¡Desafiando bajo un nombre prestado!

—¡No tememos! —Estas dos palabras, esos osos las pronunciaron virtualmente al unísono desde distintas bocas sin la más mínima duda.

—¡Traían consigo un aura conmovedora y trágica que se elevaba hacia el cielo! —El momento en que estas dos palabras fueron dichas, estaban expresando su voluntad con la muerte.

No miren a cómo cada uno de estos osos era normalmente torpe. En este momento, todos tenían un carácter noble e indomable que alcanzaba las nubes. Decir que eran héroes del fin del mundo tampoco era exagerado.

Cada una de esas expresiones, en la vista de Ye Yuan... era en realidad algo lindo.

Cuando Xiong Zhan vio esta escena, lágrimas involuntariamente corrían por su rostro anciano. Asintió y dijo:

—¡Bien! ¡Buenos niños! ¡La deuda de gratitud del Lord Hu Yan hacia nuestro clan del oso es tan pesada como una montaña! ¡Hoy, pagaremos el favor con la muerte!

Xiong Zhan se volvió abruptamente, miró fijamente a Peng Yun y dijo: