Una voz abrupta interrumpió sus palabras temblorosas.
—¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué hay tantas personas en la entrada?
Lin Fengtian, quien había abandonado la sala de audiciones, se apresuró en llegar cuando escuchó la conmoción en el piso de abajo.
Desconcertado, reconoció a alguien en la muchedumbre.
—¡Director Mu!, ¿a qué debo el honor de verlo aquí hoy?
Mu Yazhe le dio un vistazo y lo ignoró. Entretenimiento Huanyu era una corporación de un tamaño considerable y Lin Fengtian era considerado un veterano en la empresa. Era ladino y talentoso: un genio extraño que podría ser lo uno o lo otro. Aun así, Mu Yazhe no perdería el tiempo con él.
Lin Fengtian sonrió, se volteó y vio a Xiao Xue posicionada frente a Yun Shishi de manera protectora. En ese instante, se dio cuenta de lo que estaba pasando.
—¡Hermano Mu!
Una figura tímida y dulce se entrometió.
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