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Capítulo 14: Pasividad

Editor: Nyoi-Bo Studio

—¿Sí, Jefa de Enfermeras?

—Te he dicho que traigas máscaras quirúrgicas. ¿Te has quedado sorda?

—Iré a traerlas ahora mismo.

—Mian, ¿Qué sucede? ¿Algo te está preocupando? ¿Necesitas un día libre? Has estado distraída todo el día —dijo la nueva enfermera Huang Yue con preocupación en su tono.

Exhausta, Huo Mian negó con la cabeza. Había estado lánguida todo el día. Lo peor es que no era por su guerra fría con Ning Zhiyuan. Ella había estado pensando en el hombre en quien no debería pensar.

¿Había vuelto de verdad? ¿Lo que ocurrió anoche no fue un sueño?

Su estupor duró hasta que su turno acabó. Huo Mian cambió su uniforme blanco de enfermera por un vestido azul pastel. Tomando su bolso, se marchó. Salió justo a tiempo para ver el Chevrolet blanco de Ning Zhiyuan, que estaba estacionado fuera de la entrada principal.

Lo había comprado el mes pasado. Como planeaban casarse, los padres de Ning Zhiyuan ayudaron a pagar el auto. Esto, junto a sus salarios, llegaba a una suma de cien mil Yuanes. Era un auto muy bonito.

La matrícula ponía 0510, que era el cumpleaños de Ning Zhiyuan. Definitivamente era él.

¿Aparcó allí para esperarla?

Justo cuando Huo Mian iba a aproximarse a preguntar, vio a He Man, quien llevaba puesta una minifalda. Ella corrió hacia el auto, y luego de abrir la puerta rápidamente, saltó al asiento del acompañante.

Entonces, el auto arrancó...

La luz abandonó los ojos de Huo Mian poco a poco. Sin apuros tomó su teléfono e hizo una llamada.

—¿Qué quieres? —contestó. Del otro lado de la línea, Ning Zhiyuan sonaba molesto.

—¿Terminó tu turno? Necesito que me lleves a casa.

—Aún no, tengo otra cirugía más. Trabajaré horas extra así que puedes ir a casa primero. No me llames sin razón. Adiós.

Y con eso, Ning Zhiyuan colgó el teléfono.

Huo Mian sonrió irónicamente; sabía por qué Ning Zhiyuan mentía. Estaba intentando vengarse de ella.

Sin embargo, lo que hizo fue una bajeza. Huo Mian sintió repentinamente que el hombre ordinario con el que había salido por tres años ya no era tan ordinario.

Ella miró el cielo. Estaba gris, igual que su humor.

Entonces, Zhu Lingling llamó.

—Mian, ¿Ya has salido del tabajo?

—Sí.

—Ven a mi casa, tengo el día libre hoy y te prepare algo rico. ¡Trotones de cerdo marinados!

—Eso suena bien, tengo hambre. Espérame.

Colgando el teléfono, Huo Mian tomó un taxi y se dirigió a la casa de Zhu Lingling.

Los padres de Zhu Lingling vivían hacia las afueras de la ciudad. Para que fuese más fácil ir al trabajo, ella alquiló un departamento cerca del aeropuerto. Siempre que tenía tiempo, Huo Mian iba allí a comer. Parecía que, fuera del hospital y su casa, ese era el único lugar al que podía ir.

Colocando el cerdo en la mesa, Zhu Lingling empezó a divagar antes de que Huo Mian tuviese oportunidad de comer. Preguntó respecto a lo que había ocurrido ayer. Incapaz de soportar el bombardeo, Huo Mian relató los eventos de manera detallada. Claro que, dejó de lado los detalles mas provocadores, como el beso forzado, mencionándolos a penas.

—Eso es lo que sucedió. Siéntete libre de comentar, señorita Zhu Lingling.

Huo Mian miró fijamente a Zhu Lingling con los labios fruncidos y ojos de cachorro. Era una mirada adorable.

—Guau, eso es intenso. ¿Entonces lo que dices es que el Señor Sangre Azul Qin Chu te propuso matrimonio ayer? —dijo Zhu Lingling, devolviéndole la mirada con sorpresa.

—Mujer, por favor. Ese no es el problema aquí. El problema es que Zhiyuan ya no confía en mi y quiere terminar... —Huo Mian se quejó.

—Mian, dí la verdad. ¿Aún amas a Qin chu? —preguntó Zhu Lingling, completamente seria.

Huo Mian se congeló ante esta pregunta.

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