webnovel

Tercer combate

Narra Dante

El día había pasado como si nada, lo cual es raro siendo que hemos estado metidos aquí en el instituto, aunque supongo que no fui el que peor la pasó, Anya estuvo en modo zombie en todas las clases, entre Taylor y yo tuvimos que estar pendientes de que no se quedara dormida y he de decir que no siempre lo logramos, es increíble lo pesado que tiene el sueño, aunque siendo una murciélago puede ser hasta lógico diría yo, como era de esperarse algunos maestros se dieron cuenta del constante ida y vuelta de Anya entre un plácido sueño y prestar atención a la lección del día, así que se llevó varios regaños, fuera de eso todo había marchado bastante bien, no nos dejaron ninguna tarea ni nada por el estilo, lo cual era un milagro que había que agradecer. Nos encontrábamos fuera del instituto todavía sin un rumbo fijo.

—Fue un día bastante relajado ¿no creen?

—Para nada, no pude aguantar el sueño y sigo sin poder hacerlo —dijo Anya un poco amargada— Solo quiero llegar a casa y lanzarme a mi cama y que un nuevo día llegue.

—Igual no tienes de otra ya que te castigaron —mencionó Taylor.

—Gracias, no hacía falta que me lo recordaras.

—Todavía no puedo creer el imán de problemas que es esta parada de buses, literal solo atrae engendros.

—¿Qué pasa? ¿Ustedes dos se han puesto de acuerdo para amargarme el día aún más?

—Oye, tranquila, no lo dije con esa intención, simplemente era un pensamiento que me vino a la mente.

—Pues busca pensamientos más agradables en tu mente, Dante, no tengo humor para recordar ese momento tan horrible.

—Yo diría que no tienes humor para nada en absoluto.

—Bien, veo que lo entendiste, te tomó un poco más de tiempo pero al menos ya estamos en la misma sintonía.

—Joder, veo que no dormir bien te sienta peor que al resto.

—Culpa a mi fisionomía, humano, creí que el café que me tomé en la mañana sería suficiente.

—O el que te tomaste en la hora del almuerzo.

—Ni siquiera me sirvió para aguantar las últimas clases —procedió a restregarse la cara por el sueño— Por favor, que se acabe este día.

—Tranquila, no te desesperes niña, ya pronto llegará tu autobús, para mientras Dante y yo podríamos ver adónde vamos o qué coño hacemos con el resto de la tarde que nos queda.

—¿No deberías ir buscando camino a tu casa también, Taylor?

—Nah, no tengo ganas de llegar a casa todavía.

—Típico.

—Oye, no seas aburrido, suficiente tuve con la señorita dormilona como para que vengas tú a matar la diversión.

—¡Oye! —exclamó Anya— No es mi culpa.

—Lo sé, tranquila, solo bromeo, pero si, necesito diversión, rápido Dante, piensa en algo.

—No sé, desde que llegué he querido ir a un lugar de arcades o maquinitas para jugar ¿Conoces alguno?

—De hecho sí, hay uno cerca de aquí a unos 10 minutos caminando, eso sí, se llena bastante como es lógico.

—Da igual, la diversión de calidad siempre es aquella que te hace esperar.

—No sabía que te gustaban las arcades.

—¿Bromeas? Cuando era un niño y vivía en Japón iba con mi padre todo el tiempo, el me enseñó todo lo que sé, jugábamos Street Fighter, KOF, Marvel vs Capcom, Capcom vs SNK, Tekken, Darkstalkers, y demás sagas de videojuegos.

—Rayos, sí que eres un friki.

—No jodas, no me digas que a ti no te gustan los videojuegos.

—O sea si me gustan pero pues soy más una jugadora casual, no estoy tan viciada como tú al parecer.

—No es un vicio.

—Si no lo controlas puede llegar a serlo, cuando menos lo esperes te pasará como con la heroína y se te acabará yendo de las manos.

—Jajaja no exageres.

—Más te vale que te tomes en serio mi advertencia eh —dijo sarcásticamente— Pero bueno, es lindo saber que tienes buenos recuerdos con tu padre.

—Si, disfruté mucho el tiempo que pasé con él.

