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Capitulo 9 Espada magica

"¿Una prueba?" pregunté. Ya podía sentir mi cuerpo y también moverlo, por lo que miré al monstruo y le hablé.

"Así es, humano. La prueba consiste en si puedes tomar la Espada de la Oscuridad, una espada mágica," mencionó el monstruo.

"Pero soy un mago, entonces ¿para qué necesito una espada? No tiene sentido. Originalmente, los magos no pueden usar espadas porque el cuerpo de un mago es muy débil. En comparación con un caballero, sus cuerpos están entrenados hasta el límite de la fuerza; son capaces incluso de usar su cuerpo como arma sin lastimarse. Pero en los magos, el cuerpo es muy débil en comparación con los caballeros.

La historia siempre ha sido así, o eso se cree.

Miré al monstruo. No entiendo por qué debería hacer una prueba. ¿Sería una prueba difícil o fácil? Pero, ¿para qué la debo hacer si apenas soy un mago? Aunque tengo experiencia de mi vida pasada, con solamente 25 años, en esta nueva vida no tengo nada de experiencia, y menos en combates con magia o, peor aún, con la espada.

"Suspiro"

Suspiré, lo pensé y decidí que debería hacer realmente esta prueba. Pero, ¿qué pasa si no la quiero hacer? ¿Este monstruo me mataría o simplemente lo dejaría pasar? Pero, ¿y si la hago y obtengo la recompensa por pasar esa prueba? ¿Qué podría recibir? ¿Sería algún poder o esa espada que mencionó el monstruo? No estaba completamente decidido.

"..."

"Está bien, haré la prueba," dije.

"Muy bien," dijo.

De pronto, el monstruo se movió de su posición, dejando ver una puerta. El monstruo empujó la puerta y la abrió, dejando ver una sala nueva y, como esperaba, era una sala oscura.

Caminé y entré en la sala, pero antes de partir el monstruo me habló.

"Habrá trampas y monstruos. Ten cuidado, especialmente con los más grandes," me dijo antes de que cerrara la puerta.

Quedé en completa oscuridad. Cuando de pronto el techo se iluminó, había cristales, los mismos cristales que estaban en el comedor.

Miré al frente. Era una sala amplia y larga, el piso estaba muy bien nivelado. No había ningún tipo de trampas de agujas en el piso ni alguna plataforma donde las personas pisen y luego se active una trampa. Seguí mi caminata, pero no había nada. Las luces de los cristales me ayudaban a ver mucho mejor. No había monstruos ni trampas. La situación estaba muy extraña, pero seguí caminando sin pensar tanto en ello.

"Sonido seco"

Resonaron unos pasos frente a mis pasos. Me quedé quieto y escuché con más claridad...

"Sonido sordo"

Nuevamente se escucharon pasos. Estaban lejos, pero el sonido era más fuerte. Seguí así por más tiempo, pero los sonidos no volvieron. ¿Qué pasó? No podía ver mucho más adelante porque los cristales de luz se terminaban. Había menos cristales cuando llegué más lejos y ya no había más cristales de luz.

"Hay silencio, esto es peligroso", pensé cuando mi maná empezó a tomar forma redonda en mi antebrazo.

Creé un escudo de oscuridad. Tenía forma redonda y el mismo color negro y los mismos rayos de color morado que emanaban de cada hechizo que usaba. Caminé más despacio. El ruido disminuyó drásticamente; no podía ver nada. Si estuviera en mi vida pasada, podría ver esta oscuridad muy bien. Fui entrenado para poder ver tan siquiera un poco en la oscuridad y no estar perdido, pero ahora ya no estoy en mi cuerpo de mi vida pasada. Toda mi fuerza y habilidades ya no las tengo.

Seguí adelante cuando una espada de acero chocó con mi escudo de oscuridad.

"Chillido"

Chispas saltaron por todas partes cuando la espada impactó en mi escudo. Salté hacia atrás y traté de ver a mi oponente. Mi maná corrió por mi brazo y una flecha de oscuridad apareció. La sostuve y me preparé. Miré a todas partes mientras giraba en la misma posición. Cerré los ojos y traté de generar un campo para poder ver el maná de mi oponente.

"Te encontré."

Lancé la flecha de fuego y explotó cuando golpeó algo. Me lancé con todas mis fuerzas y rápidamente creé una bola de fuego y la lancé hacia el monstruo.

"¡¡Boom!!"

"Kuaaaar"

El monstruo gritó y cuando me acerqué, vi que la mitad de su cuerpo tenía forma humana, pero no tenía cabello. Tenía cuatro brazos: dos de ellos con forma de lanza y los otros dos como los de un humano. El color de este monstruo era oscuro, parecido a mi maná.

