El gamberro del instituto, un chico que podría tener a cualquier chica simplemente cae rendido por la única que realmente no desea estar a su lado, ¿ como lograr que ella lo quiera?
La luz del sol empezaba a iluminar la habitación, haciendo que abra los ojos despertando de su sueño. Raquel, que ese año empieza 1º de bachillerato, está interesada en la fotografía piensa en que estudiara algo de dibujo y arte para mejorar sus habilidades. Su gran sueño es ser fotógrafa o nadadora, ambas cosas le fascinan lo suficiente para plantearse ser profesional de alguna y además se le dan bien.
Se levanta decidida a vestirse con el uniforme del instituto donde todos los años el primer día se hacen: La ceremonia de bienvenida, las presentaciones de los nuevos profesores, el director les indica donde están las listas de las clases, los tutores y demás.
Después de una larga ceremonia donde se explayan en las explicaciones para los nuevos, sus amigas y ella se ponen en marcha para ver las listas de las clases. Sonríen complacidas entre abrazos y gritos, al ver que están juntas en la clase 1BB. Nerviosas corren hacia el aula que les ha tocado, al llegar ven que no tiene mala pinta, la mayoría de los chicos guapos están en ella cosa que mejora el principio del curso. También esta Mía, una de las más inteligentes de el curso y creída, sus amiguitas también están y para poner la cosa un poco difícil hay barios gamberros como suele pasar algún año entre otro cuando les juntan.
Sus amigas: María, Desiré, Carol y Andrea son como Raquel, que unas estudiantes de nota media pero que se mantienen dentro de los 10 mejores. Todas luchan por mantener sus notas y ser de las mejores por dos buenas razones, una por que les gusta y la otra por sus padres.
Miran las mesas y como no tienen que compartir mesas se ponen donde les gusta, su tutor hace acto de presencia y les indica como irán las cosas, las calificaciones y los actos de ese curso. Antes de irse les indica cuales son las actividades extra escolares anotándolas en la pizarra, que son: natación, voleibol, dibujo, judo, astronomía, música y ciencias. Muy decidida Raquel les dice a sus amigas:
-¡Venga vamos a natación!- Ellas negándose la miran y dicen a la vez:
-¡No seas egoísta vamos a dibujo que también te gusta!-Como se niega empiezan a discutir sobre cuál sería más divertido, al final Raquel se sale con la suya al sacar un buen argumento, diciendo:
-¡En la piscina habrá chicos guapos en bañador y nadando! Además podremos pedirles que nos enseñen, estaremos en el mismo club y seguro que alguno se ofrece a enseñarnos técnicas nuevas con ganas.- Ellas sonríen traviesas y asienten dándole la razón. Al entrar a la piscina ven asombradas que ya hay varios chicos compitiendo, una muchacha que se presenta como la manager les da la bienvenida y les explica las bases de las pruebas para ingresar en el club. Las pruebas se califican en tres niveles: principiante, medio y avanzado, dentro de cada una están las de velocidad, resistencia y sincronización. En el de principiantes enseñan a nadar correctamente con la respiración adecuada, empiezan desde el inicio. Según la manager en el nivel medio se puede optar a competir si quedas entre los 8 mejores de la categoría. En el nivel avanzado te asignan al equipo directamente para representar al instituto en las competiciones más serias.
La manager amablemente les ofrece los formularios y les dice:
-Mañana son las pruebas para poder ingresar, ¡no se las pierdan chicas son muy divertidas!- Las chicas están emocionadas mirando a los chicos nadar y no prestan mucha atención pero Raquel que está muy interesada se centra en saberlo todo.
Cuando llegan al día siguiente hay mucha gente, les toca competir entre todos los nuevos, uno contra el otro para descalificar al oponente, quien gane entrara en el club. A Raquel la ponen directamente en el nivel medio al ver como nada y vence sin problemas a su oponente pero a sus amigas les dicen que tienen que ser principiantes. Ellas molestas se marchan diciendo que no se quedan, Raquel se les acerca y le dice María que esta aun molesta por perder:
-Nosotras lo sentimos Raquel pero nos vamos a dibujo, ahí seguro que demostraremos lo que valemos, no somos tan tontas para quedarnos y hacer el ridículo.- Raquel las mira enojada por dejarla sola pero no les dice nada y se gira para ver como siguen las competiciones fingiendo que no le importa que se marchen, aunque ellas saben que está muy molesta con ellas pero no se detienen a decirle ninguna excusa. Decir algo mas no arreglaría su enojo en ningún caso, solo lo empeoraría.
