La Leyenda del Kyubi [Español]

*Bzz *

"Ugh..."

[Tu presencia en este mundo traerá cambios (omitido)... Buena suerte, joven (omitido)...]

"¿Qué fue eso?"

** * * * **

Konohagakure no Sato, una de las 5 grandes aldeas Shinobi de las [Naciones Elementales], conocida por su alto poder militar, así como la más pacífica, el lugar perfecto para vivir, excepto por el hecho de que hoy no sería un día como otros.

"Entrega al Jinchuriki del Kyuubi o presencia la muerte de tu hijo" - dijo un hombre con máscara con patrón en espiral - "Y te recomiendo que sea rápido, porque mis manos están un poco débiles después de recibir ese golpe"

Su rival, un apuesto hombre de cabello rubio y piel bronceada, observó a su oponente con furia mientras escuchaba los gritos de su esposa, una bella mujer de cabello rojo que rogaba porque salvaran a su hijo.

"¡Iré contigo, pero no lastimes a mi bebé!" - exclamó Kushina Uzumaki, la madre del bebé que estaba en peligro.

El enmascarado miró a la mujer, quien caminó lentamente en su dirección - "Tenemos un trato"

Sin preocuparse por las consecuencias, el enmascarado arrojó al bebé, para luego tomar a la mujer y desaparecer en lo que parecía ser una distorsión dimensional.

"¡Naruto!" - exclamó Minato mientras atrapaba al bebé, solo para soltar un suspiro de alivio cuando vio que estaba en perfecto estado, aunque su expresión palideció al ver que su esposa había desaparecido - "Kushina-chan..."

** * **

"Vas a pagar por esto" - gruñó Kushina, quien estaba todavía débil por haber dado a luz hasta hace poco unos minutos.

"Deberías preocuparte más por tu situación, Jinchuriki del Kyuubi" - respondió el hombre enmascarado mientras golpeaba el estómago de la mujer de cabello rojo, quien solo pudo soltar un grito de dolor, a la par de que un aura rojo sangre salía de su vientre.

"¡LIBRE, POR FIN SOY LIBRE!" - exclamó el aura roja, la cual lentamente empezaba a tomar la forma de un enorme zorro de nueve colas.

"Aunque no por mucho tiempo" - respondió el enmascarado con desdén, solo para activar su único ojo visible a través de su máscara, el cual parecía haber salido del infierno debido a su color rojo carmesí con un extraño patrón.

La enorme bestia de nueve colas soltó un rugido de furia mientras sentía cómo su percepción de la realidad empezaba a desvanecerse, a la par de que perdía control de su cuerpo.

"Listo... ahora cumple con tus más profundos deseos, Kyuubi no Yoko, destruye Konoha" - dijo el hombre enmascarado mientras fruncía el ceño al notar cómo un destello amarillo aparecía delante de él - "Supongo que eso es todo por ahora, mi trabajo ya está hecho..."

Dicho eso, el hombre volvió a desaparecer en una distorsión dimensional, a la par de que Minato se materializaba donde el destello dorado había aparecido - "¡Kushina-chan!"

"Estoy bien, Minato-kun" - dijo Kushina con debilidad - "Agradezco ser una Uzumaki, porque si no fuera el caso, yo ya estaría muerta debido a la extracción del Kyuubi"

Minato no respondió, él simplemente tomó la mano de su esposa, aunque su expresión cambió cuando escuchó el sonido de los gritos de desesperación que provenían de la aldea debido a la liberación de la bestia de chakra.

"¡Minato-kun! ¡¿Qué fue lo que pasó?! ¡¿Por qué el Kyuubi no Yoko está libre?!" - gritó un hombre de Mediana Edad vestido con traje negro y casco estilo samurái. Él era Hiruzen Sarutobi, Sandaime Hokage de Konohagakure.

"¡Luego te lo explico, Hiruzen-san, ahora necesito que detengas al Kyuubi por unos minutos para poder volver a sellarlo!" - exclamó Minato con un rostro serio - "¡Kushina-chan necesita tomar un descanso antes de intentar volver a sellar al Kyuubi dentro de ella!"

"¡Entiendo!" - exclamó Hiruzen mientras corría para dar órdenes para intentar detener a la bestia de chakra luego de asegurarse de que su esposa estaba solamente inconsciente.

"Minato-kun... los dos sabemos que es imposible que puedas sellar al Kyuubi dentro de mí" - dijo Kushina con el ceño fruncido - "Dime que no estás pensando en darle esta maldición a nuestro bebé..."

"Lo siento, Kushina-chan, pero Konoha nos necesita" - respondió Minato mientras soltaba un suspiro - "Es mi deber como Yondaime Hokage"

"¡Y tu deber como padre es asegurarte de que nuestro hijo no sufra!" - exclamó Kushina con furia mientras notaba cómo su marido había tomado la decisión de sacrificar a su bebé - "Ya veo, tu trabajo es más importante que nuestra familia"

"Lo siento, Kushina-chan" - murmuró Minato mientras apretaba los dientes - "Hay cientos de vidas en peligro"

Kushina no respondió, no porque no quisiera decir nada más, sino porque no tenía las fuerzas para hacerlo.

