El cuerpo entero de Nian Xiaomu había perdido su centro de gravedad, y casi se hundió precipitadamente en el pecho de él.
Al momento de levantar la cabeza, se encontró con la profunda y oscura mirada de Yu Yuehan.
Con una expresión gélida, de inmediato él dijo: —¿Por qué no contestaste la llamada telefónica?
—...
¿Cuál llamada telefónica?
Cuando Nian Xiaomu se levantó súper rápido, giró su cabeza primero y miró a sus colegas que tenía delante.
Ella sólo bajó la cabeza y sacó su teléfono móvil después de darse cuenta de que nadie les estaba prestando atención.
Presionó algunos botones y murmuró suavemente: —Por alguna razón, mi teléfono móvil estaba configurado en modo silencioso. No escuché que mi teléfono sonaba...
Cuando Yu Yuehan escuchó su explicación, bajó los párpados y echó un vistazo a la pantalla de su teléfono móvil. Al instante, la expresión de su rostro se volvió suave.
—También voy a la cena. Te llevaré.
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