Capítulo 94 - Sabio Oculto

—El Creador Caído... Caído…

Alger reflexionó sobre las palabras de El Loco y se sumió en sus pensamientos.

Sin embargo, lo que más le sorprendió fue la actitud relajada, natural y despreocupada.

¡Actuó como si fuesen iguales!

Si él no hubiese experimentado su ritual anterior, podría haber pensado que El Loco simplemente estaba alardeando, construyéndose para intimidarlo a él y a Justicia. Pero ahora, tenía la opinión de que incluso si El Loco era inferior al Verdadero Creador, estaba al menos cerca de ese nivel.

«Es peligroso. Pero también es una oportunidad» 

Murmuró Alger suavemente. Luego habló con una sonrisa: —Sir. Loco, su descripción es más apropiada. Según nuestras observaciones, los Beyonders quienes creían en el Verdadero Creador, no, en el Creador Caído, tienen una mayor probabilidad de perder el control. El resto de ellos son en su mayoría psicópatas.

«Eso es algo que también mencionó la inteligencia de los Halcones Nocturnos... Y los llamados 'psicópatas' no perdieron la cordura; en cambio, sus ideologías se vuelven retorcidas...» 

Mantuvo su postura, pero no continuó con la conversación.

Todavía estaba considerando cómo preguntar sobre la Orden Secreta y la poción de Payaso, pero no podía encontrar una manera de hacer las preguntas de una manera que encajase con su persona.

«Es una pena que la Asamblea sea tan diferente a un foro de Internet. De lo contrario, podría crear otra cuenta para unirme a la Asamblea, y esa cuenta se encargaría de hacer preguntas que son inconvenientes para mí... Tal vez, un día, aprenderé magia relacionada con espejos y lo intentaré. Por ejemplo, puedo hacer que la mitad de los miembros sean mis cuentas extras...»

«Hay veintidós asientos aquí, y hay veintidós cartas en la baraja del tarot. Eso coincide perfectamente. Pero cuando "creé" este salón divino, ni siquiera me llamé "El Loco" ni tuve la intención de formar un "Club del Tarot". Hmm, ¿simbolizan esas veintidós las diferentes rutas de Secuencia?»

«Quería un salón divino, así que apareció un salón divino. Si quisiera una cuenta extra, obtendría una cuenta extra...»

Al ver a El Loco permanecer envuelto en la espesa niebla gris en silencioso, Audrey preguntó con nostalgia y curiosidad: —Eso suena aterrador. Sr. Colgado, ¿podría compartir, en detalle, información sobre cada una y cada organización misteriosa? ¿Y también los asuntos relativos a cada culto secreto? Es difícil para mí entrar en contacto con ellos durante mi vida diaria. Solo puedo entenderlos a través de ustedes dos. Estoy dispuesta a pagar por ello. ¿Puedo saber lo que le gustaría a cambio?

«¡Esa es una muy buena pregunta! Señorita Justicia, estás jugando el papel de mi cuenta extra hasta cierto punto... De esta manera, El Colgado definitivamente mencionará la Orden Secreta... ¡Eres la mejor!» 

La mente de Klein se agitó cuando escuchó eso, pero no dejó que sus emociones se mostrasen a través de su expresión o movimientos.

Alger pensó por un momento antes de decir: —Necesito dinero: mil libras. Sería mejor si no fueran facturas marcadas por un número de serie. O tal vez piedras preciosas que acaban de ser desenterradas. Valóralas de acuerdo con el precio promedio mensual de Intercambio de Joyas en Backlund.

«¡Mil libras! Eso es una gran suma de dinero. ¡Podría usarse para comprar una casa en una calle de clase alta en la ciudad de Tingen! No todos tendrían eso disponible de inmediato... El Capitán podría tener un salario anual como ese, supongo (?) La compensación por la muerte de Hayley fue de solo trescientas libras... Aunque la señorita Justicia es una noble, obviamente todavía no ha heredado la riqueza de su familia, y solo recibirá algún tipo de subsidio anual... Hmm, no es de extrañar que El Colgado declarara que podía pagarse a través de gemas...» 

Klein era muy sensible a las cifras monetarias. Por suerte, estaba cubierto de espesa niebla.

¡Para una mujer soltera o una señora, dos mil libras le podrían permitir vivir una vida digna!

Si se invirtiesen dos mil libras, la inversión podría producir de manera confiable un rendimiento anual de alrededor de cien libras.