Los dos rápidamente desaparecieron en un destello dorado, solo para reaparecer en la entrada de la aldea, y ver la devastación causada por el Kyuubi no Kitsune, el cual estaba retorciendo gracias a los esfuerzos de los ninjas de Konoha.

"¿Están bien?" - preguntó Hiruzen al notar el destello producido por el Hiraishin no Jutsu de Minato.

"Sí" - asintió Minato mientras le entregaba su bebé a Kushina, quien rápidamente lo abrazó contra su pecho para asegurarse de que no hubiera sufrido ningún daño.

"¿Cuál es el plan?" - preguntó Hiruzen con seriedad.

"Kushina usará las Kongo Fusa para detener al Kyuubi, y yo lo sellaré dentro de Naruto" - respondió Minato con seriedad - "Si las cosas salen mal, espero que cuides a mi familia"

Hiruzen se quedó en silencio antes de soltar un suspiro, solo para asentir con debilidad.

El trío simplemente asintió con debilidad, sin notar cómo un extraño destello azulado impactaba directamente en la cabeza del monstruo de chakra, quien se había detenido por completo.

** * * **

"¡¿QUIÉN OSA INVADIR MI ESPACIO MENTAL?!" - rugió el Kyuubi no Yoko, solo para sentir cómo su consciencia empezaba a quebrarse lentamente - "¡NO! ¡ESTO ES IMPOSIBLE!"

Sin que pudiera hacer algo al respecto, una extraña aura azulada empezó a esparcirse por todo su espacio mental, causando una extraña sensación de paz.

"YO..." - murmuró la imagen mental de la bestia de chakra mientras sentía cómo toda su esencia interna parecía purificarse, aunque esto solo causó que recuperara la cordura por unos segundos - "¡NO, SI ESTO SIGUE, NO SERÉ YO MISMO!"

El Kyuubi intentó detener el esparcimiento de la extraña aura azulada, solo para maldecir cuando vio que no importara lo mucho que lo intentara, nada parecía solucionar su problema, al menos hasta que sintió cómo su cuerpo parecía estar siendo restringido por cadenas, una sensación que reconoció de inmediato - "¡MALDITOS HUMANOS!"

Lentamente, una extraña sensación de succión invadió el espacio mental de la bestia de chakra, aunque esto también pareció estar absorbiendo el aura azulada que estaba purificándolo.

"NO SÉ QUÉ ES LO QUE SEAS, PERO SI VOY A CAER, SUPONGO QUE CAERÉ CON MI CÁRCEL" - dijo el Kyuubi mientras soltaba una carcajada llena de locura.

** * * **

"Minato-kun" - dijo Kushina con el ceño fruncido al notar cómo el Kyuubi no estaba luchando como debería, aunque esto era bueno, porque el sello estaba funcionando con normalidad.

Minato también estaba confundido, aunque agradecido de que con esto, él no tuviera que usar su técnica de último recurso.

Hiruzen estaba observando todo en silencio, aunque su expresión cambió cuando una extraña aura azulada rodeó el cuerpo de chakra de la bestia, la cual empezó a moverse hacia las cadenas - "¡Kushina-chan!"

 "¡Kushina-chan, desactiva tus cadenas!" - exclamó Minato mientras el aura azulada avanzaba rápidamente.

Kushina intentó desactivar su técnica, pero la velocidad del aura era más rápida, así que sin poder hacer nada más al respecto, Minato saltó hacia las cadenas y las rompió con su chakra imbuido en sus manos, solo para notar cómo un aura roja se disparaba e impactaba su cabeza.

"¡Minato-kun!" - exclamó Hiruzen con terror, solo para notar cómo la totalidad de la bestia de nueve colas entraba en el cuerpo del pequeño bebé, quien rápidamente empezó a llorar porque la esencia del Kyuubi era demasiado para su diminuto cuerpo.

"¡Naruto!" - exclamó Kushina con terror, solo para cómo su bebé parecía estar cambiando con cada segundo que pasaba.

Su cabello rubio, lentamente empezaba a volverse rojo como el de su madre, uno de sus iris ahora era roja como la sangre y las pupilas ahora parecían afiladas, como si fueran las de una bestia, aunque el detalle más aterrador, era que no solo la piel ligeramente "bronceada", ahora estaba palideciendo al nivel de Kushina, sino que también una esponjosa cola de zorro estaba detrás del pequeño, junto a dos orejas alargadas y peludas en la parte superior de su cabeza.

"Esto tiene que ser una broma" - dijo Kushina con pánico, aunque su expresión cambió a una de incredulidad cuando vio cómo estos detalles animalísticos, desaparecían, como si no hubieran estado, pero era imposible que ella pudiera ignorarlo, así que lentamente caminó hacia el bebé y usó su chakra para sentir los cambios en su interior, solo para fruncir el ceño porque el aura de su bebé era muy diferente a la primera vez que ella lo había tomado.

"Kushina-chan, tenemos que llevar al bebé y a Minato al hospital" - dijo Hiruzen con seriedad - "Ahí investigaremos lo que sucede"

"Entendido" - murmuró Kushina mientras soltaba un suspiro pesado.