Pero con ese impresionante poder de fuego, venía un equivalente consumo de maná.
Cuando un mago usaba Flecha de Fuego, podía invocar una o dos flechas en llamas. Incluso con el apoyo de la metamagia, solo serían capaces de invocar una docena a lo sumo. No se debía a que fuesen incapaces de invocar más, sino porque no estaban dispuestos a hacerlo. Cada Flecha de Fuego extra aumentaría el consumo de maná, volviendo más difícil el control del hechizo.
Que alguien como Lin Yun fuera capaz de invocar cientos de flechas en un solo hechizo de Flecha de Fuego era algo que cualquier otro Gran Mago nunca hubiese considerado posible. Después de todo, la magnitud de ese hechizo era cien veces más difícil de controlar y consumía cien veces más maná. Incluso si originalmente era un hechizo de mago de bajo nivel, luego de ser superpuesto cien veces, el consumo y la dificultad de controlarlo alcanzaban un nivel temible.
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