Después de insertar la llave de obsidiana, no hubo reacción de la puerta de acero. Estaba tan inmóvil como siempre.
En ese momento, llegó un mensaje de Gentle Snow. Le dijo que los Caballeros Mecánicos de repente habían dejado de perseguirla y estaban regresando rápidamente.
—Maldita sea, no puede ser, ¿verdad? ¿La llave realmente no funciona? —En un ataque de ira, Shi Feng golpeó bruscamente el ojo de la cerradura.
Como no podía entrar de la forma más sencilla, solo podía usar el método más peligroso para ingresar.
¡Zas! ¡Zas! ¡Zas!
De repente, una luz dorada deslumbrante surgió desde el ojo de la cerradura. Innumerables capas de energía brillaron en las enormes puertas. Después, se abrieron lentamente, dejando escapar algunos crujidos.
Al ver que los Caballeros Mecánicos ya se habían precipitado al lugar, mientras se abría un resquicio entre el par de puertas...
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