Soluciones Posteriores

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Cuando Klein volvió a abrir los ojos, las amenazas y las súplicas en su mente habían desaparecido. La llama celeste ante sus ojos seguía ardiendo en esa mecha negra.

Inspeccionó seriamente el estado de su Cuerpo Espiritual y confirmó que los signos de caos desaparecieron. Los colores de su aura se habían vuelto puros y ya no estaban manchados.

«Finalmente se resolvió...» Kanzó un suspiro de alivio y bajó el Cetro del Dios del Mar. Con un chasquido de dedos, apagó la Vela de Terror Mental.

No regresó de inmediato al mundo real. Se sentó en silencio sobre la niebla gris mientras usaba el silencioso palacio para calmar las emociones negativas remanentes que su corazón interno no podía desahogar.