Raquel se siente muy emocionada porque la hayan elegido y eso es lo único que la ayuda a quedarse en el club hasta que se marchan todos, sobre todo al darse cuenta sorprendida de que es Julián el que esta allí nadando. El esta tan centrado en nadar que no se da cuenta de que Raquel esta mirándole absorta hasta que oye el sonido del reloj y sale corriendo pensando en que llegara tarde. Cuando llega a casa contenta por la emoción, les habla a sus padres con toda la ilusión del mundo todo lo ocurrido ese día. Ellos reacios se miran y después su padre dice aclarándose la garganta:
-Ya te cuesta estudiar...., solo te falta entrar en un club donde te cansaras y cuando llegues solo querrás acostarte a dormir, no queremos que tus notas bajen. Además estamos a una hora de tu instituto, llegarías tardísimo a casa ya que no hay combinación de autobuses, no sería adecuado para ti no tendrías tiempo para nada.- Muy enojada les mira llorosa y se sube a su habitación gritando:
-¡Pues haberlo dicho desde el principio que no queréis que tenga vida social! ¡No me habría hecho ilusiones ¡- cierra la puerta de golpe dejando claro que no está nada feliz con lo que le han dicho. Se hecha en la cama a llorar durante un buen rato, su madre sube a verla al rato, entra diciendo con suavidad:
-Raquel, cielo se racional, sabes que tu padre tiene razón, ¿qué tal si te presentas al equipo cuando ingreses en la universidad?-Raquel la mira aun enojada y le dice llorando molesta e incrédula pensando que no la entiende:
-¿Bromeas? Entonces pasara lo mismo que hoy o incluso será peor, porque estaré estudiando una carrera, nunca podre cumplir mi sueño de nadar como yo quiero, solo pensáis en lo que os importa a vosotros no en mis ilusiones.... Primero fue lo del Internet y ahora esto…..- Su madre comprensiva le acaricia la mejilla y dice suavemente mirándola:
-Sabes que no es cierto, no somos así pero nos preocupamos por ti. En lo del Internet ya te dije que no podemos porque es caro y en lo demás... Piénsalo, aun te quedan la fotografía y el dibujo, esas son buenas aficiones para el futuro, si estudias eso te sentirás muy bien ya lo veras.- Raquel la mira aun llorosa y se gira aun enojada con ellos diciéndole:
-En dibujo para lo mismo, no me dejareis ir al club así que no digas tonterías.- Su madre suspira y dice con cariño:
-Bueno entonces te compraremos una cámara nueva y céntrate en esa afición, convenceré a tu padre ya verás cómo te compraremos una muy buena.- Ella asiente no muy convencida pues se había hecho la ilusión competir, de formar parte del club, de estar junto a Julián y ellos le hundieron esa ilusión, así se lo explica a su madre pero ella niega con la cabeza diciendo:
-Solo vemos por ti y por tu seguridad, si viviéramos más cerca igual podría convencer a tu padre pero así de lejos no puedo. Sé que es duro cielo pero trata de entender.- Raquel rindiéndose asiente y se levanta diciendo de mala gana enojada:
- ¡Muy bien, como queráis! No pienso hablaros hasta que se me pase, voy a ducharme para relajarme, quiero olvidarme de todo el mundo ahora. – Mientras ella busca su ropa su madre se marcha y ella va al baño, una vez dentro muy a su pesar lo piensa bien y tienen razón si lo piensas como ellos dicen, así que lo dejara para un futuro quizás. Aunque siendo sincera consigo misma esperaba un poco mas de apoyo aunque fuera para solo unos días, no que la hundieran nada más. Después piensa en la suerte que tienen sus amigas ya que viven cerca no tienen ese problema y son libres de hacer lo que quieran. Entonces piensa en Carol, ella siempre había sabido escucharla cuando estaba deprimida y comprenderla, nada más salir del baño la llama. Carol comprensiva e intentando darle ánimos le dice:
-Entonces haz los deberes en la biblioteca y cuando salgamos del club nos veremos, así tus padres no podrán quejarse ya que ya tienes el trabajo hecho y como no te ponen internet.....- Raquel asiente aunque realmente cree que solo lo harán un par de días, creyendo que sus padres no la dejen quedarse todos los días.
Cuando llevan varios días de clase Raquel se da cuenta de que uno de los chicos más problemáticos del instituto está en su clase. Como no había armado ningún alboroto aun no se había dado cuenta, sobra decir que no se fija mucho en los demás, quitando a sus amigas y a Julián. Solo lo ve cuando Lucas pasa por su lado y sin querer o eso cree, tira uno de los libros de Raquel al suelo. Lucas lo recoge y ofreciéndose lo dice riendo con travesura:
-¡Ten cuidado donde lo pones! ¿O es que quieres quedarte sin él? -Raquel lo coge sin ni siquiera mirarle por miedo, así que no se fijo bien si Lucas le hizo mala gracia o no su comportamiento.
Pasaron varios días y como todas las mañanas Raquel se prepara para ir al instituto, prepara su comida y sale corriendo muy deprisa cuando mira la hora. Esa mañana ya declara que no es su día de suerte, para empezar llega 5 minutos tarde, al entrar tropieza y su comida se va al suelo, encima se ha equivocado de libros y para empeorarlo aun más el chico más peligroso del instituto la está mirando.
Lucas es un chico que por su aspecto podría ser modelo de revista, aunque su actitud es la más horrible que puede haber, es odiado por la mayoría de los chicos de la clase y se dice que es un ligón, que solo sale con las chicas para acostarse con ellas y después las deja a los días, según la gente porque se aburre de ellas. Lucas sonríe al darse cuenta de que Raquel lo está mirando, pensando "es linda pero seguro que es una sosa", se gira y mira a Mía, Mía siempre ha estado disponible cuando a él le apetece algo de diversión y nunca se ha negado aunque ha de reconocer que es algo pesada para su gusto.