La ignorancia es felicidad

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La cocina era un centro de movimiento bullicioso, lleno del estrépito de los platos y las sartenes y los sonidos rítmicos de tintineo y cocción. Si y San, las ayudantes de cocina de la mañana de Xu Feng, estaban trabajando de todo corazón en preparar bollos extra.

Aunque parecían estar en desacuerdo a menudo en otras situaciones, las chicas trabajaban bien en casi todo a pesar de sus diferentes personalidades. Eran un dúo dinámico en la cocina, formando rápidamente la masa en círculos y rellenándolos con deliciosas mezclas de carne de res y puerros.

Xu Feng observaba cómo realizaban sus tareas, cada movimiento preciso y eficiente. Había reservado a propósito una abundancia de ingredientes para asegurar que hubiera comidas extras listas para el invierno.