En la cima del mundo, los Reinos de Dios eran definitivamente el foco de todo el Universo. Siempre había varios ojos que observaban los acontecimientos en la cima del Árbol del Mundo, sin importar si fueran el Infierno, el Abismo o el Plano de Energía Negativa.
Siempre que había una pequeña perturbación en los Reinos de Dios, estos poderes reunían rápidamente toda la información que podían para poder reaccionar. Al fin y al cabo, era porque la fuerza de los Reinos de Dios era demasiado grande.
Aunque Lanza ya había desaparecido durante mucho tiempo, había legado métodos y artefactos suficientes para que los Nuevos Dioses controlaran al resto del Universo, por ejemplo, cuando en la primera Asamblea de los Dioses, los Dioses decidieron atacar el Pozo Mágico del Universo; el Infierno y el Abismo lograron obtener la información de antemano.
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