Su Qianci no se escapó y se sintió increíblemente vacía por dentro. Ella dejó salir un gemido.
—Yo no...
—¿Y qué querías hacer justo ahora?
—Yo...
Ella no sabía que decir e inclinó la cabeza, sintiéndose culpable. Pero, extendió su pierna y la puso sobre la de él. Ella retiró la mano de su agarre y obstinadamente envolvió sus brazos alrededor de él, tratando de besarlo.
Li Sicheng levantó la cabeza y ella terminó besando su manzana de Adán. Li Sicheng estaba muy excitado, pero sus ojos aún estaban tranquilos y fríos como si nada hubiera sucedido. Mirándola, él le preguntó:
—¿No me odias? ¿Por qué intentaste robarme un beso?
El corazón de Su Qianci fue arrancado. Con voz quebrada, ella negó con la cabeza y respondió9+:
—No, yo no...
—¿No qué?
—Yo no te odio…
—Entonces, ¿por qué me abofeteaste?
¿Por qué lo abofeteó? Ella frunció los labios y sus lágrimas cayeron de inmediato.
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