Emiya Kirtisugu es un asesino a sueldo que alguna vez soño con ser un héroe de la justicia, no es una personal normal al ser un magus, un usuario de la magia. Pero ser uno de ellos te quita libertad por las estrictas reglas que siguen, ante esto él poco a poco se frustó a tan punto que se rindió cuando ya había ido en contra de otros magus y tras cometer actos cuestionables con el fin de salvar a otros. Este camino lo llevaria a prisión hasta que una de esas familias lo libera para que trabaje para ellos como su representante en un ritual. Kiritsugu sigue sin un sueño, ¿podrá encontrarlo en este escenario?. Él conectará con una mujer llamada Stella aunque eso conlleve varios problemas por no ser una relación bien vista. "Alternativa de Fate Zero, otra precuela en un universo alternativo de la novela visual de Fate Stay Nigth"
¿Qué es ser un héroe? Ser un aliado de la justicia con buenos principios o tal vez otra sea otra cosa, ¿cómo puedes definir sí cada sociedad no se igualan en valores? Dudo que el héroe de la justicia de mi nipón sea el mismo que en otros lugares porque en América se acostumbra a hombres vestido de mallas coloridas que se enfrentan a malvados con las mismas pintas, creo que a veces tiene poderes por radiación o algo así, no se, no leo cómics americanos pero todos saben que los americanos usaron la emergía nuclear para varios personajes tras su victoria sobre nosotros. Pero aquí tenemos un similar, seigi no mikata, nuestra versión del héroe de la justicia, otra figura que busca dar esperanza cuando el mundo es demasiado complicado, solo un niño creería que una figura de ese estilo podía existir en el mundo real.
También fui un crio, soñaba con ser ese tipo de personajes, me la pasaba jugando con otros sobre eso hasta que crecí, no uso trajes llamativos aunque sí tengo poderes, magia para ser mas exactos, un poder que existe en todos lados en forma de mana y que solo unos pocos poseen la cantidad suficiente para ser magus. Sin embargo, mas que ser mas libre en realidad estaba mas limitado que las persones ordinarias porque los magos viven bajo estrictas reglas que dictaminan nuestros estilos de vidas al ser un secreto bien escondido, una de nuestras reglas que lo confirman es la de matar a los civiles que se enteren de nuestra existencia. Ese tipo de cosas no me permiten usar mis superpoderes para el bien sin consecuencias, son cuestiones que escapan de mi por ser establecidas por familias de magus de un gran estatus como la familia MorningStar la cual fue una de las principales consultoras y aprobadoras de dichas reglas cuando se discutían hace ya tiempo atrás.
Los magus no podemos ser personas normales, no podemos casarnos con gente no mágica excepto sí logramos que se unan a alguna familia, no somos libres. Por ello a medida que crecía me frustraba de la vida, veía como cada uno de mis intentos de hacer la diferencia eran arruinados por los otros magos, constantemente me metía en problemas al desafiaros y recibía algunas sanciones, era mal visto entre la asociación de hechicería por mi comportamiento rebelde el cual solo me traía mas problemas porque al paso de los años buscaba desesperadamente algo que me diera esperanza para no rendirme con mi sueño, llegué tan lejos que empecé a seguir las ordenes de otros sin cuestionar engañándome que con eso estaba ayudando a mejorar el mundo pero tal camino solo me traía decepciones cuando me traicionaban o me dejaban solo, en algún momento dejé de creer en la figura del héroe de la justicia y ya no seguía todos los deseos de los demás aunque había días donde volvía a ese camino. Lamentablemente era necio, nunca dejaba nada a medias y por ello a pesar de mi falta de esperanza seguía intentado hacer justicia aunque no creía en ella.