"Sonido seco"

De pronto, varios sonidos de pasos resonaron. Venían corriendo, eran más monstruos. Rápidamente, creé varias flechas de oscuridad mientras sostenía mi escudo de oscuridad. Lancé en todas direcciones las flechas; algunas impactaron en los monstruos, mientras que otras no.

"Kroar"

Uno de los monstruos se lanzó. Creé una bola de oscuridad y cuando el monstruo se acercó, la bola de oscuridad impactó en su cuerpo. Continué con más ataques de flechas.

"¡¡Bam!!"

"Sonido sordo."

Gire a mi alrededor y esta vez creé una bola de fuego mucho más grande. Luego, más monstruos llegaron. Rápidamente, preparé mi ataque y lo lancé en dirección a los monstruos.

"¡¡Boom!!"

La explosión fue tan grande que incluso me cubrí con mi escudo. El color morado de los rayos iluminó gran parte del lugar. Los monstruos venían de una sola entrada. Corrí hacia ese lugar, preparé más flechas de oscuridad y me adentré. Corrí y, como esperaba, más monstruos llegaron. Lancé todas las flechas y creaba más al mismo tiempo. Mi maná empezó a disminuir drásticamente; me quedaba muy poco.

"Mierda, si sigo así me quedaré sin maná. Debo buscar un lugar seguro," pensé mientras corría.

"¡¡Bam!!"

Las flechas impactaron en los monstruos y finalmente llegué a una salida. Parecía que no había más monstruos. Había una nueva sala, que estaba oscura igual que las otras. Seguí caminando.

"¡¡Bam!!"

Choqué con un muro. Cerré los ojos y traté de buscar maná en los alrededores, tratando de encontrar monstruos, pero no había nada. Toqué las paredes y de pronto me tropecé.

"Parece ser una entrada a otra sala," pensé. El lugar parecía un completo laberinto, por lo que era muy complicado encontrar una salida en cada sala a la que llegaba.

Caminé por el pasillo. Una luz empezó a salir al final del pasillo. Llegué a la luz y había una gran piedra sólida, llena de maná que parecía infinito. Era alta. Miré a los alrededores: había dos cascadas, una a cada lado de la piedra frente a mí. Era una sala pequeña con dos cascadas y una piedra grande que parecía una pequeña montaña frente a mí.

"Siento que algo me está llamando."

Miré hacia arriba y sentí que algo estaba tratando de llamarme. Decidí trepar la piedra frente a mí. Aunque estaba cansado y las gotas de sudor caían al suelo, trepé la gran piedra.

"Jadeo"

Respiré profundo y luego empecé a escalar. La piedra tenía más o menos unos diez metros de alto. Con todas mis fuerzas, empecé a trepar. Mis dedos sangraban, ya que la piedra estaba tan afilada que los desgarraba fácilmente. No podía usar el maná para fortalecerme, ya que solo era un primer círculo, pero este dolor en mis dedos no se comparaba al dolor que sentí cuando había muerto.

"Jadeo"

Finalmente subí a la cima. Levanté la mirada y había una espada de colores negros y púrpuras incrustada en el suelo. Era delgada, la hoja estaba muy bien afilada, con algunos diseños increíbles de color púrpura y negro. Pero esta espada no tenía maná; era como una espada normal.

"Sostenme... Sostenme... Sostenme."

Una voz resonó en mi cabeza. Miré a mi alrededor, pero no había nada. Luego miré la espada, exactamente la empuñadura, que tenía un diseño increíble. Mi mano se dirigió a la empuñadura y luego la sujeté y la levanté del suelo.

"Sonido sordo"

Mi visión se oscureció y de pronto apareció un lugar diferente: grandes llanuras oscuras y sangre por todas partes. El maná de color oscuro y morado estaba por todas partes.

"¡¡Boom!!"

Una explosión enorme resonó a lo lejos. Luego miré el cielo: era de noche y la luna brillaba. Pero algo había, la luz de la luna una figura humana parecía estar viniendo hacia mí. Rápidamente corrí en otra dirección, no sabía qué se acercaba.

"Mierda, ¿dónde demonios estoy y qué es eso? Parece una persona," pensé mientras corría.

"¡¡Boom!!"

Algo cayó a escasos metros detrás de mí. Me detuve y miré de qué se trataba. Una cortina de polvo envolvió todo, pero algo brilló y la cortina de polvo desapareció. Miré a un hombre con un atuendo de color negro: parecía una chaqueta, pero como un traje ligero con cuello y mangas largas. La chaqueta parecía como un saco de oficinista, con botones, un cinturón negro y unos pantalones negros muy ligeros. El hombre me miró con una sonrisa y empezó a caminar.

"Eres mi sucesor, pero todavía eres un niño y ya eres un primer círculo. Impresionante, ni siquiera yo fui un primer círculo a esa edad."

"..."

