El miserable Ejército encargado de hacer cumplir la ley

```—Lu Ming revisó decenas de anillos de almacenamiento y descubrió que eran casi iguales. El contenido era simplemente demasiado trágico como para apostar. No parecían anillos de almacenamiento de artistas marciales en el cuarto nivel del reino del embrión espiritual en adelante.

Ante la mirada atónita de Lu Ming, el Hombre Gorila y los demás se veían avergonzados.

Con un movimiento de su mano, todos los anillos de almacenamiento volaron de regreso a las manos del Hombre Gorila Negro y los otros.

—¡Levántense, dejen de fingir estar muertos! —Lu Ming barría la habitación con la mirada y dijo fríamente.

Lu Ming no los había golpeado fuerte justo ahora. Solo había dispersado temporalmente su núcleo esencial. No era gran cosa.

De todos modos, Lu Ming era ahora el comandante de esta gente. No podía simplemente matarlos en el momento en que llegara.

Solo entonces el Hombre Gorila Negro y los otros se levantaron del suelo.