Capítulo 1 Mi vida número 100

Kisha Aldens, como recién graduada, buscó de arriba abajo un lugar de trabajo, nuestra sociedad ahora es muy competitiva y casi todas las empresas buscan trabajadores estelares con experiencia y un buen trasfondo familiar. Por lo tanto, Kisha no cumplía con los requisitos, sus únicas ventajas son sus calificaciones estelares y su rostro de celebridad. A pesar de sus registros limpios, otros todavía valoraban sus intereses y ayudaban a sus parientes a conseguir las posiciones.

Después de enviar multitud de solicitudes a diversas empresas, grandes y pequeñas, finalmente consiguió un puesto promedio en una empresa de tamaño medio.

Al principio, todos la trataron cordialmente, incluso consiguió algunos admiradores debido a su temperamento puro y amable y porque era muy buena en su trabajo, pero también fue por esta cualidad que ganó los celos y la envidia de otras mujeres.

Su Gerente Lisa fue la primera en actuar cuando su 'sugar daddy', el Director de la compañía, quedó cautivado por la belleza de Kisha. La desprevenida Kisha casi se convierte en un juguete capitalista si no fuera porque Lisa temía ser reemplazada, no habría ayudado a Kisha a evitar el desastre. No obstante, también empezó a poner a Kisha en la mira, dándole un trato injusto en la empresa e incluso instigando a otros a hacer lo mismo.

Kisha sentía que era injusto y le costaba no enojarse, pero si la despedían. Sería más difícil para otras empresas contratarla, su única opción era perseverar y renunciar después de unos años para tener mejores perspectivas. Hasta que de repente, vio una interfaz de sistema azulada mostrando una cuenta regresiva frente a su rostro.

Pensó que estaba alucinando después de largas horas de trabajo y falta de sueño. Intentó mirar a su alrededor y vio a su colega actuando con normalidad. Parpadeó unas cuantas veces más pero aún estaba ahí. Aparece otro mensaje emergente.

—Ding

—[El usuario ha cumplido con los requisitos para integrarse con el Sistema 008]

Debajo del mensaje había una cuenta regresiva de 10 segundos. Ella no sabía qué era, la sensación era muy novedosa. Era tan vívida que era difícil pensar que era una alucinación, a menos que estuviera volviéndose loca.

Había incluso dos botones para Aceptar o Rechazar la oferta.

Intentó agitar sus manos alrededor pero accidentalmente hizo clic en el botón Aceptar. La interfaz cambió y mostró un icono de carga que casi ocupaba toda la interfaz.

Estaba perpleja pero no se le dio tiempo para pensar profundamente,

La gerente de departamento Lisa salió de su oficina mientras gritaba:

—¡Vamos, todos! ¡Terminen su respectiva investigación y reporte! ¡Lo necesito para el final del día!— Caminaba por la habitación en ropa ajustada y tacones de 6 pulgadas de alto.

Nunca olvida detenerse en el escritorio de Kisha para menospreciarla sarcásticamente. —¿Qué está haciendo la señorita Aldens? ¡Comience a trabajar! ¡Los jefes me están presionando con el informe de desarrollo para el nuevo proyecto! Eres tan lenta como una tortuga y tan corta de mente como un cerdo

Kisha mantuvo la cabeza baja y no habló porque cuanto más intentaba explicar, más pesado sería su acoso. Nadie se levantaría por ella ni mostraría simpatía. La debilidad de uno no es asunto de ellos pero Kisha nunca había experimentado esto antes, creció bien protegida por sus abuelos.

Siempre creyó que mientras fuera buena persona y su conciencia estuviera limpia, pronto encontraría su felicidad. Ingenua, lo sé. Pero fue criada por una pareja de mediana edad que la encontró en la carretera cuando tenía 6 años. Eran personas buenas y compasivas, siempre le contaban historias de Príncipes y Princesas y la aislaban de la locura de los pensamientos internos de la gente porque querían que Kisha se mantuviera amable y pura incluso de adulta, por eso Kisha creció creyendo en el Príncipe Azul y nunca se adentró en el corazón de las personas. Esta creencia le costó no solo un brazo sino la vida, ¿o debería decir vidas?

Las largas y rizadas pestañas de Kisha parpadearon cuando ella parpadeó varias veces, un dolor de cabeza severo la asaltaba mientras escuchaba la voz alta sobre ella, los sonidos de los teclados de computadora se detenían casi al mismo tiempo, y las mujeres alrededor se reían entre dientes mientras disfrutaban de otra ronda de las miserias de Kisha.