––¿Mil libras? —dijo Audrey, sonando sorprendida. Entonces respondió alegremente—: No hay problema, ¿lo envío a la dirección anterior?

«A juzgar por el tono de la señorita Justicia, ¿le resulta muy barato?» 

No miró hacia ella.

Alger se quedó callado durante unos buenos veinte segundos antes de decir: —Sí, envíalo al Bar Guerrero & Mar en la Calle Pelicano, en el distrito Rosa Blanca en el Puerto Pritz. Dile al jefe, Williams, que es lo que quiere el 'Capitán'.

—Muy bien —Audrey se echó hacia atrás y posó de una manera similar a un Espectador—. Sr. Colgado, puede comenzar ahora.

Alger miró a El Loco, deliberó por un momento antes de decir lentamente: —Empecemos por la Orden Ascética de Moisés. Es la primera organización oculta. Por supuesto, muchos piensan que las primeras organizaciones ocultas son la Iglesia de la Diosa Nocheterna, la Iglesia de la Madre Tierra y la Iglesia del Dios de Combate.

—Esas personas deben ser de la Iglesia del Señor de las Tormentas, de la Iglesia del Eterno Sol Ardiente, o de la Iglesia del Dios del Conocimiento y de la Sabiduría —refutó Audrey de mal humor.

«¿La Iglesia de la Diosa es la primera organización oculta?» 

Esa fue la primera vez que Klein había oído hablar de tal afirmación.

«¿Qué sucedió exactamente en la Cuarta Época o la Tercera Época?»

Alger sonrió y dijo: —La verdad está enterrada en la historia antigua. Solo una cosa es segura: nadie ha dicho nunca que la Iglesia del Señor de las Tormentas, la Iglesia del Eterno Sol Ardiente o la Iglesia del Dios del Conocimiento y la Sabiduría hayan sido organizaciones ocultas.

—Está bien, ahorremos tiempo y volvamos al tema principal. La Orden Ascética de Moisés fue establecida por primera vez por unos pocos humanos que habían leído la Pizarra de Blasfemia. Creían en un dios no antropomórfico, llamado 'el Sabio Oculto'.

—La descripción es la de un dios, pero es más una ideología, una ley natural. Por ejemplo, todos los objetos son numéricos. El Sabio Oculto es una encarnación de la numerología espiritual. O ese conocimiento es supremo, y el Sabio Oculto es el conocimiento mismo. Por lo tanto, la Orden Ascética de Moisés original era una organización muy respetable y mantenía una buena relación con las otras iglesias principales.

—Los miembros de la organización llevaron vidas ascéticas para resistir la pérdida de control y resolver los efectos de la poción Remanente. Guardaron estrictamente los secretos de su orden y defendieron los preceptos morales y religiosos. Creen que los humanos reencarnan continuamente después de la muerte...

—La 9ª Secuencia que poseen se llama Inquisidor Misterioso... La palabra "Brujo" también se esparció desde esa organización.

Audrey escuchó atentamente la descripción de El Colgado y le preguntó bruscamente: —Usted dijo que la Orden Ascética de Moisés solía ser una organización respetable. ¿Ya no son una?

Alger asintió con indiferencia.

—No, han caído en la corrupción y ahora son una organización malvada.

—¿Por qué? Encuentro sus creencias muy buenas y muy normales —expresó su confusión.

Esa también era la confusión de Klein. La información que pudo obtener con su autorización de seguridad no proporcionó la razón de la caída en desgracia de la Orden Ascética de Moisés.

Alger miró al insondable El Loco y aceptó tersamente.

—No estoy seguro de la verdadera razón. Puede ser porque ha sido enterrado por la historia. Sin embargo, he escuchado una explicación aterradora.

—En esa historia, la razón principal por la que la Orden Ascética de Moisés cayó en corrupción fue porque el dios en el que creían, el Sabio Oculto, ¡había cobrado vida!

¡Se convirtió en la personificación de un dios maligno!

—¿Cobró vida? Esto... ¿cómo?

Audrey lo encontraba inimaginable mientras respondía con un tono de incredulidad.

Sin darse cuenta, había salido de su estado de Espectador.

«Es como una historia de terror, pero el fantasma es incluso un dios...» El corazón de Klein también se agitó con una oleada de emociones.

—Lo siento, nadie sabe la respuesta.

Alger originalmente quiso decir casualmente: "Tal vez el Sir. Loco lo sepa", pero contuvo el impulso.

