—¿Ya te vas a casa? —Fil volvió a la realidad cuando Elise se levantó de su asiento.
—Sí —Elise forzó una sonrisa—. Nos vemos mañana, Fil.
—¿Deberíamos... —Fil se mordió la lengua, deteniéndose a sí misma antes de ofrecer a Elise salir a comer—. No importa. Nos vemos mañana.
Con eso dicho, Elise se alejó arrastrando los pies de la oficina mientras Fil observaba su figura. Viendo lo decaída que estaba el ánimo de Elise, Fil sintió lástima por ella.
—Hey —Justo entonces, la voz de Kenzo acarició sus oídos, haciendo que se girara hacia él. Kenzo chasqueó los labios y se apoyó contra su escritorio—. Sobre lo que dije antes... lo siento.
Una sonrisa pequeña apareció en su rostro. —¿Eso es todo? ¿Solo lo siento? ¿Dónde está la ofrenda de paz?
—No te pases —respondió Kenzo con una sonrisa.
—Jeje —Fil se levantó lentamente de su asiento—. Sé que no quisiste decir todo lo que dijiste, pero igual duele.
—Por eso estoy tomando responsabilidad sin hacer excusas —murmuró Kenzo.
webnovel.com で好きな作者や翻訳者を応援してください