webnovel

Despertando a la niña elfo VI

Al notar las miradas preocupadas de esos cuatro, de inmediato les dije para que se calmaran en voz baja:

"No se preocupen."

Era evidente que todos ellos parecían estar preocupados por la existencia de esa flor. La verdad era que ella era muy peligrosa, pero solo si estaba en el bosque con otras bestias cercanas. En esta zona, donde no había ningún ser que ella pudiera controlar, la convertía en algo extremadamente inofensivo.

"¿Qué es lo que harás con ella?"

Preguntó Angrod. Se podía sentir una leve preocupación en su voz. Teniendo eso en cuenta, le respondí en tono lo suficientemente bajo como para que su nieta no pudiera escuchar nada. Su madre aún la estaba matando a abrazos y besos. Las únicas personas que me estaban escuchando eran Angrod, Maedhros, Naida e Idril.

"La voy a tener que matar. Después de todo, ella no parece tener ganas de obedecerme."

Dije en un susurro apenas audible. Las cuatro personas en cuestión notaron la frialdad en el susurro. No era mi intención ponerlos nerviosos, pero al parecer los asusté sin querer. La flor con rostro humano estaba mirando feamente en mi dirección, más específicamente a mis ojos. Estaba más que claro que estaba furiosa.

'No termino de entender a esa desgraciada. A pesar de que sabe que soy más fuerte que ella, aún así no se doblega ante mí.'

- EL ANÁLISIS NO PARECE FUNCIONAR.

D no había sido capaz de replicar ninguno de los poderes que tenía la flor, y ya habíamos confirmado que sí tenía poderes. Después de todo, los usó en la niña elfo. Definitivamente, matar a la flor sería un desperdicio, pero no había de otra. Era mejor prevenir que lamentar. Tenía el presentimiento de que si no la mataba ahora, más tarde me daría una sorpresa.

'Supongo que mejor me doy prisa y la mato de una buena vez por todas.'

Levanté la mano derecha y comencé a cerrar el puño lentamente. Mientras lo hacía, el cubo que encerraba a la flor también se estaba cerrando lentamente. Mi intención era sencilla: la iba a aplastar. Angrod, Maedhros, Naida e Idril notaron de inmediato mi intención. Parecían estar de acuerdo con la idea de matarla, pero para sorpresa de todos, la niña elfo intervino.

"Oye D, ¿qué le estás haciendo a esa flor?"

Ella se había escapado del agarre de su madre y se acercó a nosotros. Parecía haberse dado cuenta de que el cubo se estaba cerrando lentamente y que pronto aplastaría a la flor. Volteé a ver a la niña y le respondí con una pequeña sonrisa en el rostro.

"Señorita Lia, no se preocupe por la flor. Ella no forma parte del regalo que le daré."

Le dije para que no malinterpretara nada. Después de todo, parecía pensar que esa flor formaba parte de lo que le regalaría. Pero lo que dijo la niña me sorprendío mucho.

"La flor me está diciendo que quieres matarla. También me dijo que no te ha hecho nada malo."

"???????"

Al escuchar las palabras de la niña, todos quedamos sorprendidos. Incluso yo quedé atónito por su declaración. Angrod, Maedhros, Naida, Idril y Eryn tenían expresiones de sorpresa en sus rostros, al igual que yo. De inmediato me di cuenta de lo que estaba pasando. Volteé a mirar a la flor con rostro humano. La desgraciada estaba riendo y me miraba con una expresión divertida en su rostro.

'Reverenda hija de p***.'

De inmediato le pregunté a la niña elfo:

"¿La flor te está hablando?"

Y la respuesta que recibí era justo lo que estaba pensando:

"Sí, me está hablando. Puedo escuchar su voz en mi cabeza."

La flor con rostro humano parecía ser capaz de entablar una comunicación incluso estando encerrada. Una vez más, demostró que era poseedora de múltiples poderes. Siendo sincero, no sabía por qué la flor estaba haciendo eso. Después de escuchar a la niña elfo, cerré mis ojos un rato y me puse a contemplar la situación. Después de un rato, se me ocurrió una idea y le hice una pregunta a Angrod:

"¿Tienes un contrato mágico en blanco?"

