―¡No los vendo! ―Wang Baole se sentía infeliz. Solo tenía diez fragmentos, mientras que el joven ya tenía diecinueve. Mientras pensaba acerca de la forma en la que había encontrado todos los fragmentos poniendo todo su esfuerzo, su infelicidad se tornó en arrogancia, y se giró para continuar con su camino.
El joven Jin Duoming continuó sonriendo de la misma manera. Su confianza no pareció verse afectada mientras hablaba con calma y miraba la espalda de Wang Baole.
―Te doy un Armamento Dhármico de séptimo grado a cambio del fragmento. ¿Trato? ―Mientras hablaba, sacó un sable de su pulsera de almacenamiento, lo puso justo en frente de sí y lo presionó con su mano derecha mientras miraba a Wang Baole.
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