Somos iguales

Zhou Gang miró directamente a Song Ling, su rostro se transformó en una sonrisa exagerada. —¡Ya entiendo! —dijo emocionado—. ¡Me estás atacando porque quieres defender a tu exesposa, verdad?

La expresión de Song Ling se oscureció. —No es eso —replicó fríamente.

Con desdén, Zhou Gang continuó —Dices que no, pero tus pensamientos podrían estar escritos en tu rostro. En ese caso, estamos cortados por la misma tijera. Ambos hemos engañado, nos hemos divorciado y lo hemos lamentado.

Aprietando los dientes, Song Ling exigió —¿Quién dices que es como tú?

Al ver el comportamiento de Song Ling, Zhao Xuan sintió una oleada de preocupación por Zhou Gang. No podía creer que alguien pudiera ser tan carente de percepción social.

Zhou Gang, ajeno al tono de advertencia en la voz de Song Ling, intentó hundirse aún más —¡Por supuesto, somos el mismo tipo de personas! Presidente Song, por favor, olvidemos el rencor y tal vez hasta puedas ayudarme, dado que somos similares