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Casualidad (Parte 3)

Unos golpes en la puerta me despiertan, mi corazón se acelera a mil por hora, me sobresalto al escuchar cada uno de aquellos fuertes e insistentes golpes.

— Kate, despierta, es tarde.

— ¿Qué hora es? — Mi voz apenas puede escucharse.

— Son las siete y veinte, ya levántate.

Me levanto de la cama al escuchar la hora, ni siquiera pienso en bañarme, Jen ya eligió la ropa que debo ponerme hoy así que solo me la pongo, aunque tengo algunas objeciones no tengo tiempo para eso.

— Preparé tu desayuno para llevar. — Me da un par de trastes plásticos y unos cubiertos. — ¿Vienes conmigo hoy?

— No, tengo que ir luego al hospital, Denver quiere que los lleve a Kane y a él a su casa.

— ¿Qué no puede hacer eso sus hermanos?

— Tienen clases a las cuales asistir, yo salgo temprano por eso voy a hacerlo.

— Por eso y por otras razones. — Dice entre dientes.

— Te escuché. — Digo molesta.

— Lo siento, no pude evitarlo. — Ríe.

— Es tarde. — Me doy cuenta al ver mi teléfono. — ¿Nos vamos?

Jen toma sus cosas antes de salir del apartamento, Marie nos espera en el pasillo, la saludo antes de caminar hacia el estacionamiento.

— ¿No vienes con nosotras?

Marie nota que estoy abriendo mi auto y no entrando al de Jen.

— Tengo que hacer cosas más tarde, pero nos vemos luego en el apartamento, podemos ver algo en Netflix si quieren.

— Genial, conduce con cuidado.

— Voy detrás de ustedes.

Todas entramos en los autos, tal y como dije conduzco detrás de Jen, no me gusta conducir frente a ella porque yo conduzco mucho más rápido y prefiero ir a su velocidad, al llegar al campus cada una toma su camino. Entro a mi taller con cinco minutos de sobra, me siento en el primer escritorio que encuentro, en el taller hay escritorios, cada uno con una computadora, el profesor del taller de computación entra justo al dar las ocho en punto, conecta la cañonera a su computadora, comienza a dar los detalles de lo que trabajaremos durante el año, también nos muestra uno de los proyectos que realizaremos durante el año. El profesor concluye la clase diciendo lo que se puede y no hacer en el taller, por ejemplo, cuidar los equipos y el mobiliario, no comer en clase, no conectar por ningún motivo algún dispositivo a las computadoras.

Son las nueve y veinte cuando salgo del taller, me siento en una banca para comer el desayuno que Jen preparó, ella es la que sabe cocinar y le gusta hacerlo, por eso lo hace todos los días. Yo, por mi parte hago la limpieza del apartamento, prefiero hacer eso a cocinar, no tengo mucha paciencia para eso.

Camino al hospital compro un par de cafés, para ellos dos y para mí, asumo que le gustan los latte ya que, eso fue lo que compro ayer para mí. Compro aparte de eso unas donas. Me parqueo en el mismo lugar que ayer, dejo mi mochila en el auto, solo tomo la caja de donas y los cafés que vienen en un portavasos de cartón, recuerdo donde está la habitación así que directamente camino hacia allá, ya que tengo muchas cosas en la mano toco levemente la puerta con el pie para que Denver abra la puerta. Cuando va a abrirse retrocedo unos pasos hacia atrás.

— ¿Kate cierto? — Pregunta Shawn.

— S—sí. — Digo nerviosa.

— Kane no está aceptando visitas.

Cuando está a punto de cerrar la puerta pongo el pie entre el marco y la puerta para que no la cierre.

— Denver me pidió que viniera.

Shawn abre la puerta liberando mi pie, sale al pasillo conmigo para poder hablar.

— Perdón por querer cerrar la puerta en tu cara, es que muchas chicas han venido a ver a Kane, pero él se niega a verlas.

— ¿Dónde está Denver?

— Cuando vine en la madrugada lo vi muy mal, no había dormido y bebió como diez tazas de café, lo envié a casa para descansar, volverá al medio día ¿Por qué te pidió que vinieras?

— Ayer me dijo que tu hermano y tu tenían que estudiar y necesitaba que alguien los llevara a él y a Kane a su casa hoy al medio día.

— Sí, bueno como dije, fue a casa a descansar, le dije que lo llamaría para que venga a traernos, pero puedo dejar que duerma un poco más y si aun quieres puedes hacernos el favor de llevarnos a casa.

— No hay problema, yo puedo llevarlos. Por cierto, traje un par de cafés y donas.

— Vamos adentro para darle esto a Kane.

Shawn me ayuda con los cafés antes de dejarme entrar a la habitación primero, luego entra él cerrando la puerta detrás suyo. Kane está viendo la televisión, cuando me nota en la habitación me mira de pies a cabeza con su mirada seria y vacía.

— ¿Tú otra vez?

Dice tomándome por sorpresa, me acerco para darle su café, el de mala gana lo recibe.

— Traje estas donas también por si alguno quiere.

— Gracias.

Shawn las toma de mi mano para ponerlas sobre la mesa junto a la cama de Kane.

— ¿Qué estás haciendo aquí?

Dice muy malhumorado, Shawn lo reprende con la mirada.

— Ella va a llevarnos a casa cuando te den de alta.

— ¿Dónde está tu auto?

— Lo tiene Denver.

— Pues llámalo para que venga por nosotros.

— Está agotado, tu más que nadie sabe que no durmió en toda la noche por dos días.

Kane se queda en silencio porque sabe que es cierto, Shawn se aparta de la camilla, camina en mi dirección.

— Lamento todo eso, esta de mal humor por estar aquí encerrado.

— Entiendo, no te preocupes, no me ofendo con facilidad.

— Hoy saliste temprano ¿Cierto?

— Sí, el taller de computación solo duró una hora.

— ¿Y qué te parece la universidad?

— Aún no puedo dar mi opinión, pregunta de nuevo en un par de semanas.

Él se ríe de mi respuesta, demonios, tiene una hermosa sonrisa.

— ¿Y cómo es trabajar con Denver?

— Es bueno trabajando en equipo, pide mi opinión y sabe escuchar.

— Es bueno oír que mi hermanito se está portando bien.

— Claro. — Asiento con la cabeza. — ¿Qué tal tus clases de psicología?

— Muy bien, este año tengo que hacer prácticas, por mi promedio creo que puedo aplicar para atender una de las clínicas de la universidad, es el mejor lugar para hacer prácticas.

— Eso es impresionante, felicidades.

— Quizás si llegas alguna vez por allí podamos hablar un poco más, podría ayudarte si tienes algún problema.

— Ya veremos.

Me ofrece una sonrisa coqueta, yo sonrió de vuelta.

— Por favor, vayan a ligar a otra parte. — Dice Kane muy molesto.

— ¿Ya desayunaste?

Shawn y yo intentamos ignorar el comentario de Kane, ninguno de los dos le responde, solo seguimos con nuestra conversación.

— Desayune en la universidad, antes de venir.

— En ese caso ¿Me haces compañía mientras desayuno?

— Sí, vamos.

— Gracias. — Grita Kane antes de que cerremos la puerta al salir.

— ¿Siempre es así?

— No, algunas veces es peor.

Ambos nos reímos por su comentario. Cuando llegamos a la cafetería pide su desayuno, allí me doy cuenta de que es vegetariano, simplemente pide una ensalada y un refresco natural.

— ¿Segura que no tienes hambre?

— Totalmente.

— ¿Vas a dejar que coma solo? — Alza su ceja izquierda mirandome con curiosidad.

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