La pregunta que le hice lo dejó desconcertado. Parecía no haber esperado esa pregunta tan de repente. Después de salir del aturdimiento y analizar lo que le había dicho, finalmente me dio una respuesta:

"Sí, tengo muchos de esos, pero ¿para qué lo necesitas?"

Le respondí la pregunta mientras miraba a los ojos a la niña elfo:

"Se me acaba de ocurrir una idea. ¿No les gustaría tener a esa flor de mascota?"

Mi declaración provocó pánico inmediato en todos. La primera en atacarme fue Idril:

"¿Estás loco? Ni siquiera pienses que dejaré que esa cosa se acerque a Lia sin la debida seguridad."

Después de ella, la próxima en hablar fue Eryn:

"Lo siento, pero no puedo estar de acuerdo con esa idea. Considero que esa cosa no puede ser domesticada."

Maedhros no dijo nada, pero su cara lo decía todo. Su cara parecía decir: "¿Estás loco o qué demonios te picó?"

Naida no dijo nada, pero tampoco parecía estar de acuerdo. Parecía que el solo hecho de imaginarse estando cerca de esa criatura le ponía los pelos de punta.

Angrod puso una cara agria en señal de desacuerdo y explicó en un tono que parecía estar tratando de mantener la calma:

"Eso no es posible. Las únicas bestias que pueden ser usadas como mascotas por la familia real son aquellas que pueden ser domesticadas y controladas fácilmente y que no representan ningún peligro para los miembros de la familia. En cuanto a esa flor con rostro humano, es simplemente imposible que sea aceptada. Después de todo, está fuera de la clasificación permitida. Además, sacar algo tan peligroso fuera de este lugar sería mal visto por las otras casas de nobles. Otro punto a tener en cuenta sería que esa flor con rostro humano sería fácilmente reconocida por otras personas, y si por casualidad conocen las historias y rumores detrás de esa cosa, sin lugar a dudas querrían apoderarse de ella. Básicamente, sería problemático el simple hecho de tenerla en posesión de la familia real."

Al escuchar su explicación, supe que no aceptarían fácilmente tener a esa flor de mascota. Entendía por qué no la querían. Me quedé quieto un rato y cerré los ojos mientras pensaba en una excelente idea que fuera capaz de convencerlos. Mientras pensaba en una solución al inconveniente, pude escuchar nuevamente la voz de la niña elfo:

"Ella está diciendo que no es necesario firmar un contrato de maná. Ella está diciendo que basta con utilizar el vínculo. Dice que aceptará ser mi mascota siempre y cuando la protejamos de D y no le permitamos hacerle daño."

Al escuchar esas palabras, de inmediato volteé a mirar a la flor con rostro humano. Estaba más que claro que la infeliz ya tenía su plan bien establecido en su cabeza. Sin perder el tiempo, le pregunté a Angrod sobre ese vínculo:

"¿A qué se refiere la flor con rostro humano con vínculo?"

Él lo pensó un poco y luego respondió. Parecía saber sobre el tema:

"El vínculo es una magia que normalmente practican los domadores de bestias, pero se ha determinado que esa magia no sirve en bestias poderosas. Según tengo entendido, el más fuerte predomina en el vínculo. En pocas palabras, quien tendrá el control de la situación será el más fuerte. Se han visto casos en los que los domadores de bestias han intentado domesticar a una criatura más poderosa que ellos y ha terminado en una situación en la que las bestias terminan controlando al domador de bestias."

"Así que básicamente la florecita se está tratando de pasar de lista en esta situación."

"Es muy probable que trate de controlar a mi nieta para su propio beneficio."

Nuevamente, giré mi cabeza para mirar a la flor, pero esta vez la estaba mirando sin una pizca de emoción en mis ojos. Nadie más que la flor pudo ver mi cara ya que se encontraban detrás de mí. Al ver mi cara de inmediato se asustó.