del pasillo por el que esos dos chicos caminaban, una simple chica de cabellos negros atados en una coleta se encontraba terminando de escribir algo en la pizarra y lo observaba asintiendo con la cabeza llena de orgullo, se podía divisar una sonrisa alegre y confiada en sus labios cuando escucho las voces que ya conocía muy bien acercarse y la puerta abrirse, entrando al salón estaban Cecile y Lyon que ahora conversaban animadamente, la pelinegra frente a la pizarra Volteo a verlos a ambos colocando sus manos a ambos lados de su cadera y dedicándoles a estos dos la sonrisa y el saludo más enérgicos que podrían verse.

– ¡Oh! ¡Ya se estaban tardando! Muy mal, muy mal, ¿Que haré si los dos miembros más importantes son impuntuales? – Su voz resonó con energía en el salón, pero no era molesta, era una voz alegre que resonaba en los corazones heridos de los dos chicos que acababan de entrar . Mientras que en el pecho de esta chica exhibía con orgullo un medallón bastante llamativo que traía un nombre grabado, "Demerit".

Lyon Midori

Altura:1,74

Color de Cabellos:Castaños.

Color de Ojos: Café Oscuros.

Peinado:Cabello Semi largo suelto.

Habilidad: ????

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