Ya había estado a los bordes del peligro una vez.

En El Libro de las Tormentas 5: 7, había un dicho que recordaba claramente, el cual decía: ¡No pruebes a Dios!

Audrey se calmó y no presionó para obtener más respuestas. Le hizo un gesto para que continuara.

Klein mantuvo su postura y su silencio, validando las descripciones de El Colgado con su propia comprensión.

Finalmente, se dio cuenta de que había cuatro puntos que necesitaba tomar en cuenta.

Primero, la Secta Demonizas también era conocida como la Familia Demonizas en la Cuarta Época. En aquel entonces, tenían muy pocos miembros y sus creencias se transmitían a través de sus líneas de sangre. Además, matarían a los padres de sus hijos y abandonarían a los bebés varones. Por lo tanto, todos los miembros eran mujeres. Por supuesto, eso era todo de la descripción de Alger, y no había manera de verificarlo en este momento.

En segundo lugar, el Episcopado Numinoso que creía en la Muerte y la Escuela del Pensamiento de la Rosa a la que le gustaban las ceremonias de sacrificios sangrientos de adoración se originó en el Continente Sur. Después de que llegó la era colonial, casi desaparecieron bajo los ataques de las siete iglesias. Pero como tales, comenzaron a extenderse hacia el Continente Norte.

Tercero, los Alquimistas de la Psicología actual, eran similares a la anterior Orden Ascética de Moisés. Creían en una existencia no antropomórfica y creían que el espíritu humano podía cambiarlo todo.

Cuarto, la Orden Secreta tenía el nivel de actividad más bajo entre todas las demás organizaciones ocultas. Así que eran los más desconocidos. Cada vez que aparecían, parecían estar siguiendo algo o buscando algo.

«¿Qué están siguiendo o buscando?» 

Recordó repentinamente el diario que había leído anteriormente: el líder de la Orden Secreta, Zaratul, cooperó con los Roselle. Su objetivo era conseguir algo que la familia Antigonus había dejado atrás.

«Su aparición en ese momento fue para buscar el cuaderno perdido, el cuaderno de la familia Antigonus...»

Entrecerró los ojos ligeramente y sintió que aparentemente había encontrado la razón clave para las acciones de la Orden Secreta.

«¡Están detrás de las cosas que la familia Antigonus dejó atrás!»

Reprimió su necesidad de golpear el borde de la mesa mientras sus pensamientos aparecían uno tras otro.

«¿Oh, estaban buscando rastros remanentes que la familia Antigonus dejó atrás?»

«Entonces, ¿debo dirigir mi atención a esas áreas para obtener la fórmula de poción de Payaso de la Orden Secreta?»

Después de un nuevo intercambio de información, anunció el final de la reunión.

—Por tu voluntad.

Audrey y Alger se pusieron de pie juntos.

Cortando las conexiones, vio que ambas figuras se rompían y desaparecían. Se frotó la glabela e intentó conjurar una cuenta extra con su mente.

Mientras pensaba, una figura apareció en el extremo más alejado de la larga mesa de bronce. Esa figura llevaba un esmoquin negro, un sombrero de copa de seda y una expresión aburrida. Sus acciones eran torpes e inarticuladas. A pesar de que estaba envuelto en una niebla gris, era obvio que algo estaba mal con él.

«Eso no servirá» 

Experimentó un par de veces más antes de suspirar y desechar la idea de crear una cuenta extra.

Intentó otras cosas también. Continuó sentado sobre la niebla gris en el asiento de honor en la larga mesa de bronce. Consideró lo que Audrey había dicho, y dirigió su mirada con curiosidad a las ilusorias estrellas carmesí.

Después de un momento de silencio, comenzó a orar como una forma de retroalimentación en lugar de establecer contacto con esas estrellas.

En medio de la tranquilidad y el silencio, no recibió ningún comentario de las más de diez estrellas carmesí cercanas.

«¿Para recibir comentarios, necesito sacar a alguien por encima de la niebla gris antes de poder responder?» 

Asintió mientras pensaba, sintiéndose algo decepcionado.

No quería violar la voluntad de otra persona y empujarlos a la fuerza en ese espacio misterioso.

«Hmm…» 

Se estaba preparando para irse, pero habitualmente tocó una estrella carmesí ilusoria cercana.

¡Justo entonces, de repente sintió que había una oración débil e insignificante dentro de la estrella carmesí!