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No pensé que el amor pudiera ser tan significativo en la vida de alguien. No lograba entender a las parejas que caminaban de la mano y pasaban horas  besándose como si la existencia dependiera de aquello. Solía pensar "¡Qué les ocurre!", hasta que me tocó experimentarlo.

Yo, Tyara Paz, conocida como la persona con las mejores relaciones afectivas en Georgia, una novedosa máquina latina de atracción masculina, la latina de oro solían llamarme, realmente nunca me importó lo que opinaban de mí.

De pronto mi cuerpo sintió una sensación extraña similar a la ternura, mi mente empezó a dar tantas vueltas a mis ideas cayendo en la desesperación y fue ahí que lo  descubrí, descubrí eso que me obligaba a evitar, y pasó, la ilusión llegó a mi vida.

¿Por qué solo una persona puede jactarse de ese título? ¡Cómo apreciaba atraerlos y de vez en cuando estar con ellos! Sabía muy bien, como buena conocedora, que mi cabellera crespa y mis ojos claros atraía a cualquier ser humano como imán, ni qué decir de mis demás facciones. Sí, solía ser un tanto presumida. Un día, no sé cómo llamarlo si bendito o maldito, solo un individuo puso boca abajo mi mundo, mi seguridad. ¿Cómo eso me pudo pasar? Yo, quien critiqué y ofendí de todas las formas a mi hermana mayor por ser enamoradiza y frágil, yo que la apoyé en silencio y únicamente entre las cuatro paredes dentro del hogar. En una de mis reglas el enamorarse o amar a alguien estaba totalmente prohibido. Sé muy bien que el amor solo te conlleva al dolor eterno, debí repetirlo una y otra vez. Ahora me doy cuenta que no era vergüenza lo que sentía, era miedo, miedo a lo que mi hermana decía reconocer, a lo que ella llamaba amor se convirtiera en parte de mis pensamientos y de mi manera de vivir.

¿Cómo es posible amar a alguien de esa manera tan descontrolada? ¿Cómo es posible entregar tu cuerpo con el deseo de volverlo a tener? Solía disfrutar del cuerpo de algún varón que deseaba, pasar la noche con él e irme, nunca me acuesto con un hombre dos veces.

Pero entre todos esos hombres... entre todos esos solo uno puso de cabeza mis emociones. Sí, ese uno es...

¿Cómo es posible que me guste Timy Somer? ¡No! No puede ser verdad. ¿Cómo pudo pasar? ¿Desde cuándo me siento atraída por y hacia él? ¿Por qué me siento enamorada? ¡Sí! ¡Me he enamorado de un chiquillo! De alguien menor que yo.

No. Es muy tarde, demasiado tarde, no solo lo quiero... yo... yo ya lo amo, lo amo.