Prologo

Una puesta de sol brillante, una brisa de viento agradable, y lo más importante, nadie, quien me moleste.

¿Qué más puedo pedir? Todo aquello que me puso en peligro, hoy en día, se siente como si ya no existiera, sin duda, creo que fue la mejor decisión que pude tomar, aunque, siendo sincera, siento que me falta algo, siento que hay algo, muy dentro de mí que, no logro entender que puede ser. Que es lo que me falta?

Al escuchar mi teléfono, lo cojo de una mesa de cristal que tengo a mi lado y leo:

Charlie Morningstar, la princesa del infierno, la próxima dueña de ese horrible y muerto lugar, por muy enojada que este, se que yo, también pertenezco a ese lugar, y eso es algo, que nunca cambiara. Tal vez, tarde o temprano, deba mover ficha, algo me dice que nada de esto… Nada de esto va a acabar bien, lo siento mi niña, pero, créeme que es mejor, si no me llamas más.

Apague el celular sin pensar-lo y cerré mis ojos, dejando mis últimos pensamientos en el aire:

"¡Lo mejor para todos, es seguir así!"