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Capítulo 85: Tierra Del Miedo

Editor: Nyoi-Bo Studio

—Preséntate.

Rhode ignoró las miradas extrañas de todos y le hizo un gesto a Celia para que se presentara. Tenía su espada en la mano derecha e hizo una reverencia de caballero.

—Soy Celia, la subordinada del Maestro.

Después de eso, la chica levantó la cabeza y guardó silencio como si hubiese cumplido con su deber.

Pero todos estaban sorprendidos por su corta presentación.

La subordinada del maestro.

Aunque no reveló explícitamente quién era su Maestro, todos lo supieron con solo mirar su comportamiento. Su mirada se dirigió lentamente hacia Rhode.

Los ángeles eran criaturas nobles que tenían un estatus muy por encima del de ellos, ¿quién hubiera pensado llamaría «maestro» a un humano?

«¿Quién es este joven?»

—Sr. Rhode, emm…

Lize no se daba cuenta de lo que estaba pasando. Por otro lado, Marlene frunció el ceño y miró a Celia. Podía recordar vívidamente a Rhode invocándola en las ruinas subterráneas, y ahora apareció de nuevo.

Mientras pensaba en eso, miró a Rhode con una expresión complicada. Por otro lado, Rhode pareció haberse dado cuenta de lo que estaba pensando, así que respondió asintió con la cabeza. Aunque no dijo nada, Marlene entendió lo que quiso decir.

—Nos iremos ahora. Nuestro ritmo será casi igualal de antes.

Cuando Rhode pensó en esa orden, ya había planeado no recibir preguntas.

Pronto comenzó a dar órdenes y a asignar sus respectivas tareas a cada individuo.

—Como ahora tenemos a Celia, tengan por seguro que su poder es suficiente para protegerlos a todos. Anne, tu papel es trabajar con Celia. El estilo de lucha de los ángeles difiere bastante del de los humanos, así que espero que puedas adaptarte rápidamente a sus patrones de ataque. Si no puedes hacerlo, por favor, dímelo, ¿entiendes?

—¡Sí, Anne entiende!

Anne, como siempre, levantó la mano para mostrar que había entendido claramente. Aun así, miró a Celia con curiosidad. Aparentemente, estaba bastante intrigada por esa joven con alas.

—Ya que todos están listos, nos vamos.

Cuando Rhode aplaudió, todos se pusieron en pie rápidamente y se formaron antes de marchar hacia las profundidades del bosque.

—Muchacho, cada segundo te vuelves más y más misterioso.

Los labios de Sereck se doblaron hacia arriba mientras le susurraba a Rhode.

—Si pudiera, preferiría ser discreto.

Rhode contestó tranquilamente al intento de Sereck de ponerlo a prueba y se giró al frente. Cuando Sereck vio eso, se quedó en silencio y se sonrió irónicamente. Finalmente, sacó su arma y siguió a Rhode.

-

Gritos agudos desgarraron el silencio del bosque. Un sinnúmero de sombras blancas atravesaron los árboles; sus ojos erancompletamente negros y ardían de odio. Extendieron sus largos y delgados brazos, tratando de agarrar a los seres vivientes que tenían ante ellos. Desde lejos, podían olfatear el fétido hedor de los humanos, y arañaban hacia esas personas con gran desesperación, como si hubieran perdido algo precioso.

Entonces, destelló una luz brillante.

El ángel bloqueó a los espíritus malignos y, después de mostrarles el fin de su existencia, rápidamente se retiraron con temor. El hermoso rostro de Celia no mostraba emoción alguna mientras sujetaba su espada, que tenía grabada símbolos sagrados antiguos. Blandió su espada sin piedad y cortó a los espíritus malignos en dos, borrando completamente su ya insignificante existencia.

Rhode sabía que había mucha gente mirando a Celia. Sin embargo, no le extrañó que lo hiciesen, ya que había ido a dar un paseo y luego había vuelto con un ángel. Lo extraño sería que nadie le prestara atención.

Aunque Celia era el centro de atención en ese momento, no la afectaba en absoluto. Simplemente seguía las órdenes de Rhode.

Sereck dejó de mirarla.