Ante tal panorama poco a poco perdía sensibilidad, como ya no creía en esas cosas empecé a usar métodos cuestionables para salvar vidas, pasé de jalar personas cuando cruzaban las calles para evitar que fuera arrolladas a matar para proteger a otros, cada vida que apagaba me hacía ver menos humano. A veces no se puede evitar arriesgar cosas para salvar otras, pero sí vives de ello la muerte será el pan de cada día y eso lo aprendí a la mala, entre mas intentaba hacer un verdadero cambio para nuestra sociedad la escala de mis métodos era mas peligrosas, no es lo mismo disparar a alguien que atenta sobre la seguridad de alguien más bajo un arma que cazar a criminales mas grandes que sí le cortas la cabeza inician una guerra interminable. Por algunos de mis asesinatos la tasa de criminalidad aumentó como nunca antes en ciertas zonas, la sangre derramada de inocentes, enemigos y policías se hacía común, en vez de ser un héroe me convertí en un criminal que arrestaron, la asociación no me sacó de ahí.
Pensé que sería el final de mi vida porque ya me había rendido por completo hasta que un día solo una familia de magus me salvó, los Einzbern, a cambio de mi salida yo debí prestarles mis servicios y ya sin objetivos accedí. Se me había informado de un ritual donde tanto magus y personas ordinarias se reunían en un solo lugar con el objetivo de invocar un familiar por cada uno, cuando un magus invoca un familiar en este ritual es llamado Master y su familiar es conocido como Servant, amo y ciervo hacen un pacto para participar en el ritual como un equipo, ella era mi sirviente, una simple alianza que nunca prospera mas allá porque los Servant no conservan sus memorias cuando vuelven al mundo espiritual.
-Emiya Kiritsugu, puedes retirarte de tu celda. Tu sentencia cambió a libertad así que ya lárgate que tenemos varias solicitudes para usarla para alguien más-Declaró irritado el guardia.
-Kiritsugu, levántate. La familia Einzbern han realizados sus movimientos para liberarte, no nos haga perder el tiempo y paga tu deuda con nosotros a cambio de protección y hospedaje-Se dirigía a mi un hombre maduro de piel blanca y ojos rojos cualidades comunes entre las personas de su familia.
-Sí, haré lo que tenga que hacer-Simplemente respondí aceptando mi nuevo destino-Nadie es libre en este mundo, solo cambiamos de correa-Eso fue lo que pensé en esos momentos.
Él me recogió, sabía que no era por buena voluntad sino mas bien era contratarme como asesino pero lo que me sorprendía que mis jefes fueran esta familia porque se trataba de una relevante entre la asociación por ser una de las fundadoras de dicho ritual junto a los Tohsaka y Matou, las últimas se habían mudado a mi natal Japón a diferencia de los Einzbern quienes sí permanecían en occidente en un lugar donde el frío era tan común que la nieve no era visto como un evento espectacular o de poca duración por cada año. No era alguien importante para el mundo mágico, lo fui para la personas no mágicas como asesino a sueldo desde el momento que usé armas de fuego en la cabeza de los demás.
-Bienvenido a Castillo Einzbern, mi nombre es Stella y me asignaron el rol de ser su vigilante, cualquier queja hágaselo saber a los miembros importantes de la familia aunque no le recomiendo hacerlo porque probablemente no lo tomen cuenta por ser un extranjero-
-Stella, no es necesario que hagas esa clase de recomendaciones a nuestro invitado. Mi tarea es guiarlo y el tuyo vigilarlo, soy el consultor principal después de todo, pero te lo encargo para que le muestres su habitación mientras me encargo de unos asuntos, no tardaré-declaró antes de irse a otra habitación.
-Sígame señor Kiritsugu, sí toma otros caminos para explorar otras zonas sin ningún permiso no me haré responsable de las consecuencias-
No presenté objeciones, el sonido de nuestras pisadas se unían durante el recorrido solo siendo opacado cuando algunas de las habitaciones cercanas había movimientos de sirvientes o de otros miembros de la familia, las mujeres que poseían ese rol tenían el mismo aspecto en todo sentido, la misma piel blanca con los ojos rojos y figuras exactamente iguales, no pregunté porque no era relevante para mi nuevo trabajo, nuestro sonidos se volvían intensos cuando subíamos unas escaleras al ser los únicos audibles hasta que al entrar a uno de los pisos superiores una niña con el mismo color de ojos y pelo blanco que las anteriores pero de menor estatura, ella estaba acompañada por un hombre.
