Nian Xiaomu estaba tan avergonzada que no se atrevió a aparecer ante él durante toda la noche.
Después de convencer a Xiao Liuliu para que se acostara, se quedó encerrada en su habitación para buscar la información de Shangxin.
Se dio cuenta de que, aparte de las fotografías y los videos de las presentaciones en pasarela de Shangxin, no había otras fotografías de ella.
Cuando logró ponerse en contacto con el gerente de nuevo, él sólo reiteró que Shangxin no aceptaría ningún acuerdo de representación.
Nian Xiaomu agarró la almohada de su cama y apoyó sus mejillas sobre sus manos. Miró fijamente los requisitos de la propuesta enviados por Sheng Da Tecnologías.
Finalmente entendió por qué Sheng Da sentía que Shangxin era la vocera más ideal.
La diosa de la nación era la encarnación de las cualidades del nuevo producto de Sheng Da Tecnologías: ella era un tema de tendencia actual y candente, hermosa y única.
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