—A todo esto, todavía no nos cuentas qué fue lo que sucedió con él.

—Algún día lo haré, sabes que no me gusta hablar de eso.

—Lo sé, solo tengo curiosidad, es todo.

—Si, entiendo, no te preocupes.

—Sabes que puedes confiar en nosotras, Dante, somos tus amigas.

—Lo sé, es solo que es complicado hablar de eso en general, ni siquiera entre mi mamá y yo solemos recordar eso a menudo.

—Ya veo, lo que digo es que...

—¡Ahí viene mi autobús! —interrumpió Anya— Lo siento chicos, pero me tengo que ir, saben que ahora vivo bajo un régimen de excepción y que estoy a merced de los dictadores de mis padres.

—Descuida, y no te frustres, es su forma de demostrar que se preocupan por ti.

—Sisi, lo que digas, nos vemos mañana —Anya procedió a despedirse de nosotros dándonos un abrazo para luego subirse a su autobús, a lo que Taylor y yo nos limitamos a verla partir.

—Bueno ¿Unas maquinitas o qué? —dijo Taylor.

...

Tal y como dijo Taylor el salón de arcades estaba bastante cerca del instituto, cuando llegamos pudimos ver que era un lugar bastante bueno, había muchas maquinitas de juegos clásicos, juegos de pelea, shooters de primera persona, juegos inmersivos, juegos de baile y hasta simuladores, encima había comida que se veía deliciosa, era toda una joya este lugar.

—Taylor ¿Cómo sabías de este lugar?

—Al otro lado de la calle hay una boutique a la que fui el primer día de clases, y de paso me topé con este lugar.

—Ah mira, pues qué bueno que lo descubrieras, esto es genial.

—Si, la verdad es que no había entrado, esa vez que fui a la boutique solo lo vi desde lejos y ahora que hemos venido me ha sorprendido bastante.

—Bueno ¿ves algún juego que te llame la atención?

—Pues ese con una moto acuática se ve divertido ¿jugamos a ese primero?

—Dale, me parece, primero busquemos a alguien que trabaje aquí para que nos dé tokens y así podamos jugar.

—Claro, estas cosas funcionan así, sería más fácil con dinero real.

—Que te digo, supongo que es por seguridad, así si algo le pasa a las máquinas no llevarán dinero adentro.

—Bien pensado.

—Quédate aquí en lo que encuentro a algún empleado para comprar los tokens.

—Claro.

Una vez que dejé a Taylor en las máquinas procedí a buscar a alguien que trabajara aquí, miré a mi alrededor y pude observar una mesa de atención en la que había un pitbull con un uniforme con los colores de este lugar, bingo, me acerqué al mostrador para poder conversar con el chico.

—Buenas tardes caballero, bienvenido a WorldGames, mi nombre es Devin ¿En qué puedo ayudarle?

—Buenas tardes, quisiera unos tokens para poder jugar en las máquinas.

—Con gusto caballero, por $1 le damos 5 tokens, por $10 le damos 55 tokens, y por $20 le damos 110 tokens.

—Ok, que sean 55 tokens entonces.

—Excelente, ¿quiere factura o ticket?

—Ticket está bien.

—Con gusto —extendí un billete de $10 el cual él tomó y lo guardó en la caja registradora, posteriormente empezó a teclear en su computadora para que la máquina junto a ella empezara a emitir mi ticket, mientras él estaba buscando los tokens, una vez los encontró los metió en una bolsita para entregármelos junto con mi ticket.

—Aquí tiene caballero, disfrute de sus juegos.

—Muchas gracias Devin, muy amable.

—¡Que tenga lindo día!

—Igualmente.

Una vez tenía los tokens regresé a las máquinas donde había dejado a Taylor y para mi sorpresa estaba hablando con una chica, se me hacía conocida aunque no sabía quién era, era una loba de pelaje blanco, ojos morados, usaba una chaqueta negra y un pantalón del mismo color de sus ojos, me acerqué tranquilamente para tratar de averiguarlo.

—Hola Tay, ya tengo los tokens.

—¡Genial! ¿Cuántos compraste?

—Compré 55 tokens, digo yo que nos alcanza para una hora al menos.

—Por supuesto, hasta nos pueden sobrar.

