Kara Marshall desaparece y su mejor amiga Peyton queda desolada, tratando de buscar respuestas con el apoyo de sus amigos, se sumergen en un oscuro y antiguo secreto de su ciudad. La investigación lleva a conocer partes que no habían conocido de su amiga, por lo que se preguntan si de verdad conocían a Kara. Peyton, Matthew, Miles y Sam harán todo lo posible para encontrar a su mejor amiga, pese a los obstáculos que pone la vida cotidiana.
-Atiende Miles. Necesito hablar contigo, llámame- hablo al contestador de mi novio o ex novio, no lo sé.
La noche de verano se ve chulísima… pero esto de caminar hasta lo de Miles a estas horas no me parece tan seguro ahora.
Unas mano agarran mi brazo derecho instantáneamente otra cubre mi boca con una tela, comienzo a pelear, pero me hacen una llave, -Mierda, mala idea tratar de arreglar las cosas con Miles- pensé. Y todo se volvió oscuro.
***
Abro mis ojos adormilada, un fuerte dolor de cabeza me hace sentirme peor de lo que me siento, ¿Dónde estoy? El ardor en mis brazos me hacen darme cuenta que me amarraron con algo, los pies también. – ¡Ayuda!- digo, la desesperación me recorre el cuerpo, la adrenalina de no ver nada por tener una bolsa de tela en la cabeza, no puedo soltar mis manos ni mis pies.
Unos pasos se escuchan fuertemente a mí alrededor. –Cálmate o se molestara- dice una voz gruesa que pone mi piel chinita. Reconocí esa voz… busco en mi mente la persona que me había encontrado.
-Señora, ya ha despertado- dice la voz alejándose de mí.
-Kara… no sabes todo lo que he oído de ti- la voz de una mujer se oye cada vez más cerca. –Sabes eres una de las elegidas… Tú eres la Mala suerte-.
El olor a un perfume de Flores muy fuerte se pega a mi nariz, y sus tacones dan aviso de que se aleja. –Como veras… espero que te comportes. No temeré en darte un disparo en la cabeza- La mujer y su acento español.
-Culera- susurro. Recibo un golpe en el brazo.
-Joder, esta chavala nos traerá problemas- Camina la señora –Has lo tuyo y vigílala- una puerta se cierra apagando el destello de luz que distinguía a través de la bolsa.
-Suéltame ¡AYUDENME!- Grito
-Cállate- grita la persona, agarra mis pies y comienza a arrastrarme por el suelo frio. Entonces recuerdo la voz es la de…