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Algo apretado

Parte 1 - Karu el gato

El gato estaba sobre el regazo de Aki, algo que me asustaba porque si alguien veía eso, vería a un gato acostado flotando, pero lo más sorprendente era que el gato la veía y podía tocarla, algo de lo que Aki estaba muy feliz, yo miraba a Emi, que estaba tan sorprendida como yo, creo que ninguno de los dos sabia como proceder, además no quería arruinar la felicidad de Aki.

Ella acariciada intensamente al gato negro con blanco que ronroneaba.

-Es él Hika, estoy segura, mira incluso hasta casi tienen el mismo peinado.

Por desgracia Aki, tenia razón, teníamos el pelo sobre la cabeza muy parecidos.

-Aki estoy feliz por ti, pero no me compares con el gato por favor, no me siento cómodo con ello.

-Pero ella tiene razón, son muy parecidos. - Dijo Emi acariciándole la barbilla al minino.

-¿Podemos quedárnoslo? - Pregunto Aki

Nuevamente nos miramos con Emi, no sabia que responder, o sea no me afectaba tener un gato de mascota, creo que hasta seria lindo, pero...

-Linda, créeme me gustaría, siempre quise tener un gato de mascota, pero creo que él le pertenece al hotel... deja el gato al lado tuyo Aki, preguntare al personal, si ese gato puede interactuar contigo, creo que no perdemos nada con intentar adoptarlo, ¿No es así Hikaru?

-Así es Emi, inténtalo.

Emi llamo a una de las meseras preguntándole, por el gato, la mesera se extraño al verlo, y pidió que la disculpáramos un rato, para traer al gerente.

Cuando llego junto al gerente, era un hombre mayor barbudo con canas sin cabello en la cabeza.

El caballero se presento muy amablemente así nosotros, nos dijo su nombre el cual era Héctor Dume, un nombre peculiar ya que no era nativo de Chipón. Se acerco al gato, que no se asusto para nada con la cercanía de Héctor

-Veamos amigo, ¿Quién eres tú?... que extraño... tú no eres de por aqui, ¿Cierto amiguito?

El gato maullaba como si le contestara al sujeto.

-A veces esto sucede, que algunos gatos callejeros suelen llegar al templo, es algo común, pero no tiene un collar que diga que nos pertenece, si quieren quedárselo, puedo arreglar las cosas, para que puedan tenerlo en la habitación, ya que usualmente no dejamos que traigan mascotas para no alterar a nuestros fieles mininos. - Dijo el señor riéndose.

-Si queremos adoptarlo, le agradecería mucho si pudiera hacer lo que dijo. - Pidió Emi educadamente.

-Esto esta hecho querida... Discúlpenme, pero no preguntes sus nombres.

-Mi nombre es Hikaru Nishimura, buen señor.

El hombre mayor, volvio a reírse.

-Buen señor me dice, este niño me agrada.

-Yo soy Emilia Nishimura, un gusto.

-Un momento eres la misma Emilia, de la notas del diario, el de la chica tiburón y la del incendio que lo relaciono con Modoruvita.

Emi se avergonzó un poco, pero en el fondo estaba algo emocionado de que la reconocieran.

-Si, señor soy yo.

-Oh esplendido, escribes muy bien, sin miedo, sin adornar los hecho, lo describes tal cual sucedieron, me alegra de conocer a una periodista que mantiene las viejas costumbres, y no sigue esa ola de habladuría.

Emi se le habia puesto la cara muy roja.

-Es... un placer... es enserio.

-Ya no los molesto más, espero que te recuperes pronto de tu brazo, y avisare de inmediato al hotel.

-Muchas gracias señor Héctor, por su amabilidad. - le dije al viejo hombre.

Aki estaba muy contenta, no paraba de agradecer a Emi, por aceptar al gatito, habia algo eso si que me molestaba, pero que lo deje pasar por la felicidad de mi novia, la miraba embobado, como hace tiempo no lo hacia, cuando aun no éramos novios, donde evitaba que me sorprendiera viéndola así.

-Vaya, en serio te perdiste en Akari, Hikaru, deberías ver tu rostro, me hizo feliz verte así hermano.

Aki, también noto la forma en la que me miraba, e intento tomarme la mano, pero no pudimos tacarnos, nuestras manos se atravesaron, aunque esta vez creo que ninguno nos molesto, simplemente nos mirábamos a los ojos felices.

-Emi, a todo esto, pregunto, solo si es posible, durante estas noches se podrán ver las auroras boreales, sobre la parte más alta de la montaña, eso se paga aparte, no se si... podríamos ir, eso si, no se cuanto cuesta.

-Ohh eso me gustaria, averigüemos, e intentemos ir.

Tanto yo como Aki estábamos felices. Una señora se acerco a nosotros trayéndonos un bolso para transportar al gato cortesía de Héctor, diciendo que estaba todo listo.

