¡Ponla en su lugar!

Mientras hablaban arriba, se oyó el sonido de un coche llegando. La voz emocionada de la Anciana Xue se podía escuchar a través de la puerta.

—¡Yanmei, Ruoruo, finalmente han llegado!

Acto seguido, se escuchó una voz alta.

—Mamá, ¿por qué lloras? ¿Podría ser que la cuñada te haya intimidado?

Quedó claro que la persona con esa voz fiera e irrazonable no era alguien con quien jugar.

Ye Li frunció el ceño instintivamente y le explicó a Xue Xi suavemente,

—Esa es tu tía paterna, Xue Yanmei. Ella...

Ye Li, que nunca había hablado mal de los demás a sus espaldas, dudó antes de recordarle a Xue Xi,

—Se casó temprano. Mhm... Así que sus modales son un poco toscos. Su hija, Sun Ruoruo, tampoco es para tomar a la ligera. De todos modos, Xixi, mantente alejada de ellas.

Xue Xi estaba desconcertada por un momento antes de darse cuenta de por qué Ye Li dudaba al hablar.