Su Chengyu emergió de entre las ruinas, luciendo algo desaliñado pero ileso, sus ojos llenos de intención asesina y furia.
—¿No está muerto? Este tipo realmente tiene una vida dura.
Los espectadores se sorprendieron al ver que Su Chengyu estaba ileso y sin escupir sangre.
Chu Huai no había esperado que un golpe de un santo marcial no pudiera herir a Su Chengyu, pero luego se dio cuenta de que Su Chengyu debía tener un tesoro dharma protector con él.
—Incluso si tienes un tesoro dharma protector, hoy estás destinado a morir —afirmó Chu Huai.
Chu Huai sacó su tesoro espiritual, una enorme Cuchilla Creciente del Dragón Azul, blandiéndola con una presencia imponente.
—Originalmente quería revelarte el paradero de Kou Shishi, pero ya que insistes en matarme, veamos quién será la presa hoy —amenazó Su Chengyu.
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