No mucho después, hubo un gran terremoto, las grietas lentamente se arrastraban por las paredes y las cosas caían de lugares altos. Esto envió a todos al caos. Después del temblor aterrador, todos evacuaron el edificio de manera ordenada y se pararon afuera buscando un espacio abierto para evitar las réplicas. No mucho después del terremoto hubo una lluvia de sangre que duró 10 minutos y fue suficiente para cubrir a todos de cabeza a pies con líquidos parecidos a la sangre, la escena horripilante era tan aterradora que todos pensaban que era el fin del mundo.

Bueno, no estaban equivocados. Poco después, sus pensamientos comenzaron a materializarse. La gente afuera empezó a gritar de dolor y a rascarse la piel como si intentaran cavar en su propia carne.

Horrorizado, algunos retrocedieron y miraron a la mujer que se retorcía en el suelo. Un hombre intentó llamar a una ambulancia mientras que otros dos hombres intentaron evitar que la mujer se lastimara a sí misma, pensando que estaba teniendo un ataque de pánico.

—La mujer mordió al hombre que la sostenía de los brazos y, debido al dolor, él la empujó con todas sus fuerzas. Pero el caos se intensificó, más gente comenzó a morder a las personas cercanas y la escena se volvió sangrienta.

Kisha estaba aterrorizada y sostuvo a la persona junto a ella, Lisa. Aunque Kisha no era débil, todas estaban mentalmente inestables debido a toda la sangre brotando y salpicando alrededor. No sabía qué hacer hasta que uno de sus colegas masculinos las arrastró para correr.

Estaba abarrotado afuera de su oficina y todo era un caos, y se convirtió en una estampida.

Giraron y entraron al edificio en su lugar para esconderse por un tiempo y monitorear la situación. Cuando pensaron que estaban a salvo, un hombre con parte de la piel de su rostro desprendiéndose y el estómago abierto los persiguió, atacó a Lisa pero como Kisha todavía sostenía el brazo de Lisa, Lisa pateó a Kisha hacia el zombi para que fuera su escudo de carne.

Los ojos de Kisha se abrieron de par en par tanto por el shock como por el dolor, pero no pudo hacer nada y fue mordida en el cuello. Usó toda su fuerza para empujar al zombi lejos, la sangre pintó su camisa polo blanca.

—¡Ding! —Felicitaciones Anfitrión por integrarse exitosamente con el sistema —Una voz infantil sonó en su cabeza. Afligido y desconcertado, el 008 dijo:

—¡Oh no! Llegué demasiado tarde, has sido mordida por el infectado.

Acababa de integrarse con su nuevo anfitrión y el usuario ya estaba infectado. Estaba furioso pero también no tenía escapatoria.

```

Kisha sintió una corriente caliente y pulsante en el lugar donde fue mordida pero perdió el conocimiento antes de llegar lejos. Cuando abrió los ojos de nuevo, estaba de vuelta en la oficina. Todo parecía una pesadilla vívida. Miró su teléfono de manera subconsciente, indicaba el 2 de septiembre, 1:30 pm. Recordó que se suponía que fuera 3 de septiembre hoy. Pensó que su teléfono debía haber fallado y miró la pantalla de su computadora para verificar la fecha.

Le desconcertó ver la misma fecha, 2 de septiembre, 1:30 pm.

Pero todo se volvió más claro cuando la pesadilla que pensó, ocurrió de nuevo al día siguiente.

En su tercer renacimiento, llamó para pedir una baja por enfermedad para evitar el desastre y no permitió que los miembros de su familia salieran. Quería esperar a que el gobierno los rescatara pero terminaron muriendo de hambre.

En su cuarto renacimiento, ella y su familia lograron ahorrar suministros pero aún no era suficiente, sin querer repetir su error previo de morir de hambre, ella y su hermano salieron a buscar provisiones pero se encontraron con gente desalmada que quería violarla, así que su hermano hizo todo lo posible por protegerla pero terminó siendo apuñalado en la garganta. Sabiendo que no podía escapar, decidió lanzarse sobre un zombi en lugar de ser jugueteada por esos hombres.

En su quinta vez, decidió que ya era suficiente. Tomó un cuchillo de cocina y planeó luchar en lugar de acobardarse en su casa. Logró aprender algunas cosas después de mantenerse viva durante 2 semanas. Pero ni ella ni su hermano pudieron proteger bien a sus abuelos y aún así terminaron muriendo por la lucha de suministros.

En el sexto renacimiento, 008 parece haber tenido suficiente de ver a su anfitrión morir tantas veces.

—Anfitrión, ¿por qué no me usas, tu sistema? ¡Soy omnipotente, actualízame y seré más fuerte! —Al escuchar la voz familiar en su cabeza, empezó a pedirle a 008 que le enseñara a usar el sistema. Después de descubrir su función y lo que podría hacer. Kisha comenzó a reír y llorar al mismo tiempo, apretó los dientes mientras intentaba calmar su corazón y mente enfurecidos.

008 se acobardó al sentir la fuerte ira de su anfitrión.

—¡Maldito sistema! Podrías haberme dicho desde la segunda vez que desperté, no habría estado enfadada contigo la primera vez porque aún estábamos integrándonos y ya era demasiado tarde, pero has estado en silencio durante tanto tiempo, ¿se suponía que fueras mi apoyo pero solo me miraste a mí y a mi familia morir tantas veces? —Kisha perdió la razón y por primera vez en su vida maldijo y desató su ira contra alguien.

Después de la ronda de maldiciones y de desahogar sus emociones, se sintió como si realmente hubiera renacido por dentro y por fuera. Esta pesadilla se seguía repitiendo y su única salida era su sistema. Pero poco después emergen los superhumanos. Fue sitiada por superhumanos por sus suministros y masacró a su familia.

Su muerte y renacimiento sin fin se seguían repitiendo hasta que su salud mental estaba colapsando, cada vez que volvía al primer día del apocalipsis, su familia veía sus cambios y les dolía verla de esa manera pero no sabían qué lo causaba ni cómo ayudar.