-Bienvenido a mi casa, soy Illyasviel Von Einzbern, la mejor maga de aquí así que mas te vale tratarme con respeto que seré tu maestra-
-Señor Kiritsugu, no le prestes mucha atención. La señorita Illyasviel es importante para la familia, sin embargo ella no esta a cargo de ti ni lo estará porque aun esta aprendiendo nuestros conocimientos, ya aclarado limítese a seguirme-Me pidió para nuevamente seguir con su trayectoria mientras que el acompañante de Illya se la llevó.
No tardé en obedecerla, el viaje de mi país a acá duro las suficientes horas como para aterrizar de noche así que un descanso no venía mal sí buscaba lograr mi trabajo eficientemente, nuevamente la ausencia de sonido dominó aun cuando entramos a mi habitación, ninguno de los dos se ofreció a hablar y cada quien se fue por su rumbo, suponía que ella iba a confirmar su trabajo mientras yo me dejé caer en la cama sin fijarme mucho como era la habitación y cerré los ojos para dormir.
Ya en el siguiente día, desperté y salí de la habitación solo para presenciar que mi vigilante me esperaba, entonces sin pronunciar una palabra le dejé guiarme en el castillo, nada destacable porque no me permitía entrar a cualquier lado así que conocí lo normal: baños, cocina, comedor y demás. Lo único fuera de lo ordinario era el cuarto donde se realizaban los rituales, ella se dirigió a la esquina de una habitación en silencio, los segundos se convertían en minutos con una carencia de novedad hasta que el primer hombre que conocí entró, pidió disculpas por tardarse pero que esperaba no tener tantos retrasos para enseñarme.
-Disculpa, es normal que atienda asuntos más importantes dentro de la familia. No podemos enviarte a otros de nuestros elementos porque se encargan de la educación de Illyasviel o de asuntos tan importantes como los míos-
-Lo entiendo, su ritual especial es cada ciertos años así que tienen otras responsabilidades ¿podemos comenzar? No tenemos años para seguir un plan de estudios normal de círculos mágicos avanzados-
-Bien, es de conocimiento básico que un circulo mágico posee diversos usos, he de suponer que tus padres u otros magus te enseñaron hacer cirulos básicos de recolección de mana e invocación de familiares menores-
-Sí, cualquier magus decente conoce esos aspectos-
Entonces viví en su castillo bajo los ojos de Stella y de las otras vigilantes, me la pasé aprendiendo algunos de sus conocimientos y acostumbrándome a sus reglas, no me metían en la mayoría de sus charlas importantes, me integraban únicamente en los asuntos de mi trabajo para enseñarme las bases del ya mencionado ritual. Fuera de eso no prestaban mucha atención a mis palabras pero sí a mis pasos con sus guardias quienes eran mujeres en su totalidad ya que no eran humanas porque en realidad se trataba de homúnculos, vida creada artificialmente con el propósito de servir a sus dueños, todas compartían rasgos físicos similares e iguales al ser elaboradas a partir de una antigua hechicera que alcanzó una magia superior en vida, sirvientas y guardias comparten eso aunque también las desapariciones de ambos grupo continuaban. Fue algo que miré directamente cuando el mismo señor me permitió entrar a una zona restringida normalmente para los externos junto a Stella.
-Aquí desechamos a los homúnculos defectuosos, normalmente los fallidos son designadas a ser guardianas, sirvientas o desempeñar otras tareas, sin embargo hay experimentos tan ineficientes que ni siquiera sirven para eso. Aun hay algunas con vida, separamos las que aun pueden funcionar como energía para nuestros círculos mágicos o fuentes de mana en general y luego están las inútiles, incapacitadas físicamente o mágicamente, nosotros nos encargamos de eliminarlas aunque esta vez tu te encargarás, dicen que eres un asesino impecable pero en la prisión no te veías muy motivado ni cuando te saque, dispara ahora que no quiero que nos falles cuando estemos en guerra-
-Sí no acepto me expulsaran ¿no?-Preguntaba cuando noté que aquellas mujeres estaban desnudas y tenían la mirada muerta aun enfocaban su mirada en mí.