—Conociéndome lo dudo —reí levemente a lo que ella también lo hizo— Por cierto ¿Quién es la chica?

—¡Ah joder! Que bruta, claro, claro, Dante ella es Rosé, va al instituto con nosotros.

—Ah bueno, por eso se me hacía conocida jajaja —extendí mi mano para presentarme— Soy Dante, un placer conocerte Rosé.

—Igualmente Dante —dijo la chica un poco tímida.

—Descuida, al principio te impacta ver a un humano, con el tiempo te acostumbras a la piel lampiña, los dientes pequeños y el hedor que tiene.

—Ja ja, muy graciosa.

—Jajaja no te esponjes, Rosé dice que viene aquí seguido, así que ya tenemos a una acompañante más para venir a jugar.

—Cool, entre más seamos mejor.

—Bien, a ver, ¿Cuántos tokens necesita esta maquinita? —dice Taylor a lo que busca un letrero o sticker en la máquina que lo indique— Aquí dice que necesita 3 tokens para jugar.

—Ok, deja te paso 3 —le extendí 3 tokens los cuales ella tomó— Déjame subirme a esta —procedí a subirme a la maquinita al lado de la que estaba Taylor— ¿Y tú Rosé, te quieres subir a la que está a la par mía?

—C-Claro —la chica se dispone a subirse a la maquinita.

—¿Te paso unos tokens?

—Descuida, yo traigo los míos, podemos juntarlos con los de ustedes y así tendremos más para jugar.

—Excelente idea, vamos a darle.

—¡Ya rugiste!

Cada uno se dispuso a meter los tokens requeridos en el juego, una vez dio comienzo prestamos atención a las instrucciones, seleccionamos la misma pista para ver quién hacía un mejor tiempo en la misma carrera.

Estando preparados dio comienzo la competencia, la particularidad de esta maquinita es que la moto del juego se maneja moviendo la moto real de la máquina, por lo que se requería cierto equilibrio para poder jugar bien, poco a poco iba sobrepasando a mis rivales y me colocaba primero, de reojo pude ver que Taylor batallaba mucho y que iba tercera, mientras que Rosé iba cuarta.

Pasada la primera vuelta las cosas no cambiaron mucho, yo seguía primero y las chicas seguían un poco rezagadas, ya en la segunda vuelta tomé una ventaja considerable con mis demás perseguidores, mientras pude notar que Taylor ya iba segunda casi soplándole el cuello al primero y Rosé ya iba tercera.

Y así llegamos a la última vuelta, logré atravesar la pista sin mayor problema, llegué como primero y mi tiempo en el circuito fue de 5'54'21, segundos después escuché bufar a Taylor y observé que se debía a que había llegado segunda, aunque estuvo cerca de pasarle al primero, luego fue Rosé la que terminó su carrera, sorprendentemente ella si había logrado llegar primera, aunque lo hizo en más tiempo que yo, 6'38'55 para ser exactos.

—¿Qué tal? ¿Fue divertido, no?

—¡Carajo! ¡Estaba tan cerca! Si ese payaso no me hubiera golpeado la parte trasera de la moto en esa última curva habría ganado.

—Ya sabes lo que dicen, no importa si ganas por mucho o por poco, ganar es ganar.

—No te pongas poético ahora.

—Jaja vale, ¿Y tú, Rosé? ¿Te divertiste?

—Sí, fue divertido, veo que tú también ganaste.

—Sí, no fue gran cosa.

—Detesto tu falsa modestia.

—Ya, deja de rabiar y mejor vamos a otro juego ¿Te parece?

—Bien, quizás en ese te derrotemos.

—Puede ser jaja.

Nos fuimos a buscar otros juegos para seguir con nuestra particular competencia, la situación no cambió mucho, primero probamos uno de conducir carros que se llama Cruis'n USA, era bastante divertido, cada uno eligió la misma pista y diferente vehículo, al final volví a quedar primero, esta vez Rosé quedó tercera y Taylor logró llegar primera pero en mayor tiempo que yo.

