Dax se sentía emocionado, esperando que su madre respondiera a su curiosidad.
Bella sonrió levemente mientras alborotaba el cabello de Dax suavemente antes de decir —Dax, lo siento por no haber hablado contigo de él antes. Porque es difícil para mí —su voz se apagó cuando sintió algo pinchar su corazón.
—Está bien, Mamá. Entiendo —Dax respondió con una sonrisa cálida. No quería ver a su madre triste, así que tomó sus manos y las tocó suavemente.
Bella en realidad se sintió aún más triste al ver cuán considerado era su hijo. Intentó no llorar delante de él.
—Tu padre no está muerto, si es que piensas que tal vez lo esté —Bella tomó otra respiración profunda. No había esperado que fuera tan difícil hablar de Tristan delante de Dax—. Y él también es de este país.
Los ojos de Dax se iluminaron.
—Pero, mi querido, no te diré su nombre por ahora —dijo ella, solo para ver cómo sus ojos se tornaban sombríos.
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