-Así es, con eso pierdes la oportunidad de cambiar el mundo, no conozco toda tu historia y me da igual pero los que traicionaron decían que eras un tipo demasiado idealista para ser sicario. Y yo no fui a contratar a un medio asesino, quiero uno que lo sea en todos los aspectos, anda, dispara de una vez que nuestro ritual puede cumplir tus sueños-
-¿Crees que tengo sueños? No los tengo, ya no creo que exista un poder todo poderoso capaz de arreglar el mundo, no soy un niño. Se que como se mueven las cosas-Le respondí antes de jalar el gatillo a la cabeza de una tuerta con casi nula capacidad motriz.
-Bien, a partir de ahora te encargarás de una cabeza cada día-Me encargó sin fijarse que lloraba en silencio cuando él se dirigía a la salida.
Me gustaría recordar los aspectos de cada una de ellas, pero mi memoria como cualquier otra no fue perfecta, cada vez que volvía a ese escenario en mi mente siempre la imagen de mi primera víctima en aquel castillo era la dominaba cuando trata de reconocer los rasgos de cada una de ellas. Cuando terminaba esa desagradable tarea subía ciertas escaleras que me llevaban al cielo por estar en el último piso, mis pulmones sentían el clima helado tras abrir una puerta que me daba paso a un balcón donde me limité a admirar el extenso cielo cual se presentaba con el contraste de negro con las luces de estrellas y el débil reflejo de la luz lunar, era mi único espacio donde podía llorar en silencio libremente porque mi vigilante solo podía ver mi espalda.
-Usas mucho el balcón, ¿en qué tantos piensas como para ocupar tu tiempo libre aquí en vez de utilizarlo para algo mas útil?-
-Nada importante. Sí quieres hablar solo dilo-
-¿Es por eliminar a mis iguales? La frecuencia de tus usos aumentó desde ese entonces, no te preocupes por ellas, ninguna tenemos valor y la mayoría seremos usadas para la recolección de mana-
-Producir tantos productos fallidos para reutilizarlos en otros labores debe ser insostenible sí siempre producen aunque llamarlo recolección en vez de extracción es bastante amable-
-Sí eso no te molesta ¿qué es lo que tu mente ve?-
-No tenemos valor. Y no por eso no podemos tomarnos un descanso a veces, deja de pensar tanto y disfruta la vista conmigo-
A partir de ese día ambos compartíamos nuestro espacio y tiempo en aquel lugar, no hacíamos muchos mas allá de observar la misma vista con algunas charlas cortas, lo mas inusual era cuando ella sugería otros lugares que no aceptaba porque me sentía seguro en el balcón ya que aprovechaba para desahogarme sin ser notado, me aseguraba de tener un espacio personal por unos momentos antes de integrarla aunque insistía en darle el mismo espacio personal sin éxito porque ella nunca salió de su trabajo sobre mantenerme bajo sus ojos.
En un día de aquellos me encontraba cargando mi arma para continuar con tareas diarias de eliminar a los homúnculos desafortunados bajo la supervisión y vigilancia de mi mentor y de Stella, señaló la cabeza de mi objetivo de hoy sin ver reacciones claras de ella, la misma mirada muerta e inexistente oposición verbal o física aunque cuando presioné el gatillo creí por un instante verla llorar, momento que no duró nada porque la bala ya había impactado en su cabeza de tal forma que ya había atravesado parte de su cráneo según mis experiencias previas como asesino, me quedé observando el cadáver por poco tiempo por que antes de esperar una indicación de mi maestro preferí irme al balcón otra vez. Pasé tanto tiempo bajo sentimientos negativos por repetir constantemente esos terribles actos que no percibí que la vigilante me había seguido.
-Ya es la catorceava vez que ocupamos el mismo lugar, ¿aun hay alguna razón para ello?-
-No, solo respiro aire fresco-
-Deberías estar mas abrigado, respirar aire a estas temperaturas no es lo mas recomendable. Le he traído una bufanda y un cubre bocas para proteger sus vías respiratorias-
-No los necesito y sí me enfermará tu familia me curaría, no les conviene un asesino débil ¿no?-
-No me interesa su opinión, eres mi responsabilidad quieras o no-
-Stella, no me molestes-Le reclamaba antes de ser interrumpido por ella.
-Kirirsugu, póntelos o te llevaré arrastrándole a su habitación-me amenazó a la vez que se acercaba hasta que nuestras miradas se cruzaban cuando me volteé.