Después fuimos a un juego beat-em-up de las Tortugas Ninja para poder jugar juntos los 3, yo elegí a Leonardo, Taylor eligió a Miguel Ángel y Rosé eligió a Donatello, Rafael quedó al control de la CPU, nos divertimos mucho pateándole el trasero al Clan del Pie y a KRANG, pudimos llegar hasta el último nivel contra Shredder y derrotarlo, aunque eso nos costara la mayoría de nuestros tokens.

Por último optamos por un clásico, el ya nombrado Marvel vs Capcom, se trataba del 2, primero peleamos Taylor y yo, yo escogí mi equipo de siempre con Spidey, Iron Man y Capitán Commando, Taylor se tomó a Wolverine, Ryu y Chun-Li, tuvimos un par de peleas en las que pude derrotarla, en la primera pudo matar a uno de mis personajes y ya en la segunda pude mantener a mis 3 guerreros vivos, luego fue el turno de enfrentarme a Rosé, ella a diferencia de Taylor escogió a Gambit, Magneto y Venom, también tuvimos dos combates en los que yo gané el primero con cierta solvencia pero ya el segundo tuve que remar más ya que quedé con un personaje y ella dos, pero aun así pude remontar y ganar el combate.

—No puede ser, tenía dos personajes y tú solo uno ¿Cómo lo hiciste? —preguntó Taylor.

—Resistí como pude, Rosé dio muy buena pelea, eres mejor de lo que dices.

—G-Gracias.

—Ninguna de las dos pudimos sacarte un tercer combate.

—¿Molesta?

—Bastante, me jode muchísimo, pero en las próximas veces que vengamos te derrotaremos.

—Vale, me gustan los desafíos.

—Entonces no te importará que peleemos tú y yo —dijo una voz misteriosa detrás de mí.

—¿Quién dijo eso? —procedí a voltearme y así pude reconocer al dueño de esa voz— Ah, eres tú ¿Devin, cierto?

—Ese mero.

—Oye ¿Qué haces aquí?

—Terminó mi turno y me quedé viendo tus combates con las chicas, tienes cierta habilidad.

—Muchas gracias viejo, ya que mencionaste un combate podemos tenerlo ahora si gustas.

—Anda, no quiero que este fantasma se vaya sin una derrota, cuando se le sube el ego puede ser insoportable.

—Gracias, sé que mi encanto puede ser avasallador a veces.

—¿Ves? Ya está pasando, rápido, gánale por favor.

—Jajaja lo intentaré.

Devin se sentó a la par mía para poder enfrentarme en un combate, él se escogió a Sentinel, Magneto y Storm, vaya, parece que es un hombre de cultura, un poco rastrero escoger al trío del mal, pero supongo que va en serio para demostrar sus habilidades. 

Una vez listos el combate dio comienzo, desde el principio resultó ser un contrincante bastante feroz y complicado, logré ganar el primer combate aunque logró matar a dos de mis personajes, en el segundo combate logré dejarlo con dos personajes pero me remontó y me dejó con uno a mí y me derrotó, para alegría de Taylor, así que nos dispusimos a tener un tercer combate.

En dicho combate empecé en desventaja, ya que despachó a uno de mis peleadores y cuando me quedé con dos logré dejarlo a él con uno, para que al final ambos quedáramos con uno luego de que él mató a uno más de los míos, solo quedaba mi Spidey y su Storm, me llevó al límite y tuve que hacer un esfuerzo extra para sobrevivir de esta pelea, cuando todo parecía perdido con él haciendo un Hyper Combo logré rechazarlo y conecté un par de golpes para romper su defensa y ahí aprovechar de hacer un Maximum Spider y derrotarlo después de una frenética lucha, una vez terminado nuestro enfrentamiento procedí a suspirar airadamente después de todo ese ajetreo.

—Vaya señores, la sentí cerca.

—¡Pero tuviste un tercer combate! Me puedo ir tranquila.

—Cualquiera creería que no eres mi amiga.

—Pero lo soy, porque junto a Anya soy la única que te aguanta.

—También es verdad jajaja.

—Buen duelo hermano.

—Lo mismo digo viejo —le extiendo la mano para estrecharla con la suya en signo de respeto— Es un adversario formidable.

—Gracias, estaré esperando la próxima vez que vengas para la revancha.

—Claro, será un gustazo volver a combatir contra ti.

