Carpas Dragón, batalla con Wu chengkong

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—¡Boom!

Una escalofriante explosión sonó, y la fuerza se disparó en todas direcciones. La cueva subterránea emitió una vibración aterradora.

La roca de esta cueva subterránea era extremadamente dura, probablemente porque había sido habitada por poderosas bestias feroces todo el año. Si hubiera sido una cueva ordinaria, habría explotado inmediatamente. Aun así, toda la cueva subterránea estaba temblando violentamente.

—¡Bang! ¡Bang!...

Después del primer movimiento, el cuerpo de Lu Ming tembló y retrocedió unos pasos.

—Es tan fuerte. ¿La fuerza de este monje es realmente tan aterradora? —Lu Ming estaba extremadamente conmocionado.

En ese momento, ya había desatado su poder del dragón, pero aún así fue forzado a retroceder por su oponente. El poder de esa huella de Palma Dorada era asombroso, como si pudiera suprimir todo. Era un contraataque directo al arte celestial supresora de prisión.