El Plan para Proteger la Tierra

Después de controlar con éxito sus emociones por dos segundos, Yu Rou dejó de preocuparse y se lanzó sobre Yuan con los brazos abiertos, abrazándolo fuertemente.

—¡Te he extrañado, Hermano! ¡Deberías visitarme más seguido! —se quejó.

—Lo siento, he estado increíblemente ocupado últimamente, pero intentaré visitarte más seguido.

—¡No te creo! Dijiste que me visitarías pronto cada vez que hablamos por el teléfono, ¡pero esta es tu primera vez aquí! —Yu Rou infló sus mejillas y se quejó.

Yuan guardó silencio.

—¿Hermano Yuan?

—Hablemos adentro. Tengo algo importante que contarte. Bai Lianhua, deberías acompañarnos. —Yuan dijo con una expresión seria en su cara.

Yu Rou tragó nerviosa al ver su expresión. Rápidamente lo soltó de su abrazo y asintió en silencio antes de entrar en su habitación.

—Simplemente llámame Lianhua. —Bai Lianhua dijo mientras seguía a Yu Rou al interior.

Yuan entró el último y cerró la puerta detrás de sí.