Capítulo 156: ¿Te atreves a darme órdenes?

Mientras el joven calvo bramaba, Wang Baole echó su cabeza hacia atrás y se rio dentro del mundo de la bola de agua. Todas las inscripciones en este universo estallaron con gran fulgor mientras Wang Baole ondeaba sus manos, ¡poseyendo este vacío y este mundo!

Con una mirada, incontables inscripciones colgaron en el cielo de este mundo vacío, decorándolo. Aunque el cielo no estaba todo cubierto por estas inscripciones, aun así actuaron como estrellas en el cielo nocturno, ¡no pudiéndose contar a simple vista!

―Sí, así es. ¡Esta es la sensación! ―dijo Wang Baole, emocionado. Su cabello fluía con el viento, y sus ojos estaban llenos de entusiasmo. En este instante, su cerebro estaba lleno a totalidad con fórmulas de inscripciones. Parecía que para él, todo el mundo de Armamento Ilusorio se había convertido en su juguete.