Cuando Yu Lili llegó a casa en taxi, ya era pasada la medianoche. Ella se duchó. Cuando salió del baño, su teléfono le notificó que era el tercer día del Año Nuevo.
Era la fiesta más importante del año. Giraba en torno a las reuniones, y aquí estaba ella, todavía sola.
Yu Lili yacía tirada en su cama sobre las sábanas. El cansancio la venció. Sintió que el cansancio se filtraba hasta sus huesos. Incluso después de cerrar los ojos durante mucho tiempo, no pudo conciliar el sueño.
Su mente estaba demasiado anudada y preocupada con demasiadas cosas. Estaba en un lío tan confuso que Yu Lili ni siquiera sabía por dónde empezar a desenredar sus pensamientos.
¡Ding! ¡Dong!
Su teléfono celular sonó. Yu Lili permaneció inmóvil en la cama durante bastante tiempo antes de contestar el teléfono. Era un mensaje de texto de Shen Zhilie.
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