—Oye, ¿Cuántos tokens nos quedan? —preguntó Taylor.

—Nos sobraron 5 tokens.

—Cool, los guardaré para la próxima vez.

—Me parece bien.

—Oigan, reunieron bastantes tickets ¿Gustan que los ayude a contar y ver para qué premio les alcanza?

—¡Por supuesto! Vamos chicos, al final las palizas que nos dio Dante valdrán la pena.

—Jajaja me alegra que veas el lado positivo.

Seguimos a Devin hasta el mostrador donde también estaban los diferentes premios que podíamos canjear por los tickets, se los entregamos todos a él para que los contara y así ver para que nos alcanzaba.

—Reunieron 1,500 tickets, es un buen número para haber estado jugando poco más de una hora.

—Excelente, ¿Para qué nos alcanza?

—Veamos —se volteó para ver los artículos que costaran esa cantidad de tickets— Tengo estos dados de peluche por 100 tickets.

—¡Yo los quiero!

—¿Para qué quieres unos dados de peluche, Taylor?

—Para ponerlos en mi auto.

—No tienes un auto.

—Cuando lo tenga los pondré en él, mientras los tendré en mi habitación colgados en alguna parte.

—Bueno, tus tickets tus dados, ¿Qué otra cosa hay, Devin?

—A ver, tengo un resorte de colores gigante por 150 tickets.

—Yo lo quiero —dijo Rosé— Puedo jugar con él y usarlo de pulsera.

—Bien pensado —Devin procedió a pasarle el resorte a la chica— ¿Y tú, Dante?

—Mmmm —medité mientras veía detenidamente qué podía pedir— Ya sé, esos walkie talkies por 350 tickets y ese peluche de Sonic por 400 tickets.

—Creo que elegimos mal, Rosé.

—Tarde, me los llevo yo.

—No es justo, tú te llevas dos cosas y nosotras una.

—Los walkie talkies son para mí, el peluche de Sonic pienso dárselo a Anya ya que no pudo acompañarnos hoy.

—Uhhhhhh que considerado eres —dijo Taylor en un tono burlón.

—¿Qué pasa?

—Nada, es sólo que me parece curioso que hayas pensado en llevarle algo a Anya, es algo bastante lindo.

—Bastante —pronunció Rosé.

—Vamos, es mi amiga, además está castigada, tal vez esto le suba el ánimo.

—Bien galán, pasa esos 500 tickets restantes, Rosé y yo merecemos un premio extra.

—Adelante —dije dándoles paso para que siguieran viendo el estante con los demás premios.

...

Después de elegir sus premios extras le pedimos a Devin su número para poder mantenernos en contacto y programar la revancha, una vez afuera del establecimiento caminamos hasta la parada de autobuses para dirigirnos a nuestras casas.

—Me alegra que estés contenta ahora Taylor.

—Gracias Dante, estos lentes hipnóticos son geniales, creo que Rosé está feliz también con su peluche de Creeper.

—M-Mucho —dijo Rosé abrazando su peluche.

—Bien, ya estamos en la parada, esta vez me quedaré con ustedes hasta que ya estén camino a sus casas, ¿vale?

—Tranquilo, si tenemos suerte no tendremos que depender de que te hagas el héroe.

—Que rápido se te pasa la alegría mujer.

—Ya, no te rayes.

—¿Y tú, Rosé? ¿Esperas el mismo autobús?

—De hecho mis padres pasarán por mí, les dije que lo hicieran aquí ya que les queda de camino.

—Cool, excelente idea.

Los minutos pasaron y el autobús de Taylor llegó, se despidió de Rosé y de mí con un abrazo y abordó el transporte que la llevaría a casa, luego fue el turno de Rosé cuyos padres pasaron en un auto sedán de color gris para recogerla, se despidió tímidamente con un gesto de su mano y subió al auto en el asiento trasero del mismo, ya con las dos féminas a salvo pude irme tranquilo a mi casa después de haber tenido un día genial, haciendo dos nuevos amigos y afianzando los lazos con una de mis amigas, solo restaba entregar el reporte de Biología mañana Viernes y así concluiría mi primer semana en el Instituto Pearson sin ningún contratiempo.