```

Lo que parecía un bucle interminable seguía repitiéndose, experimentó todo tipo de muertes. Incontables años de experiencia solo eran visibles en su cabeza porque incluso sus puntos de experiencia y los objetos que obtenía antes de morir se reiniciarían en el primer día. No podía encontrar una escapatoria, intentó todas las maneras posibles de darle a su familia un lugar seguro pero el mundo entero estaba tan sumido en la era apocalíptica que parecía imposible.

No fue hasta que llegó a su renacimiento número 99 y conoció al Emperador Tirano, Duke. Él construyó una base propia y encontró su talento y fuerza admirables, se entendían bien, ambos al borde de la locura. Encontraron consuelo en la compañía del otro, construyeron un refugio seguro utilizando la base anterior como fundamento.

Pero Kisha es una mujer por dentro y por fuera, en el caótico y duro mundo en el que viven, su corazón aún busca la comodidad y el calor que su familia no puede dar. Sintió la gentileza y el amor proporcionados por un hombre al que una vez salvó y se enamoró de él.

Lo que no sabía era que el hombre que pensaba que la amaba la traicionaría y causaría no solo su muerte, sino incluso implicaría a Duke quien fue asesinado antes que ella.

...

Abrió los ojos en la misma vieja oficina que estaba grabada en su memoria. El escritorio que le era tan familiar, la pantalla del ordenador mostrando la misma fecha y hora [2 de septiembre, 1:30 pm], y las personas riéndose a sus espaldas.

Lisa continuaba menospreciándola con la misma frase de siempre. Las largas y rizadas pestañas de Kisha parpadearon múltiples veces mientras trataba de controlar el pulsante dolor de cabeza que la hacía sentir irritada.

Se masajeó las sienes mientras intentaba reorganizar sus pensamientos. —Deja de ladrar como un perro, ¿quieres? Su temperamento cambió de tímido a glacialmente frío, había incluso un atisbo de intención asesina.

Todo quedó en silencio y las mandíbulas de la gente se cayeron tanto que podrían caber un huevo de pato entero. —¿Qué le pasa a Kisha? —murmuró una chica.

Todo el mundo la miraba como si estuvieran observando un nuevo continente. Bueno, no se les puede culpar, ya que el cambio de actitud y tono de Kisha nunca había sido visto antes, es tan tímida como un conejo incluso cuando Lisa la intimidaba, siempre aguantaba la respiración cuando Lisa la regañaba por cambios de humor.

—Ding....

Miró la interfaz del sistema frente a ella mostrando una cuenta regresiva de 24 horas. —¡Nos encontramos de nuevo, anfitrión! —sonó una voz infantil en su cabeza.

Apareció una nueva notificación del sistema frente a ella. —¡Nuevo título obtenido!

—¡Felicidades anfitrión por obtener el Título de la 100ª vida!