Como maestro espadachín, había visto muchas cosas en su vida. Esa mujer definitivamente era un ángel real y no una ilusión proyectada por los no muertos. Aunque había rumores sobre no muertos de nivel alto que se disfrazaban de ángeles, no podían replicar el Aura Sagrada que rodeaba a Celia.

El aura tranquila y agradable que calmaba su mente era la prueba de que Celia era un ángel. Sin embargo, lo que Sereck encontraba más interesante era la esgrima que usaba. A juzgar por sus ataques consecutivos, notó que era la misma que la de ese joven.

«Parece que tienen algún tipo de relación».

Un momento después, el viejo Walker se detuvo y le dijo a Rhode:

—Chico, espera.

El viejo Walker agachó su cuerpo y presionó su mano contra el suelo. Después de un rato, se puso de pie y se dirigióhacia Rhode.

—Hay un rastro humano aquí. Entre siete y ocho personas viajando al norte. Y a juzgar por la frescura de estos rastros… diría que no tienen más de tres días.

Todos se emocionaron cuando escucharon el análisis del viejo Walker. Encontrar huellas humanas en ese denso bosque era como buscar una aguja en un pajar. Si no fuera por su experiencia como montaraz, probablemente hubieran ido en círculos durante días.

A diferencia de los demás, Rhode no estaba nada entusiasmado. Después de escuchar el informe del viejo Walker, su expresión se oscureció de inmediato.

—¿Estás seguro que fueron al norte?

—Bueno… sí, estoy seguro. Parece que algo rápido los perseguía… y su grupo estaba un poco desordenado, pero parece que…

El viejo Walker caminó un poco otra vez y respondió con confianza.

—Parece que nadie se quedó atrás.

Rhode no contestó. Miró el camino hacia el norte. Bajo el velo de la oscuridad, en esa dirección no podían verse más que sombras. Ni siquiera la Luz Sagrada pudo penetrar tan lejos. Sin embargo, Rhode pudo adivinar fácilmente lo que había en esa dirección. Un bosque marchito, una cueva oscura y…

—Había un camino hacia el cielo, pero en su lugar, eligieron entrar al infierno.

Inmediatamente, Rhode pensó en darse por vencido; quería darse vuelta y decirles a todos que hicieran sus maletas para irse a casa a dormir. Pero sabía que era solo su fantasía. Ese mundo ya no era un juego, y no tenía forma de escapar de la dura realidad. Por lo tanto, solo podía aguantar y continuar avanzando.

—Todos, síganme. Nuestro próximo viaje será extremadamente difícil. ¡No se queden atrás!

Después de dirigirse a su grupo, Rhode miró a Celia.

—Adelántate y ve a revisar la situación, pero no te alejes demasiado.

—Entendido, Maestro.

Algo cambió dentrodel oscuro bosque.

Incluso la persona más torpe se daría cuenta de ese cambio. Si el exuberante bosque de antes era silencioso, entonces el bosque de ahora era espeluznante y estaba muerto. Los árboles espesos fueron reemplazados por árboles delgados y marchitos, y con ramas retorcidas que crecían en ángulos extraños, dándole un aspecto bastante espeluznante. Si lo miraban más de cerca, era como el brazo de una persona que luchaba pidiendo ayuda.

Celia caminaba adelante, la inagotable oscuridad no la afectaba en lo más mínimo. No le importaba nada más que cumplir las órdenes de su Maestro.

De repente, hizo un movimiento rápido.

Cuando se dio vuelta, una gran sombra cayó del cielo. Aunque reaccionó a tiempo y levantó su espada para bloquearla, aparentemente había una gran diferencia de fuerza entre la sombra y ella. Solo pudo mantener su posición durante menos de un segundo antes de ser enviada por los aires.

—¡Señorita Celia! —gritó Lize. En ese momento, como si oyera su voz, esa enorme sombra se volvió y la miró con frialdad. Después de mirar a esa sombra aterradora, Lize no pudo pronunciar otra palabra, era como si una fuerza invisible estuviese apretando su cuerpo.

—¡Clérigos! Lancen Brillo Divino ahora! ¡Sereck, vigila la retaguardia! ¡Estas cosas son muy complicadas!