No podía creer que aquello sucedía, fue la primera vez que me amenazaba, sabía que no era un juego porque su mirada era una de enfado que por cada segundo la marcaba más y en vez de asustarme, enfadarme o defenderme simplemente cerré los ojos para soltar un suspiro, abrí los ojos después de procesar mejor la situación y sonríe. Sonrisa que desapareció rápidamente cuando acabé la charla.
-Aho. Eres tan buen perro como yo, no gastes en tu energías para cosas tan insignificantes, úsalas cuando tenga que salir y necesite protección y una mejor vigilancia-Le recalcé para luego irme del balcón.
-¿Aho? ¿Crees que no se algo de japonés? Aprendí cuando me informaron que tenían planes de liberarte, se que puedo ser irritante pero llamarme idiota de esa forma no te lo tolero, ¿por qué usaste Aho y no Baka? Baka es la forma amistosa de decirlo en ciertos contextos-
-No soy de tokyo, es al revés en el dialecto Kansai-
-¿Dialecto Cansai?-Ella me cuestionó sorprendida ya sin enfado.
-Supongo que sí te digo que también es conocido como el dialecto de Osaka lo reconozcas, casi todos los de afuera lo reconocen así, que fastidio-
Por esa experiencia, ella estudiaba más sobre mi país, recuerdo las veces donde intentaba usa algunas palabras como los honoríficos, inicialmente se refería a mi como Kiritsugu-sama porque según sus ideas era para mostrar respeto pero el uso correcto es para hablar sobre dios, a nobles o en cuestiones de negocios bajo ciertos contextos, Stella no aceptaba que estaba equivocada por orgullo y de un momento a otro me decía baka en vez aho por lo mismo, me sentía insultado aunque en el fondo me parecía graciosa por verse como la típica extranjera que solo aprende un par de palabras de otro idioma para presumir con sus amigos. Ya con el tiempo aprendió mejor y temía que en algún punto mi diversión acabará.
-Kiritsugu-san, ya lo entendí. Sama es para alguien que merece respeto y tu no lo mereces, a partir usaré San para hablarte con menos respeto, no me corrijas que te estas retrasando para tu lecciones, sí te vuelven a preguntar sobre como fortalecer un círculo de invocación recuerde decir que agregar más cirulos o hacer uno de colosal tamaños y-No dejaba de decirme esas cosas hasta que la detuve.
-No soy un novato, ¿qué sigue? Que me hables sobre los conceptos más básicos-
-Sigues sin parte de una familia destacable, tu magecraft no es el mejor a comparación de otros y dudo que lo puedas compensar solo cargando tu mano en determinadas áreas para potenciar tus habilidades físicas. Un error grave te traerá una sanción, los magus te enfrentaras por nuestro ritual tal vez sean de renombre, puedo vigilarte pero no salvarte de los castigos de la familia cuando lo impongan-
-Es lo normal. No me insistas demasiado en eso, se que mi vida nunca dejará de estar en riesgo porque es el camino que tomé cuando empecé a usar armas de fuego, soy humano. No estoy tan limitada como tú-
-Humano o no, ambos perderemos sí nos descuidamos, ya sabes, así son las cosas-
-¿Por qué sobreproteges? Soy un hombre-
-¿Hombre? ¿Es enserio?, Kiritsugu, es obvio que no necesito cuidarte porque no es mi responsabilidad. Sin embargo, sí fuiste a prisión debió ser por uno o varios descuidos. No se que es lo que piensas o sientes, tienes la misma mirada muerta de los homúnculos de aquí y tu voz rara vez cambia de tono, no se que tiene que ver ser un hombre con esto, los perros somos perros sin importar la edad-
-¿y te sientes especial porque muestras mas sentimientos que las demás herramientas?-
No recibí una respuesta, ambos fuimos agresivos en ese día aunque yo mas por negarme a apreciar sus intentos de ayudarme de acuerdo a sus limitaciones, después de todo éramos meras herramientas para otros y aun así no teníamos las mismas oportunidades para ser mas libres ya que ella era un homúnculo sin registro en la sociedad de esta nación mientras yo a pesar de ser un mago tenía herencia de Nipón. Se que eso no nos excluían de emociones, simplemente soy consciente de mis limites, deseaba ser mas especial para actuar libremente porque entre las personas ajenas a este mundo era sumamente especial a la vez que dentro estaba lejos de ser de los mas especiales entre los especiales.
