509 ¡Estoy dispuesto a convertirme en un puente de piedra por 500 años!

En la villa.

Wu Zeqing puso las flores en una mesa.

Zhang Ye se acercó a ella.

—Déjame ayudarte con esto. ¿Dónde quieres que las ponga?

Wu Zeqing dijo: —Está bien. Primero desayunemos. Si no hay lugar para ponerlas, déjalas ahí o ponlas en el jardín.

Zhang Ye parpadeó.

—Eres muy popular.

—Son sólo regalos de algunos amigos y ex-colegas —respondió.

—Oh, ¿todos te están cortejando?

Wu Zeqing trajo la leche y respondió tranquilamente: —No sé nada de eso.

«¡Vamos, hasta un tonto podría ver eso! ¿Cómo no podrías?»

Cuando Zhang Ye escuchó eso, empezó a hablar mal de ellos y dijo: —Oye, ¿no crees que un festival extranjero como el de hoy realmente estropea el ambiente aquí? ¿Qué tiene de bueno celebrar un día como el Día de San Valentín?

—Sólo siéntate y come —sonrió—. La gran hermana tampoco celebra festivales occidentales como éste.

Zhang Ye golpeó ligeramente su mano en la mesa.