Naruto Uzumaki está cansado de ser el hazmerreír de la Academia y de que nadie lo tome en serio. Frustrado por no lograr ni siquiera hacer un clon decente, decide entrenar como nunca antes. Durante dos meses antes de graduarse, se sumerge en pergaminos de control de chakra, incluyendo un talento innato para manejar tres naturalezas de chakra: viento, rayo y agua. Con el cabello rojo intenso como el de su madre Kushina, pero con los ojos y la sonrisa brillantes de su padre Minato, Naruto no solo se convierte en alguien más fuerte, sino también más centrado, aunque sigue siendo el mismo chico energético y testarudo que conocemos. Pero no está solo en esta evolución. Sus compañeros, rivales y hasta los senseis también han elevado su nivel. Los exámenes, las misiones y los combates son ahora más intensos, y en este nuevo mundo de ninjas más fuertes, Naruto deberá demostrar que no solo es digno de ser Hokage, sino que es capaz de superar cualquier obstáculo.