A partir de ese día poníamos distancia entre nosotros, podía ocultar bien mis emociones y sentimientos pero ella a veces no porque en algunas ocasiones me fijé como los extremos de sus labios se movían hacia abajo. De vez en cuando volvíamos a cruzar palabras como antes aunque noté como mi mentor predilecto nos seguía el paso cuando estaba libre de sus tareas, fue incomodo pero siempre lograba hacerle creerle que me daba igual porque a pesar del tiempo transcurrido en este castillo aún mantenía mi mirada muerte de casi siempre y cuando dejaba de mostrar frialdad o indiferencia el resto aun se sorprendía como sí fuera un gran evento, el maestro cada vez menos discreto con su presencia hasta que un día apareció directamente detrás de nosotros con otra vigilante.
-Buenas noches Kiritsugu, quiero presentarte a homúnculo, no es la más efectiva en cuanto a ser guardaespaldas pero es la mejor cumpliendo sus labores-
-Buenas noches, perro Kiritsugu, me presento ante usted por ordenes de mi dueño, soy otro homúnculo mas de la familia Einzbern y se me quiere asignar a usted como posible vigilante aunque aun esta discusión, espere la confirmación-
-Verás Kiritsugu, la fecha para tu trabajo principal cada vez esta más cerca y necesito asegurarme que tengas el mejor desempeño para el ritual, no es el primero que tenemos así que necesitamos que este sea nuestro mejor resultado, por eso pensé en homúnculo para vigilarlo y quizás asistirlo aunque descuida aun queda tiempo, solo me gusta ser precavido-
Con el tiempo mi vinculo con Stella se hacía mas fuerte por lo que la cambiaron de ser mi vigilante a vigilar a Illya, otro de los homúnculos pero era una exitosa la más perfecta de acuerdo con la familia y los otros disponibles independiente de su rol, Stella no encargaba directamente de ella porque rotaba de labores por el miedo de que generará vínculos profundos con cualquiera de su familia, eso no significaba que no nos veíamos para charlar pero cada vez era menos frecuente, casi siempre hablábamos de nuestros trabajos como buenos profesionales.
En uno de esos días, Illya me siguió al balcón por curiosidad o eso creía, no me fijé en eso porque estaba perdido en mis pensamientos y eso cambió cuando escuche el ruido de persecución de ella por parte de Stella, cuando volteé me encontré con la pequeña en suelo y no demoré en ayudarla a levantarla mientras la chica desviaba la mirada junto a unos chillidos que intentó silenciar, al verla así acaricié un poco su cabeza antes de dejar hablar a mi ex vigilante quien veía la escena sin ninguna expresividad facial lo cual molestó a la Illya quien se aferró a mi en un fuerte abrazo negándose en volver con su vigilante, sabía que ella no era mi responsabilidad pero aun así la dejé llorar aunque no le correspondí el abrazo, las cejas de Stella se curveaban hacia abajo por mi acción que como consecuencia hacía que se acercara a mi hasta que la distancia entre nosotros era la suficiente para generar presión en mi, no le respondí porque no pensaba que esta acción era un incumplimiento grave a las reglas por lo que ella se acercó mas y alzó la mano, ya me preparaba para un ataque, sin embargo la bajó a mi pelo para replicar lo que hacía con Illya, me dejó tan confundido que no veía con claridad cuando separó a su responsabilidad para retirarse del sitio y cuando terminé de procesar reí un poco, de verdad extrañaba a Stella. Toda esa situación fue observada por mi vigilante actual que por su naturaleza de homúnculo era como ver el reflejo de Stella.