Parte 2 - Onsen

Habia vuelto a la habitación, el día habia casi transcurrido o eso pensamos, pero acá en la montaña oscurecía incluso más temprano que en Arekkaido, y eso era un logro.

Aki estuvo todo lo que quedo del día con Karu, si, ocupo la ultima parte de mi nombre, para ponérselo al gato, además debía admitir que estaba algo celoso del gato, porque habia acaparado toda la atencion de Aki, ella estaba en la cama mientras jugaba con el.

-¿Qué se siente que un gato te ganara?

-Horrible, no te voy a mentir Emi, me siento desplazado.

Emi no pudo evitar reír, me hizo algo de cariño en el pelo como suele hacerlo.

-Tengo una idea, tú confía Hikaru... Akari mira un segundo.

Emi me dio un beso en la mejilla cerca de la comisura del labio, pero sin tocarlo.

-Pero ¿que estas haciendo Emilia?, aléjate de Hikaru, tú ladrona.

-Emi, detente.

Aki estaba reclamando, enojada a Emi, aunque, a ella no le importaba.

-Vez hermanito, ahora ya se acordó de ti.

Aki no comprendido el comentario de Emi, estaba confusa, pero en verdad habia funcionado, pero hubiera preferido que no fuera de esta manera.

-Ahora entiendo... lo lamento estaba emocionada porque al fin podía tener contacto con alguien, sin necesidad del collar, y siempre quise un gatito, y...

Aki dijo tan bajo lo ultimo que no puede entenderla.

-No te comprendí lo ultimo, Aki.

Ella se sonrojo bastante, estaba tan colorada como un tomate.

-Que Karu, me hace acordar mucho a ti, es igual en versión pequeña y gatuna...

Ahora fui yo el que me avergoncé.

-Ya enamorados, vámonos al Onsen, lo reserve para nosotros.

Cuando Emi nos habia mencionado sobre el Onsen, me habia emocionado no habia estado en uno desde hace años, así que quería ir a uno y relajarme, pero ahora estaba incomodo, ya que el Onsen era mixto.

Estaba dentro del agua termal desnudo con Emi al lado separada un poco de mi también desnuda, en Chipón es tradicional que a los oncen uno por respeto debe entrar sin ropa, tampoco se permite la gente con tatuajes algo que nunca entendí el porque.

El asunto es que estábamos los tres dentro del Onsen, aunque Aki, no se habia quitado, la ropa, al final, ella no podía sentir el agua, ni mojarse mucho menos.

Tampoco podíamos culpar a Emi, de planear algo, ya que, ella tampoco tenia idea de que el onsen era mixto, pero ahí estábamos, los tres incomodos, sin decir nada, hasta que tuve que romper el silencio.

-Haber no podemos quedarnos incomodos todo el rato, mejor olvidemos esto, y disfrutemos, total no es que nunca nos hayamos visto desnudos. - Dije sin mirar a Emi, mis ojos se quedaron fijos en Aki.

-Creo que tienes razón Hikaru, es una estupidez seguir incomoda con esto... esta mierda es más molesta que cuando me baño.

Emi luchaba con la bolsa que se ponía en el brazo, para no mojar el yeso y se desasiera.

-Ven yo te ayudo.

Me acerque a ella, para arreglarle el nudo de la bolsa, que se le estaba soltando, pero como siempre tuve que cagarla, al levantarme mi cintura quedo fuera del agua, y tanto Emi, como Aki, me vieron mi peno erecto.

-Pero, idiota, no me apuntes con eso.

Emi me empujo con su pierna, pero por error de ella, me golpeo directamente en el pene, algo que fue muy doloroso, de hecho incluso caí mal, golpeándome un poco la cabeza con el fondo del Onsen.

-Mierda, Hikaru.

Emi se levanto rápidamente para ir a verme, me socorrió, y vio que no me paso nada grabe, me habia hecho una pequeña herida en la cabeza algo superficial, simplemente sangraba mucho ya que es una zona que por lo general pasaban varios vasos sanguíneos.

Emi me abrazo olvidándose de todo, o simplemente ya no le importaba que estábamos desnudos, simplemente veía su preocupación, sobre todo porque ella fue la que ocasiono esto.

-¿Estas bien, Hikaru?... discúlpame, solo quise empujarte, me asuste cuando te vi, ya sabes.

Aki también estaba al lado mío preocupada por mi, ella le pidió a Emi, que pusiera el medallón en su mano, para que yo lo agarra también y ella pudiera abrazarme.

Quede en una posición muy... conflictuado, pese al estar un poco atontado por el golpe, Emi me tenia abrazado por delante, mi pene estaba apretado en su barriga, lo que hizo que se me fuera la sangre a la cabeza, y Aki tampoco ayudo, ya que me abrazo por detrás apretándome mucho más a Emi, y sentí como elimino su ropa sintiendo el frio pero desnudo cuerpo de Aki en mi espalda.

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