Rhode no se sorprendió de la emboscada. Levantó su espada y ordenó a su grupo mientras corría hacia delante. Cuando terminó de dar sus órdenes, ya estaba al lado de la gran sombra.

Como si pudiese sentir la amenaza ante ella, la enorme sombra levantó su brazo y golpeó hacia abajo. Sin embargo, Rhode ya lo había previsto. En el momento en que el brazo caía el suelo, Rhode se había ido hacia atrás.

La enorme mano de la sombra se estrelló contra el suelo y sacudió la tierra.

En ese momento, la Luz Sagrada finalmente reveló la verdadera apariencia del monstruo. Cuando todos, incluido Sereck, la vieron, no pudieron evitar contener la respiración.

—¡Santa Alma, bendíceme! ¿Qué demonios es eso?

La gran sombra eraen realidad un bebé gigante.

Su forma era casi la misma que la de un bebé normal. Calvo, dos ojos grandes y brillantes y la grasa en su cuerpo desnudo que lo hacía parecer bastante obeso. Sin embargo, lo más aterrador era que tenía la piel de color verde aguay varias cicatrices en su cuerpo. Si era un bebé normal, claramente debería estar muerto.

Pero, estaba vivo.

Parecía haber absorbido toda el aura maligna que rodeaba ese lugar, lo que convirtió al pequeño y frágil bebé en un monstruo aterrador de tres metros. Retumbó al girar; sus ojos, que habían perdido el brillo, reflejaban las sombras de todos. Cuando el bebé muerto gigante abrió la boca, no había ningún diente, pero luego salió un grave rugido.

—Maaammááá... Maaaammáááááááá…

Al escuchar esa voz grave e inquietante, todas las mujeres del grupo sintieron que se les paraban los pelos de punta. Temblaban de miedo. Ni siquiera los no muertos ni los espíritus malignos rompieron su determinación, pero un rugido de ese bebé muerto gigante hizo que se aferraran la una ala otra con terror. Anne, que por lo general era despreocupada y sonriente, también tenía una expresión sombría en su rostro.

«Maldición, sabía que pasaría esto».

Rhode estudió la expresión de todos y frunció el ceño. Sin embargo, no dejó de moverse. Cuando el bebé muerto gigante golpeó el suelo con el puño, ya había activado su Destello de Sombras. La espada en su mano reflejó una luz roja y atravesó el cuello del bebé muerto gigante.

Su piel de aspecto pútrido era más dura que el acero. Aunque Rhode había usado toda su fuerza para atacar, solo creó una pequeña herida. El bebé muerto gigante gritó como un niño hostigado y usó sus manos para atrapar a Rhode.

—Viejo Walker, usa la Flecha de Fuego y apunta a sus ojos. En cuanto a las demás, apresúrense y lancen el Brillo Divino. ¿A qué están esperando?

Rhode gritó enfadado y despertó a los demás de su estupor. El viejo montaraz rápidamente sacó su arco y una flecha de su espalda y encendió la punta de la flecha en llamas. Tiró el arco hacia atrás y disparó hacia el bebé muerto gigante, perforando sus ojos con una precisión milimétrica.

—¡Ay!

El repentino e intenso dolor hizo que el monstruo cayera al suelo. En ese momento, una densa columna de luz sagrada cayó del cielo y se estrelló contra el cuerpo del monstruo, haciendo que se retorciera de agonía. Luchó por levantar ambas manos en un intento por resistir, pero la Hoja Destructora de Rhode ya había atravesado su cabeza. Un asqueroso líquido oscuro salió de la herida y cayó al suelo, creando unas líneas de humo cada vez que tocaba algo. Finalmente, el ángel apareció una vez más para dar el golpe final. Clavó su espada con toda su fuerza en el corazón del gigante bebé muerto.

Una ola de llamas sagradas surgió de la espada y envolvió todo el cuerpo del monstruo. En un abrir y cerrar de ojos, se convirtió en cenizas.

En ese momento, varios rugidos graves hicieron eco a su alrededor.

Pronto, unas sombras enormes emergieron lentamente de la oscuridad.

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