-Es raro que la señorita Illyasviel se aferre de esa manera por alguien externo, ¿acaso el perro Kiritsugu le visita cuando escapa de mi rango de visión?-
-Eres invasiva, mi único momento de privacidad es cuando me permites usar el baño, haces tan bien tu trabajo que es imposible reconocer un punto ciego-
-Le recuerdo nuevamente que los Einzbern rotan a varios homúnculos para su vigilancia, temo admitir que no todos los clones compartimos la misma efectividad-
-Todos son clones y aun así se comportan diferente, ¿no todas deberían ser iguales?-
-Perro Kiritsugu, desista en su intención de persuadirme. Que cada una de nosotras presente algunas diferencias en nuestro comportamiento no es de importancia, sus técnicas de manipulación emocional para que sea mas expresiva como lo hizo con Stella no funcionará conmigo-
-¿Con qué así lo ves? ¿Por qué haría sí todas son iguales? El mismo pelo, los mismos ojos, la misma altura, el mismo uniforme blanco de falda larga hasta casi el suelo y esa cosa que usan en la cabeza que les impide tener un peinado que las diferencie y las que sí son diferentes son tiradas a la basura sí no sirven como magus-
-Entonces, ¿por qué te acercaste tanto a Stella?-
-Conozco como funciona las cosas, que charle con alguien no signifique que haré algo. Y estoy seguro que tu hermana no saldría aquí aunque se lo pidiera, tanto tu como ella serán sacrificadas en círculos mágicos para extraer su mana y vitalidad para otros trabajos, ¿cuál es el problema?-
Y así eran todas mis interacciones con homúnculo, no era un nombre original porque no alguien que le importara a nadie, mas de una vez traté de lidiar con ella pero fue complicado, la única diferencia con Stella es que ella nunca fue expresiva, sin importar que tanto tiempo pasábamos nunca cambiaba a diferencia de Stella quien no siempre se limitaba a hablar como una máquina, lo único interesante de ella es que cuando hablaba sobre porque no podía charlar con mi mentor me explicaba que era por estar ocupado con asuntos relacionados a la familia MorningStar. Esos pedazos de información era la única novedad que tenía en el castillo junto a los pocos momentos donde compartía tiempo con Illya aunque esta imitaba un poco a homúnculo cuando se trataba de hablar conmigo.
-Perro, ¿por qué Stella no me dice nada cuando pregunto sobre ti? ¿Eres malo con ella?-
-Por qué me hizo la promesa que te iba a priorizar sobre mi y las promesas se cumplen-Mentí con el mismo tono de voz seco que me representa aunque mis palabras no eran mal intencionadas.
-¿Dónde están las otras? Te vi con otras-
-¿Hablas de las otras sirvientas?-
-Sí, pasas tiempo con otras-
-Es normal, tu pasas el tiempo con diferentes maestros para ser mejor magus, es lo mismo-
Tras algunos meses con los mismo patrones de despertar, desayunar, ser ignorado por casi todos los miembros de la familia, ser observado, aprender nuevos conocimientos, practicar las invocaciones, matar victimas inocentes, llorar en silencio en ese balcón y a veces pasar el tiempo con quienes sí me prestaban atención hasta que un día el mismo sujeto que me liberó de prisión me convocó a la habitación donde practicábamos los pasos de los círculos mágicos para la invocación.
-Has mejorado bastante en los círculos mágico. Retirarte a Stella fue una buena decisión, espero que no te quejas sobre ello
-Eso no tiene que ver con mi desempeño, hago las mismas tareas con o sin ella-
-No entiendes perro, sí desarrollas vínculos con nuestras herramientas ¿cómo quieres que confíe que no lo harás con nuestros enemigos o terceros? La única razón por la que ellos te sacaron fue porque eres el único magus killer que es un mago que podemos manejar, me gustaría que no abundarán tanto asesinos de magos sin ser mago para contratar los servicios de alguien más capacitado pero tengo que conformarme contigo-
-¿Y cuando te pregunte eso? No veo el problema, mato a los homúnculos fallados cada día como me lo ordeno y mejoro en las invocaciones como su familia lo desea, sí tienes un problema conmigo no me interesa pero te pido que por favor no arruines los objetivos de tu familia, no creo que quieras ser un deshonra-
