Te romperé las piernas

—¿Qué señorita Bai? —Bai Ling no esperaba que la investigación apuntara a la familia Bai al final. Abrió los ojos, incrédula. Bai Ling se adelantó y agarró el cuello de Sun Bo. Exigió:

— Dime claramente, ¿cuál señorita Bai es? ¡No pienses que puedes calumniarnos solo porque nuestra familia Bai acaba de regresar al país!

—¡Es tu hermana! ¡La señorita Bai Youyou! —Sun Bo estaba lleno de resentimiento. Abrió su teléfono y dijo:

— Ella me pidió que lo hiciera. Tengo una grabación aquí. ¡Si no me crees, escúchala! —Después de decir eso, abrió el archivo de grabación. La voz maliciosa y malvada de Bai Youyou sonó:

— Sigue mis instrucciones y haz que el video sea un poco borroso. No dejes que nadie descubra que contraté a alguien para fingir ser las personas en el video. Luego, encuentra un momento para meter la hoja de respuestas en la bolsa de Shen Hanxing. ¡Nunca podrá limpiar su nombre en esta vida!

—Esto... Esto no está bien, ¿verdad? —La voz de Sun Bo tembló mientras sonaba: