886 Envidiándola

Sentía un poco de envidia en su corazón.

Ese hombre no sólo tenía una apariencia atractiva, sino que también poseía la presencia de un noble príncipe con su elegante actitud.

Al pensar en su marido, Jiang Li se alegró de que no lo hubiese llevado hoy. Si se le comparaba con el hombre de Yun Shishi, sería vergonzoso para ella.

Todos eran vanidosos de alguna manera. Naturalmente, ella también lo era. Viendo cómo su antigua compañera de clase se las había arreglado para encontrar a un hombre tan guapo y sobresaliente, no era una sorpresa que en secreto sintiera envidia.

Yun Shishi preguntó: —¿Eres la único que está aquí?

—No, acabo de llegar. Lili envió el número de su habitación privada en el grupo WeChat. ¡Vamos a entrar!

—Bien.

El camarero rápidamente les indicó el camino.

Jiang Li, quien nunca había estado en un lugar así, se sintió reservada por un momento y tiró suavemente de su manga con curiosidad.