-El honor no es el mayor de mis problemas, esto no arruina mi imagen. ¿Crees que aun estamos en una época feudal de tu país y yo soy de la realeza? Me hablas de honor pero tu ya le fallaste a tus padres, te recuerdo que por el camino que tomaste la asociación bajo más su rango y les impidió crecer, tienes suerte que nosotros te aceptamos porque después de eso el resto de familias no quieren verte en sus casas-
-Tienen un castillo-
-Bien, tu ganas. Vamos a tratar mi problema afuera para no molestar al resto, eres importante para nuestros planes así que no puedo tocarte-
-¿Entonces por que afuera y no un acuerdo aquí?-
-Sabes que no puedo matarte, no por honor sino por mi puesto. Se una buena herramienta y deja que te golpee un poco afuera-
Accedí a sus demandas, la fecha de la invocación de los servants se acercaba y quería evitar contratiempos. Entonces no recibí un puñetazo cuando ya nos encontrábamos afuera del castillo lejos de los ojos de los demás miembros, el golpe de él no seguía la mejor técnica creía que iba a hacer un derechazo a pesar de su falta de rectitud, su ataque llegó a nada ya que me agaché ligeramente sin llegar al suelo dentro de su área y en el instante que me levanté solté un golpe que desvíe para rozar su mejilla ya que no me convenía dañarlo físicamente y ante aquello él retrocedió nervioso, veía temor en sus ojos abiertos aunque no duro mucho porque usando una de las técnicas mas básicas de la magia concentró su mano en una de sus piernas la cual brilló con la suficiente intensidad que la luz penetraba fácilmente su pantalón y de un simple pisotón atravesó el piso junto a una sonrisa.
-Solo aplique un poco de mi poder mágico, puedes hacer lo mismo pero como Einzbern puedo derrumbar mi castillo. Cuando ya no se requieran tus servicios vamos a tener otra pequeña charla privada, por ahora regresemos al cuarto de invocaciones-Me pidió cuando se movía y como respuesta le seguí-Solo deja de hacer vínculos con nuestras creaciones, no son humanos-
-Repito, he hecho mi trabajo. Sí quieres que mate a alguien ahora lo haría-
-Ese no es el problema, casi nunca hablas y solo dices las cosas que queremos, sería perfecto sí no fueras amable con ellas. Sí te encariñas por seres poco sensibles como sé que harás un buen trabajo en el ritual, es un poco frustrante repetir el mismo tema de conversación-
-Sus herramientas están tan poco acostumbradas a la amabilidad que un poco de atención las pone loca. No busco nada con ellas, no es como sí ellas me acompañaran en el famoso día-
-¿Cómo me puedes asegurar que es imaginación de nuestras creaciones y no tus acciones intencionadas? Illyasvel también se fija en ti, no sabes el tedioso y complicado proceso de su creación, es nuestra herramienta mas valiosa pero aun se encuentra tierna, nadie más que nosotros debe influir en ella-
-Compruebe mi lealtad, sí mi palabra no sirve entonces póngame pruebas, no sería la primera vez-
-Lo se, te deshaces de los productos fallidos como te encargue-
-¿Me dejará hacer mi trabajo o no?-
-Bien, te daré dos pruebas más. Encárgate de Stella y muéstrale como funcionan las cosas en este lugar a Illyasviel-
Me quedé en silencio antes de asentir, mientras practicaba los círculos mágicos pensé en mi vida en este sitio, no me consideraba cercano a Illya o a Stella pero no negaba que las apreciaba a mi manera. Y recordé todas las veces en donde se me presentaba el dilema de tomar la vida de personas que aprecio para cumplir una misión o para restar a alguien, antes comenzar mi vida en la familia me encontraba en un banco donde eliminé a unos ladrones en una visita al banco como acompañante de un familiar, uno de ellos había tomado un rehén y en vez de mantener la calma para proceder como un civil normal yo disparé en su cabeza para liberar a la victima aunque por ello su compañero disparó contra mi padre, logré someterlo pero ya era tarde porque en ese día mi papá dejó este mundo.
No puedes salvarlos a todos, sí permitía la muerte del rehén al final solo hubiera cambiado las muertes pero no evitaría ninguna, el orden de los productos no alteraría el resultado en ese escenario y entre mas ladrones sumas las vidas perdidas seria mayor. En esos momentos, ¿cuál vida importa más?, esa es la pregunta que siempre debía responder en estos dilemas y me cuestionaba si alguna vez elija protegería la vida con menos valor según los números aunque fuera la mas valiosa para mi.