Lo miré confundido. Este hombre mencionó algo sobre ser sucesor, ¿era algún tipo de trampa o alucinación? No sabía qué era, pero decidí tranquilizarme y prestar atención a lo que me decía.

Sus ojos eran morados y su cabello negro, iluminado por la luz de la luna. Su rostro, aunque sin emociones, mostraba una sonrisa alegre por alguna razón.

"¿Qué es eso del sucesor?" pregunté.

"¿Qué, no sabes eso? Bueno, en fin, me presento: soy un mago de la era de la oscuridad, el mago de la oscuridad Encrid Frostblade, y soy tu ancestro," dijo el hombre.

¿Ancestro? Pero si es el ancestro de este cuerpo, entonces, ¿por qué mi cabello es plateado y tengo los ojos rojos como la sangre?

"Ya sé lo que piensas. Es por la oscuridad que mi cabello cambió, al igual que mis ojos, pero eso solo sucede si tú lo deseas o no," me respondió sin siquiera preguntar.

Entonces, ¿es posible cambiar el color de mi cabello? Pero este color es único para mí; es el color original de este cuerpo y el que ahora es mi cuerpo.

"Bueno, no hay mucho tiempo, así que me gustó conocerte, pero ahora soy una espada. Si te quedas conmigo, te contaré muchas cosas," dijo Encrid.

Cuando dijo eso, perdí la visión y estaba de vuelta frente a la espada. La tenía en las manos, pero de pronto una luz empezó a salir de ella.

La espada se materializó en forma de energía y se dirigió a mi brazo, marcando la forma de una luna oscura en él. Parecía un tatuaje de una luna negra. Y algo cambió: una voz se escuchó en mi cabeza.

"Cuando decidas usarme como tu espada mágica, solo mueve tu maná hacia la luna en tu brazo," me dijo la voz. Era la misma voz del sujeto llamado Encrid.

"¿Cómo salgo de aquí, y realmente eres alguien fiable? No creo que seas mi ancestro."

"Jajaja, sabía que dirías eso, pero no te haré daño y la salida está aquí mismo. Solo pon maná en el suelo y serás llevado al lugar de inicio," dijo Encrid.

Coloqué mi mano en el suelo y el maná empezó a salir rápidamente. Un pilar de luz apareció y mi cuerpo se sintió igual que antes, ligero, y luego desaparecí.

***

—Cambio de escena.

"¡¡Bom!!"

Aparecí en la plataforma redonda donde Gloriana y Luna estaban. Ellas dos estaban dormidas, pero con el ruido que causé, se despertaron. Me miraron y luego hablaron.

"Asher, ¿dónde estabas?" preguntó Gloriana preocupada.

"Estuve en un laberinto, pero no había nada y logré salir de ahí," respondí con engaños.

No podía dejar que ellas dos supieran lo del libro y lo del sucesor. Ahora tenía una voz en mi cabeza y un tatuaje en mi brazo, por parte de una espada que, dentro de ella, estaba el ancestro de este cuerpo. Todo fue muy extraño, pero al final logré salir.

"Debemos irnos," dijo Luna.

Parecía que había pasado mucho tiempo y si seguíamos en este lugar sería muy sospechoso, o eso creía.

"Sonido seco."

Cuando estábamos cerca de llegar, sonidos de pasos de caballos resonaron a la distancia. Era el espadachín que nos había enviado a este lugar y por culpa de él murieron muchos niños.

"N-no debemos permitir que nos vea o podríamos morir," murmuró Luna.

El espadachín se acercaba más cuando gritó:

"¡Creen que no sé dónde están, mocosos! Salgan ya, por su culpa los caballeros invadieron mi negocio", gritó.

Luna respondió rápidamente a lo que se refería cuando la miré a los ojos.

"Los caballeros de la familia real vendrían hoy, pero nunca pensé que este espadachín escaparía y llegaría hasta aquí", mencionó Luna con voz tensa.

Nos ocultábamos detrás de los árboles mientras el espadachín, montando su caballo, se encontraba a unos cinco metros de nosotros. La situación se complicó cuando Encrid habló en mi mente.

"Niño, no te preocupes, aunque él crea que eres un mago, bajará la guardia y en ese momento podrás atacar", dijo algo que carecía de sentido.

"Soy apenas un niño de 10 años con un cuerpo débil. ¿Y quieres que me enfrente a un espadachín con tanta resistencia y gran fuerza siendo yo un primer círculo?", respondí incrédulo.

"…"

Encrid no me contestó cuando la voz del espadachín resonó a un metro justo al lado mío.

"Aquí están. También está la princesa Gloriana. Por tu culpa mi negocio se arruinó. Debí matarte en el castillo y no traerte", gritó con furia contenida.

"Hoy morirán los tres aquí", exclamó mientras su espada se balanceaba amenazadoramente hacia nosotros…